A la distancia

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Aquella tarde de viernes Messi reposaba en la terraza que daba al jardín, sostenía un vaso de helado de chocolate y miraba el celular.

Hace aproximadamente media hora que Ochoa no responde los mensajes.

Messi movía los dedos de los pies, estaba inquieto.
Ochoa le había dicho que lo iría a visitar y por eso estaba ansioso.

"Obviamente me va pedir que salgamos de forma oficial... Digo, no hay razón para no hacerlo ya que nos gustamos tanto ¿por que no salir juntos de forma oficial?"

No llevan más de un mes de conocerse y parece que los dos no pueden vivir uno sin el otro.
Messi estaba un poco avergonzado al pensar de esa forma, considero que quizá el era el único en sentirse de esa forma. Comenzó a creer que solo el era el desesperado por el encuentro y sin embrago abordo de un avión hay otro hombre igual de ansioso que el.

"¿No nos estaremos apresurando?"

Ochoa recostado en el asiento del avión pensaba en su amado alfa al que iba a ver.

"Si se lo pido ¿no lo estaré ofendiendo? Como ambos somos alfa es probable que el quiera pedírmelo. Siendo así, en una relación quien sería el que..."

—Señor, su botella de agua fría...— se acerca la azafata de forma amable. Ochoa toma la botella dando las gracias.

Una relación de dos alfas es complicada, la relación entre Ochoa y Messi sería aún más complicada ya que uno de ellos es dominante.
Lo sentimental no era complicado, ambos se gustaban.
Pero pueden negar que tener relaciones sexuales era importante en toda relación, no solo por el placer, si no por que tener esa clase de conexión simbolizaba la máxima expresión de amor.

Ochoa era de los que no tenían sexo con cualquiera, solo tenia sexo con personas que amara. En otras palabras, la única persona con la que ha tenido relaciones es Javier.

Ochoa no se sentía cómodo siendo la persona de abajo, no estaba seguro de querer serlo pero ama tanto a Messi que no le importaría intentarlo.

"Quizá podamos turnarnos...."

Pensó mientras cerraba los ojos para descansar.

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Messi se había quedado dormido con una pequeña manta sobre si, de no haber sido por la fría corriente de aire que movió su cabello no abría reaccionado y seguiría durmiendo.

—ah... Que...—

Estiro sus piernas y se levantó, al revisar la hora en el celular se dio cuenta que el vuelo de Ochoa había llegado hace media hora.

Lanzó la delgada manta a un lado y salió corriendo a toda prisa rumbo al aeropuerto.
Mientras corría acomodándose una chamarra tomada al azar, llegó hasta el auto.
Messi se quedó quieto por un momento, un extraño escalofrío recorrió su espalda.

—eh...— Messi agitó su cabeza y abrió la puerta del auto. Antes de arrancar reviso los mensajes, Ochoa estaba esperando en una sala del aeropuerto, pero le pidió que no fuera a recogerlo.

—eh?— exclamó nuevamente Messi. —Pero por que...—

Soltó las llaves puestas y marco el número de Ochoa.
La llamada no tardó en conectarse, la voz que provenía de la bocina era abrumadoramente dulce.

COMO SI FUERA UN SUEÑO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora