. • Viviendo con el enemigo • .

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Todos hablan de la inocencia de los niños, que "no hace falta explicarles algo porque no lo entenderían". Los niños no son estúpidos, solo son ignorantes, y eso suele ser bueno, ya que permite que vivan su infancia de la manera más feliz y tranquila posible.

Los padres están ahí para proteger a sus hijos del peligro

Pero...

¿Qué pasa cuando los padres SON el peligro?

¿Quién te protege?

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Como niño quieres muchísimo a tus papás, TIENES qué hacerlo, los necesitas. Entonces, cuando uno de ellos hace algo digno de un villano, no estás listo para reaccionar.

"Me das miedo, pero te necesito"

Todos siempre dicen "tus papás son tu fortaleza", "dile a tus papás, ellos te ayudarán", tus papás esto, tus papás lo otro. Se supone que sean tus ídolos, tus héroes, pero un niño que está pasando por esto, viendo cómo sus padres se destruyen entre ellos no tiene a quién recurrir.

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Como niño, tampoco te das cuenta de la gravedad del asunto, sabes que te causa terror, sabes que causa dolor, pero no tienes la necesidad de contarlo.

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Además, ¿De qué serviría contarlo? Puedes pensar.
Si lo dices y alguien más decide meterse, el problema se puede hacer más grande, y eso es lo ÚLTIMO que quieres que pase.

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Una vez lo intenté, intenté ser fuerte
Mi mamá y yo ya teníamos el presentimiento de que algo iba a pasar, así que me dijo que llamara a mi abuela paterna en caso de que sí.

Cuando ese tipo de show empezó, me escabullí al cuarto donde estaba el teléfono, y le marqué a mi abuela con la voz más temblorosa del mundo.

Era la primera vez que me atrevía a hablar
Le dije que por favor viniera, que la necesitaba.

La espera fue eterna, esperar viendo al teléfono, mientras escuchas ladridos, aullidos, gritos, golpes y vidrios rotos de fondo.. ¿Por qué un niño debe pasar por eso?

Cuando te sientes inseguro y asustado, lo primero que haces es llamar a tu mamá o a tu papá, pero en este caso no puedes llamar a nadie. Solo puedes quedarte callado hasta que se acabe o te quedes dormido.

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Cuando llegó, ya todo se había calmado, era de madrugada y mi papá todavía se molestó en recoger todo para recibir a su mamita.

No recuerdo qué pasó y le dijo exactamente, solo recuerdo a mi abuela y tía del lado de mi mamá, sentadas en la mesa del comedor mientras mi papá les hablaba parado y estando a la defensiva.

Obviamente apenas me vieron me mandaron a mi cuarto, como podrás imaginar, no fue de la mejor manera.

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Quiero pensar que mi abuelita lo puso en su lugar, le dio una lección, pero más bien creo que el muy cobarde se fue de ahí sin más.

Mi padre tiene mamitis, pero no iba a aceptar que está mal, así que simplemente se fue y regresó al día siguiente a pedir perdón.

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Desearía poder decirte que desde ahí todo eso quedó atrás, pero no. No se queda solo en mi infancia.

Responsable de ser Víctima Donde viven las historias. Descúbrelo ahora