Capitulo 11

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Capítulo 11

John

Todo esta en silencio, todos nos miran, con una mezcla de sorpresa y miedo en sus caras. No logro entender como paso todo, estaba en mi oficina junto con Derek hablando de un nuevo plano cuando el grito de horror de Elena llego a nosotros. Aunque la distancia no es mucha estoy seguro de que me moví más rápido de lo normal para llegar donde ella. La vi, estaba junto a Emma, está la sostiene y había un chico frente a ellas, un mensajero que sonreía como si fuera una broma y Emma lo miraba furiosa. Me lance sobre el chico y lo tome por el cuello de la camisa y con todas mis fuerzas lo estampe contra la pared.

- ¡Mierda! – escuche a Alonso.

- ¿Quién eres?, ¿Quién te envió? – le grite al chico y sentía las manos de Alonso y Derek tratando de que soltara al chico.

- Suéltalo que lo matas. – Grito Derek.

Escuchaba la voz de Elena a lo lejos pidiendo que lo soltara, les puedo decir que eso me trajo a la realidad. Lo solté y me solté de los chicos y fui directo a abrazar a mi esposa, que empezó a llorar en mi pecho.

- ¿Estas bien? – le pregunto y ella niega, está temblando, todos nos observan, cuando digo todos, me refiero a todos mis empleados y compañeros de trabajo de Elena que están en la oficina. – Lena, respira, por favor. – Intenta calmarse, respirando mas lento, pero sus suspiros son profundos. – Derek, llama a Brody que venga a atender al chico. Alonso quiero a todo el equipo aquí. – Ambos asienten y toman sus teléfonos. – Amor, necesito que me digas que paso. ¿Que había en el paquete? – ella no contesta, busco con la mirada a Emma. - ¿Emma?

- No lo sé señor. – ella asustada. – El mensajero pregunto por ella cuando llego, la llame y cuando llego le entrego un paquete, firmo la entrega y le preguntamos si se le debía algo por el envió y dijo que no pero que debía quedarse. Cuando lo abrió, Elena grito asustada...

- ¿Dónde esta el paquete? – pregunta Alonso. Elena tiene el rostro pegado a mi pecho y agarra mi camisa con fuerza.

- Bajo el escritorio. – dice Emma.

Solté a Elena con pesar y bajo la mirada de todos, Alonso toma el paquete con una servilleta y cuando lo coloca en la mesa, levanto su tapa. Por un momento mi cerebro no logra procesar lo que esta viendo, cuando lo logro me congelo. Una nota con la frase "te encontré" escrita en rojo y una chapa en forma de hueso color verde que conocíamos ya, porque yo la compré. Bajo estaba cubierto de sangre el cuerpecito con los ojos abiertos mirándome.

- Rookie... - dije para mí mismo, bastaron solo unos segundos mas para que Alonso y yo cayéramos en cuenta. El muy cabrón había entrado en nuestro hogar y matado a nuestra perrita. – Entro a nuestro hogar.

Alonso corrió y bajo las escaleras con el teléfono en el oído. Gire el rostro hacia Elena que era sostenida nuevamente por Emma, la tome del brazo y frente a todos la leve hasta mi oficina, cerrando la puerta detrás nuestra. La senté sobre mis piernas, meciéndola como a una pequeña niña.

-Elena, necesito que respires – toco su espalda suavemente y ella sollozaba. – Mi amor intenta tranquilizarte.

- La mato, mato a Rookie.

- Lo sé, y Alonso esta moviendo a los chicos.

Unos minutos después Valeria entra con agua y se sienta a mi lado, cuando ya Lena esta mas tranquila la paso al sillón y ella se refugia en los brazos de Valerie. Salgo de la oficina y veo que todos están allí, Alonso, su padre, madre, Sammy, Emma esta junto a Derek. Mis empleados están en sus áreas, pero definitivamente no están trabajando, varios se ven asustados y otros enojados. Solicite que todos se reunieran en el centro de la oficina, era hora de aclara varias cosas.

- Creo que como equipo de trabajo deben saber lo que esta pasando. Primero que nada... - saco la cadena que lleva un año en mi cuello, de la que mi anillo de matrimonio cuelga, la saco y la coloco en mi dedo. Varios entienden de inmediato y otros solo están confundidos. - La señora Elena Suarez y yo llevamos cerca de un año y medio casados. – Si no estuviera pasando lo que esta pasados, la cara de todos seria la perfecta imagen de sorpresa. – Desde hace varias semanas, la ex pareja de Elena ha estado enviando amenazas. – Lo que sucede, ese maldito, envió a mi esposa un paquete con el cuerpo de nuestro perro muerta dentro. – Todos se asustaron. – A partir de este momento esta oficina estará con una seguridad más extrema, no simplemente está acercándose a mi esposa, pero también ustedes.

- ¿Elena estará bien? – pregunta Emma.

- Si Emma, esta asustada y triste. – la veo asentir y conozco el cariño que se tienen. – Puedes pasar con ella, Valeria esta allí.

La veo dormida mientras Emma soba su cabello, llame a sus padres, les explique lo que estaba pasando y vienen de camino. Alonso padre, literalmente movió todo su personal para encontrar a Fabio. Mis nervios están a flor de piel en todos los sentidos de la palabra. Todavía hay un detalle que no logramos aclarar, ¿Cómo entro? Agradezco que no hubiera nadie en la casa, no me lo perdonaría.

- Hermano debes descansar. – Alonso esta a mi lado justo en la puerta de la habitación de la suite del hotel donde nos mudamos. – No me funciona tenerte sin dormir.

- Me daré un baño y tratare de dormir algo. – Doy la vuelta para dirigirme a la otra habitación, pero su brazo me detiene.

- Ella te necesita John... - dice. – Aunque creas que no, te necesita, no te cierres. Es tu esposa, te necesita a ti no a Emma, no te alejes de tu esposa.

Él tiene razón, pero siento que no podre sostenerla, que me quebrare yo en sus brazos. Cuando entro a la habitación, Emma me observa y ella se levanta mientras yo busco ropa para dormir en la maleta y luego entro al baño. Me recargo en la puerta cuando la cierro, que sea hombre no significa que sea de piedra, tengo miedo, más del que había sentido hace mucho tiempo.

Quito la ropa y entro a la ducha fría, haciendo que todas las fibras de mi cuerpo cobren vida, unos segundos después la regulo, cuando escucho que la puerta se abre, se que va a entrar conmigo.

- Se supone que estes durmiendo. – le digo cuando su cuerpo se pega a mi espalda.

- Me dio hambre y te escuche aquí. – Mi cuerpo se relaja al momento, y no puedo evitar que reaccione a su toque y cercanía.

- Vamos a darnos un baño y pediré algo para cenar. – cuando me intento alejar de ella y volteo, su boca estampa con la mía, no puede y tampoco quería dejar de besarla. – Mi amor...

- Hazme olvidar John. – tomo su trasero y la pego a mi cuerpo, ni siquiera el agua pasar por entre nosotros, el beso fuerte, no hay delicadeza. – Te amo John.

- Te amo más... no va a ser delicado Lena.

- Lo se

La volteo para que quede recostada en la pared, su trasero queda justo en el lugar perfecto, lo toco a mi antojo mientas beso su espalda y cuello. Mi esposa no deja de gemir, lo hace mas fuerte cuando de un solo golpe estoy dentro de ella, me detengo para asegurarme que no le hice daño, cuando ella empieza a moverse sé que no la lastime. No soy delicado y ella tampoco.

Una vez afuera pido algo de comer, ya es tarde así que nos vamos con unas plantillas de pavo, luego nos recostamos y sostengo su cuerpo mientras ella se acomoda para intentar dormir, la televisión esta encendida en un programa de la vida salvaje en África, pero ninguno le hace caso, estamos en nuestro propio mundo.

- Tengo miedo. – digo de golpe, su rostro se voltea. – No te puedes imaginar todo lo que paso por mi mente luego que caí en cuenta que tu pudiste haber estado en nuestro hogar cuando el entro...

- John. – toca mi rostro

- Si te pierdo, no sé qué haría Elena. – se acomoda para que quedemos uno frente al otro. – Eres lo mas importante en mi vida Elena.

- No pasara nada, lo van a encontrar y tu y yo podremos disfrutar de esta locura mi amor. 

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LLORE TANTO ESCRIBIENDO ESTO... 

BESOS DESDE PUERTO RICO 

Una Locura con SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora