Capítulo 7

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Max

-A sido una noche muy entretenida - comentó.

-Sí, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que fui a un karaoke.

- ¿Cuánto exactamente?

-Tres años y tres semanas - dije, sonado nostálgico - se siente bien volver a ir a lugares que había dejado de frecuentar - me senté en uno de los columpios.

-Este lugar es especial para ti, ¿cierto?

-Tengo muchos recuerdos en este lugar... después de clases solíamos venir aquí - sonreí con tristeza - nos balanceábamos con fuerza mientras reíamos como locos.

Sentí un dolor en pecho al cada vez que veníamos a este lugar.

- ¿Ella te sigue gustando? - preguntó, pude ver el temor en sus ojos.

Respiré profundo -No, pero creo que el motivo por la cual sigo recordándola... es porque siento culpa y remordimiento, cuando ella murió estábamos enojados - mis ojos se cristalizaron - me negué a despedirme de ella... pensé que la volvería a ver y arreglaríamos la cosas, pero lo único que recibí fue una llamada donde me dijeron que había fallecido en un accidente de auto.

Necesitaba desahogarme, necesitaba contarle a alguien como me sentía en ese momento porque sentía me ahogaría de tanto contenerme. Desde que ella murió había estado soportando todo por mi propia cuenta, pero entre más tiempo pasaba sentía que mi pecho explotaría de tanto resistir.

Cuando me iba a levantar ella me abrazó con tanta fuerza que casi nos caemos al suelo, aquel abrazó fue tan reconfortante. No quería soltarla, quería que ese momento fuera estreno.

-Está bien si quieres llorar, no retengas más dolor en tu corazón - ella se puso de puntillitas y rodeó sus manos mis mejillas -estoy segura de que ella no quiere que te sientas así, ella no quiere que recuerdes este lugar con tristeza sino con alegría. Deja de culparte, debes soltarla y liberar ese peso que sientes dentro de ti.

-No sé cómo hacerlo, no sé cómo dejar de sentirme así - dije, con voz apagada.

-Has dado el primer paso, te has abierto a mí ahora déjame encargarme a mí.

Dejé caer mi cabeza en su hombro -No quiero sonar como un aprovechado, pero quieres quedarte conmigo en mi departamento... no quiero estar solo.

[...]

- ¿Palomitas?

-Si, por favor.

- ¿Qué película quieres ver? - pregunté.

-Terror.

-Pensé que elegirías romance.

-Me gustan las películas de terror, generoso asesinos seriales o paranormal, aparte de los documentales - me dice muy emocionada.

-Ahora entiendo porque dicen que las apariencias engañan.

-No te dan miedo las películas de horror, ¿cierto?

-Soy muy valiente -dije, sonando muy confiando.

Allison eligió la película la monja habían pasado ocho meses desde que se había estrenado y debo decir que yo no era muy fan de las películas de terror. Solo que prefería el género de acción, comedia, ficción y fantasía, pero como podía negarme cuando ella me miraba con unos ojos tan encantadores.

Había pasado un tiempo desde que la película había pasado y debo decir que pobres monjas, y la hermana Irene que me pone de nervios por no darse cuenta que la monja endemoniada estaba de ella, ni pobre corazón estaba sufriendo mientras cubría mis ojos con mis manos y dejaba mis dedos entre abiertos, di un brinco cuando se giró y de la nada la empujó contra la pared. Yo me ya me hubiera ido corriendo de ahí y no regreso nunca jamás.

UN ÚLTIMO ADIÓS (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora