—¿Hinata necesita algo más?— preguntó Neji al ver que Tenten no había dicho nada al ser una persona de rango inferior, no podía hablar hasta que él lo hiciera, un encuentro bastante diferente al primero que habían tenido.
—Joven amo...le pido disculpe mi intromisión, pero si me lo permite, me gustaría hablar algo con usted...en privado.— su voz era entrecortada por haber corrido hasta él.
Neji sabía que era Hinata la razón por la que lo buscaba, no había nadamás para hacerlo. Quería decirle que no tenía porque meterse en asuntos que no le conciernen, que se fuera de su vista, pero ella se veía realmente determinada y con la frente en alto, como aquella vez en el juicio, aún cuando se veía mal físicamente por la falta de sueño y comida, además de estar sucia, notó como se mantenía renuente ante su inocencia, con la mirada hacia el frente sin decir más porque ya lo había dicho todo, solo esperando el final que se le impusiera. Así que eso fue suficiente para llamar su curiosidad, preguntándose que tenía que decir exactamente una simple doncella.
—Bien...— cedió, ahora no le sonreía ni parecía feliz de verlo, todo lo contrario, parecía estar bastante molesta con él, pero aún así, parecía seguir sin temerle. Además, le daba puntos extras por estar siendo sincera con su sentir, algo que pocas personas hacían frente a él, siempre mostrando una máscara de sonrisa falsa, fuera cuál fuera la situación, nunca mostraban su verdadera personalidad.
Tenten sonrió, no creyó que lo lograría, Neji tenía muy mala fama en el palacio.
El castaño no perdió detalle de cada uno de sus gestos, aquella chica era tan expresiva que ni siquiera parecía notarlo, la seriedad y elegancia que había mostrado hacia apenas unos minutos en la habitación de Hinata se habían ido, ahora realmente mostraba quien era, esa chica que le sonrió dulcemente aquella vez.
Lo siguió y se detuvieron en su estudio, esperó que Hinata no preguntara por su ausencia tan larga.
Miró a todos lados de la habitación, era tan pulcro como el mismo Neji, olía bien y estaba decorado exquisitamente como todo el palacio. Pero no solo debía admirar el lugar, sabía que el castaño tenía una mano derecha siguiéndolo como ella a Hinata.
—Descuida, estamos solos, nadie sabrá de lo que se hable aquí...bien, ¿qué es lo que quiere de mí la doncella de mi prima?— preguntó Neji haciéndole una señal para que tomara asiento frente a él.
Tenten miró el gesto pero lo ignoró, en lugar de eso respiró profundo para tomar valor y hablar.
—Yo...quiero jurarle mi lealtad joven amo.— dijo decidida arrodillándose ante él.
Neji la miró con sorpresa por unos segundos, ¿en qué estaba pensando?, ¿su lealtad?, ¿por qué haría algo como eso?, ¿acaso ahora que sabía que él podría ser el próximo líder estaba tratando de ganarse su favor y traicionar a Hinata?, ¿lo estaba usando?.
—¿Por qué haría eso señorita Tenten?— era la primera vez que decía su nombre, algo que provocó sorpresa en la castaña, jamás pensó que él prestaría atención a su nombre.
Realmente necesitaba una respuesta, aquello lo había tomado desprevenido, la curiosidad que había tenido por saber lo que ella tenía que decirle había sido rebasada.
—Porque no quiero ver a la persona que salvó mi vida así de triste.— Neji no entendía que estaba diciendo, Hinata se pondría más triste si sabía que su doncella le juró lealtad a su primo que trataba de derribarla.
—Usted salvó la de ella primero, ¿no cree que esa cuenta ya ha sido saldada?.
—No me refiero a ese momento, si no a este mismo.— Neji la miró sin comprender—. La señorita Hinata me trata con amabilidad y cariño, nunca nadie había hecho eso por mí, más que mi señorita, es mi mejor amiga...ella me enseñó a volver a creer en las personas, con eso puedo decir que me salvó dos veces, así que aún le debo un favor.
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Mi Hermosa Doncella
FanfictionEl jardín se extendía entre sus pies y vestido blanco como un manto, era hermoso, y solo era para ella. El aroma delicioso de los lirios inundaba su fosas nasales, se sentía en el paraíso, no, estaba viviendo en el paraíso. La felicidad la inundaba...