Capítulo 7

492 36 62
                                    

Heavy se levantó de la cama algo somnoliento, casi no había podido cerrar los ojos en toda la noche, los recuerdos del día parecían no querer ser borrados de su mente, llego incluso a pensar que lo mejor sería tomar unas cuantas pastillas para dormir y así por fin conciliar el sueño. Se dio vueltas en la cama durante toda la noche y cuando por fin llegó el mañana estaba terriblemente malhumorado e irritado, todo era su culpa, si no hubiese sido tan descuidado, no estaría ahora en el aprieto del siglo.

Bajó a desayunar, eran aproximadamente las nueve de la mañana, ahí se encontró con toda su familia, estaban contando anécdotas graciosa, pero no se sentía de ánimo como para contar la suyas, de hecho, sentía que no había nada lo suficiente bueno como para que alguno de ellos lo supiera, desde hace aproximadamente tres semanas su vida se había transformado en un completo desastre, deseaba volver tanto al pasado, encontrarse con el sí mismo de aquella época y decirle " no seas imbécil ¿acaso no puedes esperar hasta llegar a casa para tener tu momento feliz?" Se habría ahorrado tantos problemas si las cosas hubiesen salido bien.

Se sentó a la mesa y Glam le sirvió un plato de huevos con tocino, comenzó a comer lentamente, aún sentía sus tripas apretadas.

- ¿Estás bien, Heavy? – Preguntó su madre, dándose cuenta de su triste mirar- Usualmente sueles estar más animado, sobre todo cuando es fin de semana.

- Es solo que he tenido demasiada tarea, parece que los profesores piensan que no debemos tener ni una pisca de tiempo libre. - Lanzó esa excusa al aire pensando que era algo tan normal que probablemente lo creerían sin duda.

- ¿Por qué no le pides ayuda a Dee? Aunque vaya a clases diferentes a las tuyas creo que podrá hacerlo.

- No tengo ningún problema con ello. – Dijo Dee, todos lo miraron como si se hubiera transformado súbitamente en un huevo frito. - ¿Qué? A veces puedo hacer las cosas sin protestar, además, necesito algo con lo que entretenerme durante la tarde.

- Perfecto, tu hermano te ayudará. – Dijo Glam. – Mientras tanto, nosotros iremos a ver a tu Tío Chess.

- ¿Qué le pasó ahora?

- No lo sabemos, nos dijo que no podía decirlo por teléfono, creo que está en la cárcel por cuidar algo de "mercancía" de uno de sus amigos. – Respondió Victoria, mientras masticaba con la boca abierta.

- Creemos que es demasiado que ustedes nos acompañen, después de todo, esto es un problema de adultos. La comida ya está lista, cociné Lasaña, lo único que tienen que hacer es calentarla a la hora de almuerzo, les llamaremos cuando hayamos solucionado el problema, pero conociéndolo, seguramente tengamos que quedarnos en su casa a dormir. ¿Podemos confiar en ustedes y dejarlos solos? – habló Glam, mirándolos fijamente a los dos.

- Prométanos a mí y a si padre que no harán nada estúpido, no quiero fiestas ni reuniones, ni siquiera un amigo, si volvemos y la casa está en llamas, tendrán serias consecuencias ¿Entendido? - La mujer los apuntó con el tenedor, salpicando un poco de huevo en la cara de Heavy, que se limpió con molestia.

- Si, entendido, solo vayan, estaremos bien. - murmuró el pelirrojo con voz molesta, limpió su plato y lo llevo a la cocina. Se despidió fríamente mientras sus padres se preguntaban cuando sus hijos habían intercambiado cerebros.

Después de un rato los adultos se marcharon, Dee caminó a su habitación acompañado de Heavy, estaba consciente de que todo lo que estaba haciendo estaba destruyendo lentamente el espíritu y la vida de su hermano, pero a esas alturas ya no podría detenerse, incluso si contara toda la verdad, en su vínculo existiría una inmensa puñalada que jamás sería capaz de enmendar, era algo irreparable en su relación y a pesar de que sabía que estaba más que equivocado, nunca había sentido aquello, ese deseo de monopolizar, de querer con tantas ganas de que algo sea tuyo y solamente tuyo, no poder ser capaz de compartirlo, le llenaba de alguna retorcida forma que no sabía que sería capaz de sentir algún día.

Juego entre hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora