Extra

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Pasado

-Vamos al cine.

- ¡¿Qué?! ¡¿De verdad?! – exclamé muy emocionada– eres el mejor.

-Sí, lo se...

- ¿Qué película deberíamos ver?

- Tú escoge.

-El titanic.

-No entiendo, ¿Por qué a las mujeres les gusta esa película?

-Es por el trágico final que tuvieron Rose y Jack, sus vidas eran tan diferentes... me pregunto si seguirían juntos si hubiera sobrevivido, como sea Jack dio su vida por salvarla, ella continuó con su vida...

-Vayamos a ver esa película.

En cuanto llegamos al cine empezamos discutir por quien pagaría las entradas, pero el insistió en pagarlas. Acabe aceptando con la condición de que pagaría las bebidas y las palomitas, él volvió a negarse, pero lo amenazo con que si no me dejaba pagar no entraría y no tuvo más remedio que aceptar.

Una que vez que comenzó la película no puede parar de reír y llorar, no importaba cuantas veces viera esa película siempre me haría sentir las mismas emociones, odiaba tanto saber que no terminarían juntos y por alguna razón siempre me imaginaba con la idea de que tendría un final diferente, pero siempre era el mismo y lo peor es que ya lo sabía.

-Jack... se murió –su voz se rompí en llanto – noooo... revívanlo.

-Cuando la historia ya está escrita el final ya no se puede cambiar – me dice Max ofreciéndome un pañuelo.

-Es tan injusto – dije sonándome la nariz.

-No siempre puedes conseguir lo quieres – suspiró.

- ¿Por qué siento que me estas regañando?

-Mírame – pidió Max.

Me volteé hacia él con los ojos llenos de lágrimas y me quedé inmóvil al sentir sus labios sobre los míos. Fue tan inesperado que no supe cómo reaccionar, quería empujarlo, pero acabé cerrando mis ojos dejando que las lágrimas siguieran deslizándose por mis mejillas. Cuando se alejó salí corriendo del cine sin darle tiempo de hablar, me sentía abrumada y confundida, primero Ian y ahora Max.

¿Qué se supone que debía hacer?

Después de ese día empecé a ignorarlo y cada vez que trataba de acercarse a mí me las ingeniaba para huir, no tenía la valentía suficiente para enfrentarlo. Era mi mejor amigo al igual que Ian, pero aquel se había sentía muy diferente al que Ian me había dado. Ya era tarde y no podía dormir de tanto pensar sobre lo que estaba pasando.

Mi móvil sonó y al ver de qué se trataba volvió a bloquearlo, pero volvió a sonar de manera insistente.

Suspiré y abrí el chat.

Al ver lo que decía casi se me salen los ojos y por poco me da un infarto, Ian se encontraba a fuera de mi dormitorio.

-Está loco, si lo descubren nos meteremos en problemas – dije entrando en pánico – voy a matarlo.

Me asome a la ventana y hay estaba.

-He, Rapunzel deja caer tu cabello para que pueda subir.

- ¿Ves películas de Barbie?

Sonrió dulcemente –Tengo una hermana, ¿recuerdas?

Le seguí el juego.

-Mn, no tengo el cabello tan largo, mi príncipe y no quiero quedarme calva.

UN ÚLTIMO ADIÓS (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora