How to know if you're falling in love? [Kubokai]

5% I need to talk to you

Aren Kuboyasu, cabello morado, ojos negros, lentes, muy temido por sus compañeros de la escuela ya que él y su familia formaban parte de una pandilla de vándalos. Alfa de 18 años quien se consideraba arromantico puesto que jamás se había interesado en alguien sin importar que sea hombre o mujer o su casta de nacimiento. Pero todo eso cambió cuándo conoció a un omega con rubíes en lugar de ojos, pero, ¿Exactamente quién es ese omega?, simple, el alumno nuevo y más criticado hasta el momento, Shun Kaido. Sinceramente quería hablarle pero no tenía el suficiente valor para hacerlo, es algo irónico a Kuboyasu no le temblaba la mano a la hora de matar a alguien, pero si le ponía nervioso acercarse a Kaido.

—Aren, ¿Vas a comer ramen con nosotros sí o no? —habló por última vez a su amigo quien estaba muy concentrado en sus pensamientos.

—¿Ah?, ¿Kusuo va a venir? —preguntó un poco, quizás muy desinteresado.

"Vaya vaya, ¿Yo que tenía que ver en esto?, ¿y si les digo que tengo cita con el oculista?", pensó el psíquico

—El cupón es para 4 personas e incluye gelatina de café —dijo aún sabiendo que eso iba a convencer a su amigo.

—Voy a ir —Kusuo comentó al escuchar su postre favorito.

—Falta alguien, ¿Y su invitamos Teruhashi? —preguntó el beta con una tierna sonrisa, aunque más parecía macabra.

Kusuo negó rotundamente al escuchar el nombre de aquella alfa de cabello azul oscuro.

—Hairo no puede, tiene entrenamiento de Basket —Aren aseguró mientras miraba su celular.

—¿Y…si invitamos a ese chico? —sugirió el único beta del grupo.

El corazón de Kuboyasu se detuvo, Nendo sugirió que Kaido vaya con ellos, esta es su oportunidad y tiene que aprovecharla.

—Bueno, ¿Es él o Takahashi? —habló tratando de no mostrase entusiasmado o algo por el estilo.

—Definitivamente este chico… ¿Nendo, puedes hablarle tú?

—Bueno… ¡Oye pequeñín!, ¿Te gustaría comer ramen con nosotros? —exclamó Nendo, captando la atención de Shun.

—¿Me lo estás diciendo a mi?

—Pues obvio, eres el único pequeñín de acá, ¿Aceptas o no?, porque ya nos vamos.

—¡Pero por supuesto que sí!

Aren debía hablarle, tenía que hablarle, esta es su oportunidad, suspiró y se acercó hacia Kaido.

—No nos dijiste tu nombre pero, yo soy Aren Kuboyasu, mucho gusto —sonrió tratando de ocultar su nerviosismo.

—Shun Kaido, el gusto es mío —le devolvió la sonrisa, pero no pudo negar que sus sonrisa era muy bella, llena de paz.

Dicho esto, Aren y Shun comenzaron a hablar mientras Kaido estaba en su celular, no podía ver lo que hacía pero estaba escribiendo.