One-Shot Klaroline

Promises Are Made To Be Broken

A pesar de que prometió mantenerse alejado, Caroline no puede permitir que cumpla esa promesa.

Promises Are Made To Be Broken by venomandchampagne (sushibunny).

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Comenzó con un texto.

Klaus estaba a la mitad de una botella de whisky escocés, como se había convertido en su ritual nocturno, cuando sonó su teléfono.  Esperando que fuera Marcel o Elijah con algún tipo de asunto irritante pero urgente, de mala gana sacó su celular, frunciendo el ceño profundamente ante el objeto ofensivo antes de encender la pantalla.

Su ceño se convirtió en una mirada de sorpresa cuando leyó el nombre en la pantalla sobre el indicador de mensaje de texto.

Caroline.

Habían pasado 16 días, no es que los estuviera contando, desde que la había dejado en el bosque, prometiendo no volver jamás.  Cierto, todavía tenía la esperanza de que ella algún día vendría a él ella misma, pero esperaba que eso pasara en años, incluso décadas, de distancia.  No meras semanas.

Si él no hubiera sido un ser inmortal todopoderoso de mil años, sus palmas podrían haber estado sudorosas cuando levantó el teléfono e ingresó el código de desbloqueo para leer su mensaje.  Pero él lo era y ellos ciertamente no lo eran.  Y definitivamente no tuvo que limpiar la pantalla con la manga para leer el texto correctamente.

Hola, ¿qué tal?

Fue corto y dulce, tan dulce como podrían ser al menos las palabras en una pantalla.  Klaus se quedó mirando las palabras en silencio durante unos momentos, el tiempo suficiente para que la luz de la pantalla se atenuara, con el ceño fruncido por la confusión mientras daba vueltas a las palabras dentro de su mente.  Ella no parecía estar en problemas, lo cual había sido su primera suposición;  ciertamente no había sido que se hubiera dado cuenta de que quería estar con él, no, eso sería ridículo.  Parecía ser un saludo normal y amistoso.  Lo que quizás era aún más confuso para él.

¿Por qué lo estaba contactando, si no por alguna razón específica?  Ella había dejado perfectamente claro durante su último encuentro que no tenía lugar en su vida para él, así que ¿por qué enviarle un mensaje ahora?  A menos que ella estuviera trabajando para pedir algo, tratando de halagarlo con bromas, tal vez.  Bueno, Klaus Mikaelson no era cobarde, ¡lo descubriría!

Despertando su pantalla por tercera vez, presionó 'responder', haciendo una pausa por un momento antes de decidir qué decirle.  Prácticamente podía escuchar a Rebekah en su cabeza regañándolo por no actuar mejor que los chicos de secundaria con los que siempre andaba.

Hola amor.

Eso era bastante ambiguo, decidió.  No la haría huir, ni la insultaría, ni rompería la frágil relación que aparentemente tenían ahora.  Si perfecto.

Klaus se quedó mirando el teléfono mientras esperaba su respuesta, definitivamente sin pasearse por la habitación.

Un minuto después volvió a sonar, el nuevo mensaje se abrió a una velocidad récord.

"¿Es esto raro?  Yo enviándote un mensaje de texto".

Klaus sonrió.  Estaba nerviosa, podía decirlo claramente, incluso si no podía ver la forma linda en que seguramente se mordía el labio.  Esto le dio una ligera ventaja en el juego que siempre parecían estar jugando.

"Para nada, amor.  Siempre puedes hablar conmigo".

Esperó ansiosamente su respuesta, apurando lo último de su vaso y sirviéndose otro.