( El misterio atrás del pueblo )

_Suficiente_

-Sobrevive...

Una voz llamo de nuevo al de pelo negro quien se levanto alterado mientras abría su boca tratando de agarrar aire, sentía que se había estado ahogando.

Cerró los ojos con esfuerzo y se empezó a levantar con dificultad, le dolía el pecho y raramente su cabeza igual, todo daba vueltas y un raro cansancio le empezaba a matar.

Ya estando sentado en sus muslos empezó a toser, sentía su garganta seca, su cabeza le dolía como el diablo y el simple hecho de toser hacia que el respirar se le dificultará.

Con los minutos pasaron con lentitud mientras el menor volvia a respirar y calmar esos mareos, cuanto tiempo había pasado? Qué estaba pasando?

Abrió los ojos con lentitud, estos estando llorosos por estar tanto tiempo tosiendo veían a su al rededor borrosos sin precisión de lo que veían.

Ante la falta de vista el chico pestaño por un par de veces, viendo su alrededor totalmente imposible de ver más allá de un metro de el.

Sus ojos con el simple esfuerzo de ver le dolían, el ver al rededor era imposible, no veía nada, su pecho todavía no se controlaba del todo.

Pero su respiración antes controlada empezaba a tomar otro rumbo, uno donde al dueño de los pulmones le empezaba a doler.

La ansiedad de estar en un lugar donde no veía nada le empezaba a torturar, sus pupilas ahora en pánico miraban a todos lados tratando de ver todos los lados posibles.

Su ansiedad hacia que su cuerpo estuviera tenso y su corazón cada vez latía con más velocidad haciendo que duela.

Su garganta empezó a picar y sus piernas empezaron a temblar, sus brazos se enredaron entre si tratando de abrazarse a si mismo.

Lágrimas empezaron a parecer y su respiración se hacía cada vez peor, la sensación de tener algo caliente en su espalda hacía que su ansiedad y pánico aumentaran.

Sus manos ahora aferradas a la parte superior de sus brazos contrarios, empezando a enterrar sus uñas en ellos en señal de desesperación.

Lágrimas seguían saliendo ahora siendo cascadas de los ojos del pequeño, no sabía que hacer, se sentía pequeño sin aire.

Con miedo.

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-¡¡MAMÁ NO ME DEJES AQUÍ!! POR FAVÓR!!

Ante el llamado de un niño pequeño la madre ignoró viendo absurdo aquel temor del menor ante la oscuridad.

-¡¡NO!! NO! MAMÁ... No me dejes acá... No con esas cosas...

El sonido de una madera rechinando hizo que el menor viera a sus espaldas con sumo temor, unos ojos rojos le veían de la oscuridad profunda... Y no fueron los únicos ojos que vio.

Pronto muchos ojos lo estaban observándolo atentamente, el niño podía asegurar que escucho risas entre las sombras que pronto lo empezaron a rodear hasta que ya no pudo respirar.

-NO-NO- ¡¡¡DÉJENME EN PAZ POR FAVÓR NO HICE NADA MALO!!!

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-déjenme en paz...

Se empezó a balancear inconscientemente, su cabeza ahora giraba a cada lado con desesperación sin saber de donde vendrían los enemigos.