XXI

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CAPITULO 21

¡Siempre cantaré acerca del amor inagotable del Señor! Jóvenes y ancianos oirán de tu fidelidad. Tu amor inagotable durará para siempre; tu fidelidad es tan perdurable como los cielos.  Salmos 89:1-2 NTV


- ¿Te falta algo más cariño?

-No Estela, creo que tengo todo.

Observo toda la habitación en busca de alguna otra pertenencia que me olvide, pero lo único que encuentro es un cuarto vacío con una cama en medio.

No puedo creer que haya llegado el momento de mudarme, e iniciar mi nueva vida en una residencia, tan solo unos meses atrás todo era completamente diferente, no tenía esperanzas ni visión a futuro, hoy en día se quien soy, que es lo que quiero, y con ayuda de Dios voy encaminada a sus planes.

- ¿estas bien? -se acerca a verme con duda-te quedaste en silencio.

-Últimamente me pasa seguido-nos reímos-si estoy bien, solo pensaba en mi vida, en todo lo que pasó este año, todavía no caigo en todo el trayecto vivido hasta ahora.

-Se que es duro, ya no vivir con tu familia, tener que vivir sola en una residencia, mas todos los problemas familiares y personales que tienes, sin duda ha sido un año desafiante, pero tu puedes con todo esto, Dios esta de tu lado, apoyándote, ¿no ves donde estas? Lo lograste cariño, eres fuerte y valiente sin duda.

-Gracias Estela, por abrirme los brazos y recibirme en su familia, son una parte fundamental del cambio, y sin duda se dejaron utilizar por Dios, los quiero.

-Nosotros te queremos más.

Al borde de las lágrimas, abrazo con fuerza a la que se convirtió en mi madre estos últimos meses, que, con mucho amor, recogió los pedazos rotos que tenia dentro, y me dio mucho amor.

-Perdón que interrumpa ¿están listas?

Me separo de Estela y sonrío con timidez a Peter, el cual me dedica una mirada cálida.

-Si, todo listo, solo falta llevar esta caja-contesta su esposa.

-A la orden.

Toma la caja rápidamente y sale de la habitación con nosotras dos detrás.

-Llego el día hermanita-me rodea con su brazo Aaron-Se que me vas a extrañar, pero cuando quieras podrás visitarme.

-Si, visitarte a ti-comenta su madre con un toque de burla.

-Mama-dice sorprendido-no lo esperaba de ti.

-Vamos querido, sube al auto.

Me rio y disimuladamente me burlo de Aaron, el cual me saca la lengua como respuesta.

-Nos vemos allá, manejen con cuidado.

-Si papá-asoma su cabeza por la ventana-Mia-me saluda.

-Matías-respondo con el mismo tono formal.

- ¿Creíste que me iba a perder el día de tu mudanza?

Rodeo el auto y tomo asiento atrás, mientras que Aaron se sienta de copiloto.

-Últimamente el señor anda muy solicitado, que nos honre con su presencia es un verdadero milagro.

Su risa ronca llena mis oídos haciendo que una pequeña sonrisa se escape de mis labios.

-Tiene razón hermano, andas muy perdido.

-Si lo sé, lo siento, el CBC de la universidad me tiene liquidado, estuve reuniéndome con mis compañeros para estudiar y realizar las entregas, estamos próximos a terminar y tiene que salir todo bien.

DIGNA (proceso de edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora