COMO SI FUERA UN SUEÑO

¿y si todo fuera un sueño?

Un alfa dominante se había quedado dormido en los vestidores del estadio. Pequeñas gotas de sudor caían por su frente, estaba teniendo lo que a primera vista pareciera una pesadilla. 

Ese  mismo alfa era renuente a dejar que otros sintieran el aroma de su feromona. Uno de sus compañeros inventó el falso rumor de que era Omega ya que nadie, nunca había sentido las feromonas (que eran liberadas por inyección) del alfa.

Su cabello ondulado estaba empapado en sudor y en su cara había una mueca que lo hacía mantener el ceño fruncido.

Preocupado el director técnico de la selección mexicana se acerca para despertarlo de forma tranquila, despertarlo de golpe podría ser peligroso.

—¿Guillermo?— susurro el director quien dio pequeñas palmaditas en su hombro, pronto el alfa despertó agitado. —¿Estas bien?—

—¿Ah? ¿Donde?— Guillermo se sentó en la banca y barrio su cabello hacia atrás, parecía que estaba desubicado. —Yo... ¿Donde estoy? ¿Donde esta ángel? ¿Donde esta abbys?—

—¿Quienes son ángel y abbys?— el director técnico estaba tan confundido como Guillermo. —Tuviste una pesadilla, estamos a escasos minutos del partido de nuestras vidas!— afirmó con alegría el director —¿Te sientes bien? Necesito que mi arquero se sienta bien! De lo contrario este partido será caso perdido!!—

—Ah...— una sonrisa burlona se dibujó en el rostro del alfa —Es verdad, jajaja todo fue un sueño...—

Con ayuda del director técnico se puso de pie, estiro sus músculos y limpio el frío sudor de su frente.
Guillermo Ochoa había estado soñando con una larga vida que parecía no pertenecerle, en dicho sueño violó a otro alfa y lo obligó a tener un hijo, también termino enamorando de ese alfa al que casi ve morir.

"Violar, ¡Como si yo fuera un canijo hijo de perra!"  Exclamó en sus adentros mientras se formaba para ingresar a la cancha del enorme u lujoso estadio.

Incluso había tenido dos hijos, y había muerto de tristeza. ¡Como si el fuera ese tipo de persona que no puede superar sus relaciones fallidas!

Cuando Javier (chicharito) lo abandonó no lloro ni hizo dramas, supuso que no podía hacer más que esforzarse para estar a la altura de la espectativa de Javier. De esa manera, quizá abría una oportunidad  para regresar.

—¡VAMOS A DARLO TODO SEÑORES!—

—¡SI!—

Entre aplausos y ovaciones del público amante del deporte, ingresaron a la cancha.
Tomaron su respectivo lugar y posiciones, Guillermo fue al arco y comenzó a calentar.

La selección argentina hizo lo mismo.

La selección mexicana estaba perdiendo, Todo el público daba por sentado la victoria de la albiceleste.
Fue en ese momento, cuando Messi se acercaba a toda prisa para marcar gol que Ochoa lo pudo observar de cerca.

Un escalofrío se extendió desde su nuca a todo el el cuerpo, Messi quien corría esquivando a sus contrincantes se movía en cámara lenta ante los ojos de Ochoa quien solo observaba con los labios entreabiertos.

-ah-

Exhalo el aire que había estado reteniendo al darse cuenta que el balón paso y entro en la portería.
Ochoa había reaccionado demasiado tarde.

Unos celebraban y otros se lamentaban.

¿Que había sido aquello tan extraño?