Las 20 cartas que te escribí pero nunca te envié.

Miedos.

Desde la oscura y fría noche escuchaba anhelante el sonido del mar, a su orilla solo quedaba yo y unos cuantos brillos de la luz de la luna que se reflejaban con el agua.

Rogaba al mar que me consumiera, que al pasar por la ola más alta yo dejara la tierra y me regresar.

Comencé a cantar con la mirada al cielo esperando a que alguien me escuchara y contestara.

Me 9use de pie y bailaba con el compas del viento y sentía que volaba como las aves, y que el aire era mi gran aliado para poder elevarme.

Al final alguien contestaba todo lo que preguntaba y todo era poco entendible para los demás pero para mi era tan real, como su de otro idioma se tratara donde solo yo podía entender.

Una de sus últimas frases fue:

Despierta…despierta y afronta la vida, por que no es ni será un sueño es la cruel u maldita realidad.

Tu hermosa condena será nunca poder soñar de nuevo.

Hoy en día me doy cuenta que yo me desaparecía de mis miedos, de mis problemas hasta de mis inseguridades.

Tenía miedo a las personas, ya que ellas provocaban mis quiebres, mis colapsos.

Tenía miedo a crecer , por que odiaba los nuevos comienzos y el conocer cosas nuevas me parecía aterrador.

Tenia miedo a llorar, por que había veces que sentía que ya no podía parar en ningún momento de hacerlo.

Tenis miedo a estar rodeado de personas, por que nunca me podían comprender.

Tenía miedo a salir al exterior, sentía que cuando lo hacía me perdía y no sabría como regresar.

Pero a pesar de todo me aferre a la realidad, me aferraba a soñar y que esos sueños se hicieran totalmente realidad.

Vamos a enfrentar nuestros miedos para que ya no tengamos la necesidad de ir a perdernos a la orilla del mar.

Nota:

Se acerca el final de estas cartas...se acerca el final de mi proyecto más personal.

Es momento de soñar volando.

La ranita se despide.🐸🖤🧿