A la distancia

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Ochoa daba vueltas en la cama, tenía el ceño fruncido y pequeñas gotas de sudor se deslizaban por su frente.
Veía como sus manos estaban manchadas de sangre, la luz del quirófano que no se apaga.
Era una pesadilla, tenía tanto miedo de no ver a la persona dentro. Muy en el fondo el sentimiento de culpa lo invadía.

Todo era tan vivido.

Exaltado, Ochoa abre los ojos en medio de la oscuridad de la noche, tal como creía todo había sido un sueño, uno horrible en el que la persona que le gusta casi muere.

Para Ochoa solo es el reflejo de las inseguridades de la  relación con otro alfa, el estrés por que dicho alfa era el delantero más famoso del mundo y los inconvenientes para ambos si la prensa y medios se llegarán a enterar.

—Nada de eso puede pasar...— suspiro Ochoa. Se levanta y va a la ventana por aire fresco.

Era extraño, pero cada que está lejos de Leonel Messi las pesadillas son más frecuentes.
Esas desagradables escenas que se repiten en su cabeza solo le confirman que debe proteger y hacer feliz al hombre que ama, las pesadillas y sueños son una mera ilusión, esta es la realidad.

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—Ultimamente ha estado raro... ¿No lo creen?— El arquero más joven del FCB Ander Astralaga sentado en el fino pasto observa a Messi que está pegado al celular.

—Ahora que lo mencionaste ¿Estará saliendo con alguien?—

—Oye di María...— la mayoría voltea a ver a di María que está atando las cuerdas de sus zapatos.

Si hay algo que no sabes mejor pregúntale a Ángel di María, el siempre sabe todo, incluso es probable que sepa cosas de ti que ni tú mismo conocías.

—¿Por que me miran?— Di María se acomodó en el pasto —ogh! Bueno no lo se!!— exclamó, voltea a ver a Messi y este está sonriendo mientras observa la pantalla. —Desde que regresamos esta así, no tengo ni la más mínima idea de que es lo que tanto mira en el celular. Incluso cambio la contraseña y oculto las notificaciones, créanme... Ya intenté revisarlo.—

—No le den tantas vueltas, quizá Messi se hizo adicto a candy Crush.— menciono alguien más y la mayoría comenzó a reír.

En realidad, Messi veía los mensajes que se enviaba con Ochoa. Ambos estaban en países deferentes debido a sus carreras en el deporte y está era una de las pocas formas para estar en contacto.
Debido a la distancia no podían verse, Messi estaba en España jugando para el FCB mientras que Ochoa estaba en Italia portando el número 13 en el Unione Sportiva Salernitana 1919. Ambos estaban ocupados con los entrenamientos y partidos así que solo podían hablar por teléfono. Siempre se mandaban un mensaje diciéndose buenos días y buenas noches.
Esta vez, Ochoa envío un mensaje extremadamente largo contándole cómo se sentia y lo mucho que lo extrañaba, esto provoco la risa de Messi quien parecía estar acostumbrado se toda la vida a las cursilerías de Ochoa.

[Compre todo el Stand de desodorantes solo para poder llevarme la imagen de cartón pero de igual manera sigo extrañándote tanto. ¿Debería tomar el primer vuelo disponible para España? No exagero cuando digo que siento morir si no te veo pronto.]

[¿Que hiciste con tantos desodorantes?]

[ah, los regale a mi compañeros, son unos gorilas apestosos. Dime, ¿Me extrañas?]

Fue esta pregunta lo que provocó el sonrojo y la risa de Messi. Era más que evidentes que lo extrañaba tanto como Ochoa lo extrañaba a el.
Como no quería parecer desesperado dijo que no lo extrañaba tanto. Entonces Ochoa envío un sticker de un perrito triste.

COMO SI FUERA UN SUEÑO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora