CAPITULO 4 (revisado)

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Ellie estaba flipando con la cantidad de gente que había en Ocean-side, había multitud de puestecillos que adornaban la ciudad, le daba un toque bastante veraniego, aun me recordaba a las veces que viaje de niña con mi familia a aquellas costas llenas de sal y arena. 

Sujetaba una bolsa llena de algunas verduras frescas que había cambiado por unos cartuchos, termine por cedérsela a Alec debido al peso y la pereza de cargarla yo misma.

Por el momento no me había sonado ninguna cara de mi pasado, pero sí sé que había algunos ciudadanos de Alexandria ya que en las conversaciones de la gente salía ese lugar.

Estuvimos mirando casi todos los puestecillos y Ellie terminó por querer dejar de mirar, se aburría desesperadamente, por lo que decidió acercarse a la orilla, obviamente Alec y yo la vigilábamos desde lejos. No pasaron ni cinco minutos que ya se encontraba jugando con unos niños jugando con la arena, al parecer sí que había conseguido hacer amigos.

Una niña con una blusa de florecitas sujetaba un cubo azul, a su lado un niño moreno de rizos sujetaba otro de estos rojo, iban cantando lo que parecía una especie de canción.

Pensé en acercarme pero decidí mirar desde lejanía, aún así seguía controlando la situación sin apartar la mirada.

Vaciaron sus cubos llenos de conchas, era que algo que Ellie y yo solíamos hacer, ir a recoger conchas en  la orilla del mar.

La sonrisas de los niños que se encontraban al rededor haciendo lo mismo, me daban vida. Y todo parecía perfecto, hasta que el grito de dos de las niñas se hizo presente.

El de la chica de la camisa de flores y el de Ellie.

-¡Mama!

-¡Allana! -gritaron las dos al unísono, Ellie me buscaba desesperadamente con la mirada. 

Enseguida corriendo me aproxime hasta donde ellas estaban jugando con los demás chiquillos. Alec repitió mi movimiento.

-¿Qué ha pasado Ellie? -dije atrayéndola hacia mi. Me arrodillé y coloqué mis manos en sus mejillas intentando buscar una explicación, que a pesar que la tenia a unos centímetros de mi tarde en verla.  Alec sin embargo fue más rápido.

-No puede ser... -susurro Alec viendo esa mascara horrible enterrada con algo de arena.

Sabia que significaba eso, sabia a qué comunidad pertenecía esa mascara.

-¿Qué pasa cielo? - una voz que en ese mismo momento no supe reconocer, se hizo presente en es mismo momento.

Levante mi cabeza posicionando a Ellie a mi derecha, me quede helada al ver quién era la que intentaba calmar a la otra niña, con la que jugaba Ellie alegremente.

Mi cabeza no tardo mucho en reconocer aquella persona. Y ahora me miraba de la misma manera en la que me miro cuando estaba atada a aquel árbol. 

Me quede mirando fijamente a aquella mujer de rastas y color chocolate.

Enseguida nos reconocimos la una a la otra.

La pequeña que Michonne sostenía en brazos no lograba descifrar quién era, pero esa mirada me resultaba tan familiar.

Las miradas no desconectaron ni un solo segundo, y a decir verdad no me daba ningún miedo, ya no me podrían hacer nada, no después de tantos años.

Después de este incómodo reencuentro, se digno a hablar.

-Vete a jugar con tío Daryl cariño y llévate a MJ -ordeno con sutileza a la niña.

¿Tio Daryl?

TWD: Te quiero {Carl Grimes} #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora