COMO SI FUERA UN SUEÑO

¡te digo que es amor a primera vista!

Messi llegó al bar donde Ochoa lo esperaba, no era un lugar tan popular como los que solía frecuentar desde su llegada a Qatar, tampoco era tan llamativo. Messi incluso dudo de la higiene del lugar.

Entro sin ser reconocido (por suerte) y llegó justo al lado de Ochoa.

Algo apenado por que era su primer encuentro, Messi jalo el banquillo y se sentó al lado derecho de Ochoa. El nerviosismo se podía notar por la forma tan inusual con la que comenzó a jugar con sus dedillos.

—¿No estabas celebrando?— pregunta Ochoa, deja el shot de tequila en la barra y se vuelve hacia Messi. —Creía que no vendrías. Perdón por este lugar pero es el único donde podemos conversar a gusto sin ser molestados.—

—Soy un hombre que siempre cumple sus promesas!— dijo Messi orgulloso de su virtud.

—Es así...— dijo con pesar Ochoa, ver la sonrisa confiada de Messi le recordó aquel "hasta que la muerte nos separe " que soño. No podía negar que no había cumplido esa promesa, por que en su sueño lo había echo. Lo había amado hasta sus últimos días. Era solo un tonto recuerdo, pero era nostálgico.

—Campos de flores amarillas — comento Messi viendo fijamente la vieja TV colgada en el bar. De inmediato capto la atención del distraído Ochoa. —¿No son hermosas? Mira... Están en Castilla, que increíble. Supongo a la gente de por acá les gusta este tipo de programas.—

—Me recuerdan a los campos de campa...—

—Suchil, lo se.—

Ochoa volvió su mirada a Messi.

—Ah yo...— Messi se sonroja notoriamente, ni el sabía exactamente por que lo había dicho. —Alguna vez las vi... Solo por eso las conozco.—

Los labios de Ochoa se alzaron de par en par dejando a la vista esa encantadora sonrisa que poseía.
Como alguien con la percepción de la realidad alterada, creyendo que su "sueño" fue alguna clase de realidad alterna, Ochoa toma la mano de Messi sin dudar y deja un suave beso en sus dedos.

Cualquier otro alfa en su sano juicio se hubiera sentido ofendido ¡Ese era un gesto para omegas! Sin embargo el sonrojo de Messi aumento, su cara ardía.

—¿Crees en el amor a primera vista?— preguntó con su encantadora voz.

El estómago de Messi comenzó a revolotear, en lugar de mariposas parecía que tenía una parvada de pájaros dentro, aleteando y dando vueltas.
Ante el silenció, Ochoa continuó hablando sin soltar la mano del avergonzado Messi.

—Hasta hace poco hablar sobre el amor a primera vista me abría parecido una estupidez— Ochoa fue sincero —Sentirme de esta forma por otro alfa, es absurdo, lo se! Pero solo así puedo definir esta extraña sensación que me provocas.—

Messi no supo bien que responder, estaba abrumado por la sinceridad de Ochoa. Era verdad, hasta hace unas horas sentir esa extraña atracción por otro alfa para Messi sería una locura y sin embargo aquí estaba, escuchando dulces palabras de otro alfa.

—Me intrigas, me atraes... Si no es amor a primera vista ¿Entonces que es?—

—N.. No lo se...—

Apenado Messi alejo su mano y la escondió, no se atrevió a ver el rostro de Ochoa.

—¿Alguna vez has estado con otro alfa?— preguntó Ochoa sin rodeos, lentamente acercó su banquillo al de Messi. Estaba justo al lado de él, a la distancia perfecta para rodear su cintura con el brazo.
Aún más nervioso y ansioso Messi respondió la pregunta de Ochoa.

—No, no serías el primero...—

—¿Eh?— Ochoa se molestó.

Messi no mentía. El primer alfa con el que estuvo fue el Ochoa de sus sueños, realidad o no para Messi contaba como experiencia y más por que aquel sueño habían sido tan lúcido.