Love and only love #3 [✓]

Epílogo

•Abby•

—Te tengo una sorpresa—me dijo Eddie al oído.

Lo mire, su peinado que tenía desde un principio, ya no estaba. Creo que solo se lo dejo para el momento y después se lo dejo suelto muy a su estilo.

Nuestros familiares no dejaban de felicitarnos y desearnos un feliz matrimonio.
Me llevo hasta la pista de baile tomándome de la muñeca.
Al llegar, vi un escenario e instrumentos.

—¿Que es esto?—pregunté.

Las luces se apagaron, literalmente todas se apagaron y ahora que había anochecido, no podía ver nada.

De pronto solo se encendieron las luces solo del parte del escenario donde ya habían personas. Cada uno con un instrumento.

No podía ver sus rostros. Su cabeza estaba agachada y tenían una especie de boinas.

Entonces comenzaron a tocar.

¡NO PUEDE SER!

Pude reconocer a Angus Young, el guitarrista. Bon Scott y a Brian Johnson.

AC/DC está dando un concierto privado en mi boda.
Y no me lo podía creer. Esto era un sueño.

Entrelace mis dedos a los de Eddie y alzamos nuestras manos y saltamos cantando a todo pulmón Highway to hell. Y otras canciones como: Back un black, Hells bells, Walk All Over You y otras más.

Traer a la banda de AC/DC  fue el regalo de bodas por parte de Eddie y Steve que entre los dos juntaron para que está sorpresa.

Me lo tomé como una competencia, pues mi regalo es aún mejor.

La noche iba increíble. No me sentía cansada aún debido a la adrenalina después de la ceremonia. Eddie y yo bailamos muchas baladas lentas. Nos tomamos muchas fotos...

Es el mejor día de mi vida, sin duda. Ya no tenía ninguna preocupación que nos ponga en peligro. Ya todo se sentía en paz y con buenas vibras.
Llegó el momento del brindis. El primero en subir fue el tío Wayne.

—Abby, creo que he dicho esto numerosas veces pero nunca te lo dije a ti...eres como mi propia hija, la hija que nunca tuve debido a problemas en el sistema.—bromeo, todos reímos, pero era una realidad triste para mi—. Al final, el universo se apiadó de mi y luego llegó Eddie contigo...tenías esa carita de ángel y carácter de demonio travieso, era un gran reto tenerte quieta. Y por Eddie, siempre supe que me sacaría canas verdes. Pero...desde que llegaron, me siento completo y con motivos de seguir adelante...brindo por eso.

Me sentía feliz por Wayne. Desde que lo conozco, a veces se notaba algo...triste. Pero con el tiempo cambió.

Alzamos nuestras copas y luego nos la llevamos a nuestro labios. Yo no tome alcohol, por obvias razones, una de ellas es que si me embriago, no recordaré mucho al día siguiente. Y yo no quería eso.
No hubo muchos palabras después. Creo que solo querían disfrutar el momento.

Entonces junte a mis invitados especiales. Nancy, Robin, Argyle, Jonathan, Steve, Jason, Wayne y los pequeños que ya no eran tan pequeños.
Eddie no podía faltar. Estan sentados junto a mi. La fría noche no podía secarme el sudor por los nervios. Puse la caja en medio de la mesa para que la vieran.

—¿Para esto me llamaron?—refunfuño Dustin, que se ganó una mirada asesina por mi.

—No—suspire—Cielo, ¿Podrías abrir la caja?

Eddie hizo caso a mi petición. Comenzo a abrir la caja sacando los papeles de colores hasta llegar con un folder. Y algunos objetos.

—¿Que es esto?—preguntó confundido.