One-Shot Klaroline

The Confrontation

Caroline le cuenta a Lizzie sobre The Merge // Lizzie pregunta por qué Klaus se fue.

Klaroline Family Drabbles by xKlarostylesx.

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"¿Mamá?"

Caroline al instante levantó su cara manchada de lágrimas de las palmas de sus manos para encontrarse con la mirada preocupada de Lizzie desde el otro lado de la habitación. Ni siquiera se dio cuenta de lo rápido que pasó el día escolar y ya era la hora del almuerzo, bebiendo un segundo vaso de whisky que había estado junto a su codo desde la mañana.

"Hola cariño." Caroline saludó con un sollozo, secándose las lágrimas debajo de sus ojos. "¿Pensé que estabas estudiando durante tu hora de almuerzo?"

Lizzie tragó, observando la apariencia de su madre con los ojos rojos e hinchados y las mejillas llenas de lágrimas.

"¿Por qué estás llorando?" Ella se preguntó.

A pesar de su angustia, Caroline tuvo que dejarlo a un lado y ver a su hija se lo recordó. Todavía tenía una escuela que dirigir e hijas que criar, señalando la ausencia de Klaus como un 'tiempo libre para trabajar en NOLA' con una sonrisa falsa y temblorosa cada vez que preguntaban. "Fíngelo hasta que lo logres" era una frase que Caroline conocía muy bien.

"No es nada." Ella se sacudió con una sonrisa vacilante.

"Obviamente es algo". La bruja de pelo trenzado desafió.

"¿Qué quieres, Lizzie? Realmente no tengo tiempo para hablar. Estoy muy ocupado". espetó Caroline.

Lizzie se burló. "Sí, puedo ver eso." Asintiendo con la cabeza hacia la bebida. "Pero bien, podemos saltarnos la charla de madre e hija y ir directo al grano. Quiero saber por qué nos has estado mintiendo".

Los ojos de Caroline se abrieron y se le hizo un nudo en la garganta ante la acusación abrupta y precisa.

La farsa funcionó el primer día, pero Lizzie solo se volvió más persistente. Constantemente molestando y señalando los agujeros en la historia inventada, principalmente Klaus esquivando sus llamadas telefónicas; nunca ha hecho eso desde que pudo usar un teléfono.

"Yo-yo no sé lo que quieres decir-"

Ella sacudió su cabeza. "¡No hagas eso, por favor no me hagas más idiota de lo que ya lo has hecho!"

"Baja la voz. La escuela todavía está en sesión". Caroline demandó en un tono silencioso.

La joven bruja telepáticamente cerró la puerta detrás de ella, ganándose una mirada de su madre.

"Quiero saber qué le pasó a Klaus, y sé que fue algo porque nunca antes ignoró mis llamadas telefónicas o mensajes de texto. Y definitivamente nunca regresa a Nueva Orleans sin al menos despedirse, al menos que sea emergencia o no".

Tres días.

Habían pasado tres largos e inquietos días desde la última vez que vio o supo de Klaus. Llamó a todos sus hermanos, pero tampoco sabían nada de él.

Caroline no podía quitarse esa mirada de la cabeza. Su rostro lleno de tanta repugnancia y traición que apenas podía reprimir su ira hirviente, no la había mirado así desde los primeros días de conocerse, cuando él era el enemigo y ella era del bando contrario al de el.

No es que ella no se lo mereciera, pero él ni siquiera se despidió antes de que ella tuviera que averiguar por su cuenta cuando sus cosas estaban empacadas y el auto perdido. Era el gran híbrido malo, era Klaus, por lo que no estaba necesariamente preocupada por su seguridad, pero no saber dónde estaba y si estaba mentalmente estable le causaba tanta ansiedad.