¡Te digo que es amor a primera vista!

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Messi recostado en la cama apenas y pudo dormir, son las casi las nieve de la mañana y está somnoliento. Sostiene su celular contra su pecho ansioso por que no ha recibido ningún mensaje aún. Quizá a Ochoa se le olvidó que tenía su número o quizá estaba demasiado ocupado con el trámite para regresar a casa. Como la albiceleste fue la ganadora se quedaría una semana en Qatar para descansar, era evidente que sus agendas eran diferentes.

Mientras divagaba en su mente, el celular que sostenía vibro:

[Buenos días]

—¡Ah!— nervioso, Messi dio varias vueltas pensando en una respuesta apropiada. Un segundo mensaje entro seguido por un tercero, un cuarto y un quinto:

[¿Acabas de levantarte?]

[Si no has desayunado aún ¿Quieres ir conmigo?]

[Jajaja, seguro ya desayunaste.]

[Lo siento, no se me ocurrió ninguna excusa buena para escribirte]

[Espero que tengas un lindo día.]

—Espera! Espera!!— Messi se apresuró a contestar. Había estado tan ansioso por los mensajes que no había desayunado aun ¡Nisiquiera había podido dormir bien!

[No he desayunado.]

Fue todo lo que Messi escribió, justo después de enviarlo el tono de llamada de su celular resonó. Messi nervioso pulso el botón de colgar en lugar del verde que era para recibir la llamada. —¡Mierda!!— se tiro en la cama, estaba seguro que Ochoa creería que no le interesa y no volvería a marcar.

Messi se armó de valor y marco al mismo número de los mensajes, la llamada fue respondida de inmediato.

—Hola ¿En verdad aún no has desayunado?— La voz de Ochoa no sonaba tan diferente através de la bocina.

—Yo no...— Messi estaba nervioso, se acomodó en la cama y comenzó a mover los pies —Tu... ¿Ya desayunaste?— preguntó, comenzó a morderse la uña.

—Ya lo hice— respondió Ochoa, un pequeño "mmm" se escuchó justo después, Messi estaba decepcionado —Pero Aún tengo hambre ¿Quieres que comamos juntos?—

—¡Si!— dijo Messi sin dudar, había sonado un poco ansioso así que aclaró su garganta y hablo más tranquilo —Digo, me gustaría. Si, claro... ¿Donde sería un buen lugar?—

—En la azotea, Es privada... De echo, yo estoy aquí.— un traqueteo se escuchó de fondo —Te espero, no tardes...— dijo Ochoa antes de colgar, al parecer algo había sucedido.

Messi dio vueltas en la cama, estaba nervioso por tener que reunirse con Ochoa.

—Momento... ¡QUE CARAJOS!— se levantó, tenía el cabello revuelto. —¡¿Por que actuó como una estúpido Omega?! Solo! Yo solo... Voy a reunirme con la persona que me gusta!!! No hay razón para ponerse así!— se dio leves palmaditas en la cara y fue directo al baño para arreglarse.

Pasados dies minutos, Messi salió de su habitación en el hotel y con sumo sigilo fue al elevador para ir a la terraza, no sabía si había más gente allí así que se colocó la capucha del suéter para no ser reconocido tan fácilmente.

Algo era evidente; las parejas Alfa X Alfa eran poco comunes en la sociedad. Incluso en pleno siglo XXI aún era tabú aquellas parejas no Omega X Alfa o Beta x Beta. Si se sabía que Messi frecuenta a otro alfa seguro sería la comidilla de los medios y la prensa amarillista. Eso no sería bueno ni para su carrera, ni para la imagen del club al que tanto ama.

Para cuando llegó a la terraza, grande fue su sorpresa al ver que no había ni una sola alma. La terraza era como un enorme jardín, habían muchas flores que era meticulosamente cuidadas día tras día.
Messi camino entre las fragantes flores buscando a Ochoa, este estaba bajo la sombra bebiendo café helado, sobre la mesa habían diferentes aperitivos y comida.

COMO SI FUERA UN SUEÑO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora