Capitulo 13

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Winter se despertó en la cama de la casa de seguridad de Karina. La peor parte era que ni siquiera era la primera vez que se despertaba de esa manera, después de que los planes de Karina para ella habían tomado un rumbo muy equivocado. La primera vez, después de la barra de lesbianas, había estado adolorida por la forma en que Karina y sus amigas la habían estado sacudiendo e inclinándola. Esta vez, se sintió como si todas sus articulaciones hubieran sido rellenadas con cemento. No podía creer lo rígida que estaba. Se sentía como si hubiera estado inconsciente durante años.

Pero al menos su mente era suya otra vez. Oh, ciertamente tenía un dolor de cabeza terrible. Pero cuando recordó su tiempo corriendo por la ciudad con el atuendo obscenamente vergonzoso que había sacado del armario de Karina, sintió lo que cualquier persona sensata tendría: niveles de vergüenza paralizantes y mortificantes. Todavía había algunos rastros vertiginosos y enloquecedores de orgullo y esperanza mezclados allí, pero podía tomar medidas drásticas contra ellos antes de que corriera el riesgo de que comenzara a escupir más basura sobre ser un superhéroe.

Gracias a Dios.

Winter también estaba desnuda. No estaba segura de si estar agradecida o no por eso.

Cuando trató de sentarse, sus músculos rígidos y débiles se rebelaron con tanta fuerza y ​​dolor que dejó escapar un gemido áspero y entrecortado que lastimó su garganta seca.

Inmediatamente después, la pila de ropa y mantas junto a ella se movió.

A Winter le tomó un momento frotarse los ojos llorosos darse cuenta de que la pila era, de hecho, Karina. Karina, que ahora la miraba con los ojos más grandes y preocupados que Winter jamás había visto en el héroe. Estaba sentada ansiosamente en una silla al lado de la cama de Winter, y hasta ese momento, obviamente había estado durmiendo allí. Parecía lo suficiente como un ser amado cuidando a su amado enfermizo que hizo que Winter se sonrojara.

Estas despierta?" Karina susurró, con urgencia y esperanza. "Oh, estaba tan... ¿cómo te sientes?"

"Uh..." Winter se frotó la cabeza y logró levantarse hasta quedar sentada, casi. "Estoy bien. ¿Creo?"

Su voz sonaba áspera como el infierno, y le dolía hablar. Karina se dio cuenta de inmediato y se apresuró a ofrecerle un vaso de agua que había dejado cerca. Winter lo tomó y bebió agradecida, aunque estaba más que un poco perturbada por el acto de niñera ansiosa de Karina.

"Cuando dices bien", preguntó Karina con cuidado, "¿a qué te refieres exactamente?"

"Significa que soy una escoria otra vez", respondió Winter maliciosamente, una vez que pudo. "No es algo a medio camino entre una muñeca sexual y una figura de acción de superhéroe de mierda".

Esperaba ver punzadas de culpa en el rostro de Karina, pero parecía demasiado aliviada para registrar otros sentimientos. Ella se estremeció por un momento y dejó escapar un largo y cansado suspiro.

Lo que siguió fue un silencio incómodo. Winter no quería ser quien lo rompiera, pero después de unos largos momentos, sus propios sentimientos de remordimiento la obligaron a hablar.

"Esa chica. ¿Tzuyu?" ella dijo. "¿Lo que le ocurrió a ella?"

"Ella está bien", respondió Karina. "La llevé a un hospital y la puse en manos de un médico en quien confío. La han estado cuidando y ayudando a arreglar su cabeza. He estado recibiendo actualizaciones. Ella está bien".

Ahora fue el turno de Winter de dar un suspiro de alivio. No estaba exactamente segura de cuánto de las desventuras de esa noche merecía culparse a sí misma, pero se sentía culpable por todo. Ella no era un monstruo, después de todo, sin importar lo que Karina pensara de ella.

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