4.Un presentimiento

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~Abby~

Parecían murciélagos, pero estaba segura que no eran normales por esa cola larga que adornaban y su rostro... eran aterradores.

Ellos me rodeaban formando un remolino. No sabía que hacer. ¿Correr?

No sería posible. Uno de ellos me hizo caer y otros me sujetaban de los brazos y piernas con su larga cola.

Comencé a quejarme en voz alta cuando estos me mordieron por todo el cuerpo. Uno de ellos se paro sobre mi pecho, abrió su boca y entonces...

Desperté. Mire el reloj de mesita.

3:17 am.

Mi corazón iba a mil por hora y el sudor se apoderó de mi cuerpo.

Solo fue una pesadilla. Una muy horrible.

Me levante de la cama y camine por la casa hasta llegar a la cocina. Mi vaso se llenaba de agua cuando escuché algo.

—¡WAYNE, ME QUIEREN ASALTAR...WAYNE!

Mi ceño se frunció. Deje el vaso en la tarja y fui directo hasta mi habitación para salir por mi balcón.

—¡Lo juro, me quedé sin dinero!

Mi vista se dirigió abajo. Habian tres personas, dos de ellas acorralaron a otra. ¿Ese no era...Edward?

Robin llegó a mi habitación con un bate de béisbol.

—¿Escuchaste eso?—preguntó Robin.

—Creo que están asaltando a alguien—respondí—¿Vamos?

Robin y yo salimos. Bajamos las escaleras a toda prisa.

Al salir, confirme mi sospecha. A Edward lo estaban asaltando y se veía mal.

—¡Hey, idiotas!—llamé.

Los tres nos miraron a mi y a Robin. Dejaron que Edward cayera al suelo como un costal de papas. Me preocupo que no se haya levantado.

—Mira nada más—musito uno de los hombres—. Que bellezas hay aquí

—Vinimos a buscar bronce y encontramos oro—dijo el otro hombre.

Se notaba que eran más mayore por lo que hice una mueca de asco.

—Gracias-ironizó Robin—¿Quieren ver mi pene?

Los hombres alzaron las cejas y se miraron uno al otro, sorprendidos.
Fue gracioso pero la situación no me permitía reírme.

Robin se acercó a ellos y movió el bate, de un lado a otro, haciendo que los hombres corran.

—¡LARGO, IDIOTAS!

Edd, seguía sin levantarse. Temia que lo hayan dejado inconsciente. Pero al acercarme, un olor horrible a alcohol inundó mis fosas nasales.

—¿Edward?...¿Estas bien?

Escuche que gruñó. Esta muy ebrio.
Hice el intento de levantarlo. Pesaba mucho.
Robin me ayudó a ponerlo de pie.

Love and only love #3 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora