one

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Pedro realmente se cuestiona que sucedió, ¿en qué momento Ferran dejó de ser él? Fue todo tan progresivo que no se dio cuenta el momento en el que Ferran dejó de sentir lo que sentía por él, el momento en el que permitió que su chico de ojos bonitos se enamorara de alguien más. ¿Fue mal novio? Quizás se centró demasiado en los partidos y entrenamientos en lugar de centrar su atención en él. En su cama recordaba todos los sucesos, aquella última conversación con su exnovio.

—¿Es verdad? —Le preguntó el canario al valenciano, este no parecía entender que era lo que sucedía. Se sentó frente a él, confundido.

—¿Qué cosa es verdad? No entiendo, Pedri. —Pedri. Nunca pensó que le dolería que una persona le llamara por su apodo de fútbol, estaba tan acostumbrado a él que realmente no le importaba demasiado, pero desde que inició una relación con Ferran, el valenciano nunca le llamó así, siempre buscó un mote cursi para él. Mi canario, pedrito, amor, lo que saliera de sus labios mientras no sea Pedri o Pedro le bastaba, pero en ese momento tenía al valenciano llamándolo como todos lo hacían.

—Tu noticia con la chica. —Ver la cara de Ferran le hizo entender un par de cosas. Sentía que alguien estaba apretando su corazón y no le daba descanso. Dolía solo ver su cara, no quiere saber cómo se sentirá cuando se lo confirme.

—Es verdad. —Definitivamente sintió su corazón doler, la afirmación hizo que un leve dolor de cabeza apareciera en él. Restregó su cara con su mano derecha para luego ponerse sus manos en la cabeza, sin ser muy capaz de procesar todo lo que le estaban diciendo en cara. Lo admitía sin ningún remordimiento, como si no fuera importante para él. ¿Realmente es importante para él?

—¿De verdad no te importo ni un poquito para que lo admitas como si nada? —No sabe decir que fue lo que le dolió más, la infidelidad o que lo haya admitido sin ningún rastro de remordimiento en su rostro favorito, bueno, no tan favorito ya que Ferran no le respondió, ese silencio lo terminó de matar. Está vivo pero lo mataron por dentro. Sintió una pequeña lágrima cayendo por su mejilla. —Sal de mi casa. —Ferran salió de su casa tras recoger sus cosas, el sonido de la puerta retumbó en sus oídos y realmente sintió como su corazón se partió en dos pedazos o más.

Su primera reacción luego de lo que había sucedido fue llamar a Gavi, él estaría con él, sí, eso. Cogió su celular con manos temblorosas, un suspiro tembloroso abandonó sus labios. Miraba su celular de forma borrosa (que aumentaban porque su fondo de pantalla era una foto con Ferran) a causa de las lágrimas que se acumulaban en sus ojos, hasta el momento, ningún llanto había salido de sus labios pero cada vez se sentía más tentado a soltar uno. Las lágrimas ya habían empezado a caer en el celular pero justo pudo presionar el botón de llamada, jugueteó con su pierna mientras escuchaba el teléfono sonar y cuando la llamada fue contestada del otro lado simplemente no pudo más y su llanto incrementó.

—Pedri, ¿sucede algo? ¿Cómo estás? —Pablo solo pudo escuchar los sollozos de Pedri, obviamente aquello lo alarmó muchísimo.

—Ven, te lo ruego. —Arrastró las palabras y vagamente se pudo entender debido a los sollozos que salían de su boca.

—Ya voy en camino, hablamos cuando llegue. —Ambos realmente agradecieron que Pablo no viviera demasiado lejos de Pedri, pudo llegar caminando y realmente rápido. El sevillano abrió la puerta, alarmado y corrió mientras buscaba a Pedri. —¡Pedri! ¿Dónde estás? —Corrió por la casa que ya conocía en busca de su amigo, cuando abrió la puerta de su cuarto pudo ver a Pedri temblando por los sollozos que ocultaba su almohada. Sintió enojo por la persona que había dejado en ese estado a su amigo, queriendo explotar e interrogar a Pedri para ver que cuerpo debía de enterrar el día de hoy pero se tuvo que contener por respeto a él.

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