Capitulo 9

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Capítulo 9

Elena (Lena)

Estas ultimas semanas han sido duras, por no decir una pesadilla, los mensajes no han dejado llegar, paquetes con cosas que me gustaban cuando estaba en la universidad, incluso han llegado flores a la oficina. Estábamos vigilados completamente, no puedo ir al baño sin que al menos diez personas sepan dónde estoy.

El técnico del grupo de seguridad no ha podido localizar de donde envían los mensajes o una dirección de quien envía los paquetes y flores, pero todos sabemos que es Fabio, pero no han encontrado nada para confirmarlo.

Casi no salíamos, y cada día era más difícil ir a la oficina y saber que estábamos siendo vigilados, allí nadie se había dado cuenda, eran discretos y los que están dentro como Alonso o Valeria pasaban como empleados nuevos.

Por primera ves en semanas John debía ir a una reunión con los griegos, estaría sola, bueno sin él, porque sé que estoy rodeada de gente vigilándome.

-Solo será una semana Elena – me decía mientras sacaba la ropa para hacer su maleta.

- Lose, no estaré sola. – camino hacia el y tomo su rostro, como siempre su movimiento es tomar mis caderas. – No tengo muchas ganas que te vayas.

- Elena no digas eso, cambie esta reunión 3 veces, no puedo hacerlo nada más, si quiero seguir siendo parte de las opciones para el próximo proyecto como contratista. – pega su frente a la mía y lo beso, tomando yo la iniciativa, cosa que muy pocas veces hago, pero siento esta ansiedad, este vacío y ese miedo de saber que no estará cerca si pasara algo.

- Mírame – dice luego de unos segundos, cuando ya mi rostro esta escondido en su cuello. – Elena mírame, no pasara nada. Tienes casi la misma protección que el presidente y yo volveré pronto. – intenta ser gracioso, pero siento su ansiedad también. – Te amo mi dulce Lena.

Aunque se que debe terminar su maleta y que es un poco tarde ya, no me resisto cuando levanta mi cuerpo levemente y camina hacia la cama, ya cuando mis piernas tocan el borde de esta me baja y decido explorar con las manos debajo de su camisa, mientras sus manos pasen por mi espalda. En pocos segundos las piezas más grandes de ropa desaparecen y la ropa interior nos empieza a molestar.

Los besos no se detienen, suavemente lo dirijo para que sea el quien se siente en el borde de la cama, cuando empiezo a arrodillarme el me detiene y niega, y toma mi cadera pegándome para que me siente sobre él. No necesitamos palabras para saber el deseo, que sea suave, lento, lleno de amor.

-John – aprieto su cabello cuando siento su boca chupar mi pezón con fuerza, lo escucho gruñir cuando empiezo a mecer mi cadera sobre él.

- Van a hacer que esto acabe muy rápido. – No detengo el movimiento, pero me da mucha risa. - ¿Elena?

- Suenas como si te torturara

-Es una tortura.

No volvemos a hablar, los besos vuelven a viajar y la poca ropa que nos quedaba puesta termina en el suelo con mucha rapidez. Con una fuerza y un movimiento rápidos mi espalda esta en la cama y mi cuerpo esta cubierto por el de mi esposo, mis piernas abiertas y el justo en medio de ellas. Siento el momento exacto en el que mi mente queda en blanco y solo decido disfrutar del movimiento, mis manos pasean por su espalda mientras esta se llena de sudor, escucho sus palabras, solo dedicadas a mi y me siento como nunca puede haberme sentido antes.

No hace falta palabras, solo nosotros, demostrando y tratando de ocultar el miedo que sentimos de que nos falte el otro.

-Te amo John

John

La veo dormir a mi lado, es bastante entrada la noche y yo no puedo dormir luego de haberle hecho el amor. Solo tiene un pantaloncillo que usa para dormir y una camiseta, ese conjunto debería ser ilegal. No puedo negar, que estoy inquieto por este vieje, pero lo atrasé lo más que pude, mi negocio es importante y con todo lo que ha estado pasado lo he dejado de lado.

Una Locura con SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora