Capítulo 10.

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Mónaco.
29 de Mayo, 2022.

Lucía.

Hoy es domingo, eso quiere decir: día de carrera.
Estuvimos viniendo el viernes y ayer, sábado, al paddock, gracias a él español. El cual no hemos visto demasiado, entre las prácticas libres, la clasificación ha estado ocupado. Y además yo tampoco quiero molestarlo, así que cuando él está libre cruzamos algunas palabras.

Estaba caminando por ahí, escuchando música por mis auriculares, yendo al box de Ferrari y al entrar me encuentro con un Carlos muy ansioso, concentrado en las pantallas que muestran números y cosas que no entiendo.
En la clasificación de ayer, ambos pilotos de Ferrari consiguieron las mejores posición para la parrilla de hoy. Por lo que imagino que eso genera nervios en el español.

- ¿Nervioso Rayo McQueen?- le digo, sacándome los auriculares. El deja de ver las pantallas y se ríe mirándome.
- ¿Rayo McQueen?- dice gracioso.
- Si, ambos son rojos y galanes- digo, arrepintiéndome de mis palabras.
- ¿Galanes? ¿Me consideras un galán?- dice acercándose a mi.
- Tal vez...- digo nerviosa- ¿Como estas para la carrera?- digo interesada.
-Nervioso, ansioso, con ganas de que la carrera sea ya. Quiero aprovechar al máximo mi posición en la parrilla de hoy- me habla. Puedo notar en su voz su nerviosismo, lo que me genera ganas de ayudarlo.
Y una idea cae en mi mente.

- ¿Donde está tu cabina?- pregunto mirándolo.
- ¿Para que? No creo que sea momento para..
- ¿Donde está?- digo interrumpiéndolo.
- Por allá, ¿Pero para qué quieres saber...- se calla cuando agarro su mano y tiro de ella, llevándonos hacia donde me indicó.

Al llegar a donde creo que es, abro la puerta y nos hago entrar.

- Sentate en el suelo, conmigo- le digo sentándome.
Sin entender nada, Carlos se sienta.
- Cuando yo era chiquita, tenia problemas para controlar mis emociones, mi nerviosismo y mi ansiedad, mas que nada cuando tenia que hacer algo importante o fuera de mi rutina- le digo mirándolo a los ojos. En los cuales veo interés- Entonces mis papás me ayudaban, mi papa me ayuda con música, me cantaba una canción, tocaba la guitarra o simplemente escuchábamos nuestra canción favorita. Y mi mamá, me decía que pensara
en un momento de felicidad, de tranquilidad, que buscara un sentimiento de paz. Así que te propongo que lo hagamos.
Veo como Carlos asiente. Por lo que me saco mis auriculares y se los doy al español, el cual entiende mi mensaje y se los pone.
Yo agarro mi celular, y antes de ponerle mi canción favorita, le hablo.

- Quiero que pienses en un lugar de tranquilidad- mientras pongo play a la canción- esta es mi canción favorita, Let it Be.

Carlos cierra los ojos y comienza a concentrarse en lo que le dije. Pero unos minutos después veo como su respiración comienza a agitarse. Por lo que decido actuar, bajo un poco el volumen para que me escuche.

- Ey, Carlos- digo poniendo mis manos en su pecho, en el lugar de su corazón- controla tu respiración, baja el ritmo de tu corazón, préstale atención a la canción y respiremos juntos- digo en un tono bajo, aun con mis manos en su corazón.

El español me mira, se coloca otra vez los auriculares y juntos respiramos. Minutos después logra calmarse.
Cuando siento que puede solo, retiro mis manos de su pecho, pero el las agarra y las lleva a su regazo. Yo no me resisto.

Como media hora después veo que es la hora en la que se tienen que ir a calentar para la carrera. Por lo que apago la música y Carlos abre los ojos.

Fool For You (Carlos Sainz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora