Juego entre hermanos

Capítulo 6

Habían pasado unos cuantos días desde su encuentro, Dee no podía estar más satisfecho. Cada noche recordaba y casi podía ver a Heavy, retorciéndose bajo sus caricias. Era algo inmoral, sabía que estaba equivocado, cada mierda de lo que hacía estaba simplemente mal, pero no podía evitarlo. Estaba increíblemente ansioso por su próxima cita, deseaba tocarle nuevamente, besarle y hacer una pila de cosas más que no tenían ni pies ni cabeza.

En cambio, Heavy se notaba cada vez más nervioso, cada día en el que se acercaba su reunión con el "hijo de puta malnacido" como se refería a él en su mente, le desesperaba. Temía que intentara algo más osado de lo que había hecho la última vez. No podía creer que incluso estando en contra de todo lo que él quería hacerle, sus manos eran tan habilidosas que lograron hacerlo alcanzar el orgasmo con una facilidad que le parecía sorprendente. No era para nada justo, seguramente ese tipo tenía experiencia.

No entendía por qué había decidido meterse con él, sabía que no debía haberse dejado llevar ese día en el baño, ¿Pero que mierda pudo haber estado haciendo ese pervertido con una cámara en mano en ese lugar? Era extraño, como si hubiese sabido lo que ocurriría, como si le hubiese estado acechando desde hace un tiempo atrás.

Tendría que utilizar su ingenio para descubrir quién era sin que este se percatara, no quería pensar en lo que ocurriría si se diera cuenta de que estaba haciendo todo lo posible y rezando a todo lo que conocía porque cometiera un error, con el más mínimo error sería suficiente.

Pensó en entrar a la habitación de Dee, él solía tener muchas cosas extrañas, quizá alguna de ellas podría ayudarle a descubrir la verdadera identidad de aquel pervertido o mucho mejor, eliminar de forma inalámbrica el video con el cual le estaba amenazando. Se levantó de su cama y caminó a la habitación de su hermano, estuvo a punto de abrir la puerta sin golpear. Pero se detuvo, aún recordaba el trato que tenían hace unos cuantos meses. Si entraba como solía hacerlo siempre, tendría que estar una semana escuchando su aburrida música pop.

Golpeó un par de veces la puerta, esperando que le dijera que podía pasar. Pasaron unos segundos, y no escuchaba absolutamente nada. ¿Era posible acaso que hubiese escapado de nuevo de casa? No podía haberse ido, golpeó nuevamente, insistiendo. Tenía unas ganas enormes de derribar la puerta, su hermano no podía fallarle nunca, no en ese momento en el que más lo necesitaba.

Pese a que sabía que se molestaría si entraba sin que le diera permiso, golpeó por última vez, prometiéndose a sí mismo que si no contestaba entraría de todas formas.

- Sé que no te gusta que entre sin que me dejes hacerlo, pero tengo que hablar contigo. - dijo abriendo la puerta de sopetón.

Dee tenía los audífonos puestos, pero no los pequeños que usaba usualmente si no aquellos enormes que aislaban el sonido, pudo haber pasado una estampida de elefantes a su lado y no se hubiera dado cuenta. Al sentir como la puerta se abrió con tanta violencia, saltó y lo primero que hizo fue apagar lo que fuera que estaba haciendo. Heavy no pudo ver con claridad de qué se trataba, pero no le prestó importancia, pensando que seguramente era su teléfono celular, sabía que su hermano era una mercancía deseada en la escuela y que por ello podría tener una novia secreta...o quizás dos, en realidad, no tenía idea.

- Heavy, ¡¿Qué mierda?! ¿Sabes que significa que hayas entrado así?

- Lo sé, música pop por una semana.

- Te digo que no es música pop.

- Bueno, lo que sea, quería preguntarte algo. ¿Sabes cómo eliminar videos de una cámara sin tenerla en tus manos?

- ¿te refieres a de forma remota?

- Exacto.

Dee supo de inmediato a lo que se refería, tenía que fingir ayudarlo, no podía descubrir que era él en realidad el que estaba detrás de todo. – Si, sé cómo se hace, pero tendría que saber que estoy buscando para saber que debo eliminar.