Mis ojos empezaron a abrirse, mi vista estaba borrosa y no visualizaba mucho lo que había a mi alrededor. Visualice con lo poco que podía el lugar parecía una vieja cabaña. Olía a húmedo y sus troncos parecían podridos. Trate de mover mis manes, pero las tenías amarradas a una silla al igual que mis pies. Moví un poco mis caderas, pero un dolor tan fuerte me hizo detenerme. Vi hacia mi pecho y lo tenía tapado con una banda blanca con color rojizo por la sangre. Tenía que escapar de ahí como fuese.
Vi que al otro extremo del cuarto había una mesa y en sima de esta un cuchillo si lo obtenía quizás podría huir de ese lugar. Trate de liberar mis manos otra vez, pero escuche como alguien abría la manecilla de la puerta. Rápidamente me hice la dormida y relajé mi respiración, tenía que saber quién me había traído hasta acá. En la pequeña habitación entro un hombre de unos cuarenta años, empezó a caminar hacia mi dirección y cuando estuvo enfrente me observó por un par de segundos que yo sentí eterno.
-Yo sé que estas consienten - Su voz era firme y segura y al escuchar esto sentí más miedo aún.
-Habla chica vamos ¡Habla de una maldita vez! La tonalidad del hombre se volvió brusca y amenazadora, mi corazón palpitaba rápidamente, decidí enfrentarme a ese misterioso hombre. - ¿Quién demonios eres? Levanté mi cabeza y pude observar la expresión del hombre, era sombría.
-Vaya ¿Crees que te lo diré pequeña? El hombre empezó a dibujar una sonrisa en su rostro.
-Déjame en paz ¿Qué quieres de mí? Estaba confundida y muy asustada. El hombre se agacho para quedar a mi nivel.
-Valla, valla, de cerca eres tan hermosa ¿Qué are contigo pequeña?
- ¡Déjame en paz! El hombre se acercó más a mí y mis ojos ya estaban llorosos, los cerré con fuerza y antes de que algo más pasara alguien abrió la puerta de golpe, la luz se dejó venir y toda la habitación se ilumino. La chica entro a la habitación y al ver al hombre le dio una bofetada. El hombre cayó al suelo y su cara estaba desconcertada al igual que la mía. Yo a esa chica la conocía, pero no podría ser ella. Era imposible ¿Cómo?
- ¿Estas bien Adara?
-S, si lo estoy o eso creo.
-Salgamos de una vez Adara, vamos. Rápidamente Ana desamarro mis pies y manos de la silla y las dos empezamos a correr hacia la puerta. El dolor en mi pecho era inmenso, pero tendría que salir de ese lugar como fuese. Sentí como alguien tomo mi pie y caí al suelo.
- ¡Adara!
-Sal de aquí Ana, no se puede hacer nada- Definitivamente ese era mi destino ¿Acaso moriría? ¿Este era mi fin? El hombre me agarraba con fuerza del pie, le pegaba con todas mis fuerzas, pero era en vano.
-Adara ¡Quítate! En ese momento Ana corrió hacia donde yo estaba con cuchillo en mano y salto sobre el hombre. Yo me levante rápidamente y me aparte. Ana estaba ahorcando al hombre y le pegaba. Yo estaba totalmente confundida y estaba mareada mi respiración fallaba y empecé a toser. Pero lo que salió de mi boca fue sangre. Mis ojos veían borroso, pero luego lo que visualizaron fue sangre, sangre que salía del cuerpo de Ana. Corrí donde ella estaba, el cuchillo estaba clavado en su pecho. Era un impacto tan grande ¿Cómo paso esto? Vi al hombre este ya no reaccionaba y era demasiada la sangre en ese cuarto.
Me tenía que concentrar en Ana, para que no se fuera, tenía que ayudarla como ella lo había hecho conmigo, no la dejaría ir.
-Vamos Ana, resiste. No cierres los ojos ¿Entiendes? Vamos Ana, lucha. Mi voz era frágil, no sabía qué hacer.
La chica estaba llorando y tomo mi mano, su piel estaba muy fría me observo fijamente y abrió sus labios. -Adara, cuida el recuerdo de Sebastián. Cuida su memoria y recuerdo, solo te pido eso. Se que te trate mal antes. No olvides a Sebastián, no me olvi...
- ¡Ana resiste! No te puedes ir así, vamos abre tus ojos, por favor....
Sentí como su mano resbalaba de la mía hasta caer al suelo, sus ojos cafés ya no abrieron más y sus labios rojos como la sangre ya no volvieron a abrirse. Su corazón había dejado de latir amor.
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El fantasma que me amo
RomanceSer valiente significa no esconder lo que uno siente. Adara lo hizo a pesar de las adversidades que la separaban de su amor no correspondido. Ella acaba de llegar a su nuevo hogar en donde no es realmente feliz, donde desde el primer día empezara...