Love and only love #3 [✓]

8.La primera cita

•Eddie•

Gareth se estacionó cerca de mi casa. Habia tomado mi día para comprarme ropa nueva solo para esta ocasión.

Gareth salió del auto. Mi mano se dirigía a mi cabeza para cubrir el sol en mis ojos. Me lanzo algo que divise cómo sus llaves del auto.

Al atraparlas me lastimaron un poco, pero nada como para quejarme.

—Mañana lo espero a primera hora—advirtio.

—Seh—conteste sin importancia.

—Oh, y hay condones en la guantera.

Lo fulmine con la mirada.
¿Que parte de "quiero ir lento con ella" no entiende?
Le enseñe el dedo y el solo río y se retiró. Ni siquiera saludo al llegar. Pero estoy muy agradecido por el favor.

No perdí más mi tiempo después de ayudarle a Wayne a hacer los Hot cakes y empacar las cosas en una canasta. Tome una manta azul -cosa que no tiene que faltar-.

Estoy algo nervioso. Esta sería nuestra primera cita oficial. Abby y yo salíamos -mucho antes que sucediera la masacre de Hawkins- pero lo hacíamos como amigos que simplemente pasar el tiempo juntos. Ahora es diferente.

Salí de casa media hora antes de lo acordado pero ¿No se molestará si llego unos minutos antes, o si?

Pase a surfer Boy pizza. Con suerte, Argyle estaba ahí y me dijo que le gustan las pizzas que llevan piña.

Que asco. Abby nunca las había probado en todo el tiempo que nos conocemos y por ende, es algo nuevo que se de ella.

Guarde la pizza en la cajuela donde ya estaba todo listo.

Entre a su edificio. Decidi ir por ella hasta su puerta.
Al tocar el timbre, escuché pasos rapidos, como si de alguien corriendo se tratase.

—¡Hola!—saludo ella muy animada.

—Hola—plante un beso en su mejilla.

Se veía realmente preciosa. El lock que tenía puesto no es nada parecido al que solía tener. Pero igual se le ve hermoso. Hacia que sus curvas resaltarán aún más.

Sacudí mi cabeza ligeramente saliendo de mi transe.

—¿Lista?

Asintió con ganas. Ofrecí mi mano para entrelazarla. Ella hizo mi petición .
Juntos bajamos las escaleras con las manos entrelazadas. Tenerla cerca me he sentir sumamente tranquilo y bien.

Solté su mano al llegar a aparcamiento y como un caballero le abrí la puerta del coche e hice una reverencia, invitándola a pasar.
Ella alzo sus cejas, algo divertida. Rodee el auto por enfrenté.

—¿Y a dónde me vas a llevar?—pregunto Abby cuando ya estaba manejando por las calles de Indiana.

—A un ritual satánico para sacrificarte—bromeé

—Suena tentador—sonrió.

Mantuve la calma de carcajear y perder el control del auto, pero si reímos juntos... de nuevo.

—Es una sorpresa—concluí después de un rato.

—Odio las sorpresas.

Lo sé

Aún así pregunté;

—¿Por?...

—No me gusta quedarme con la curiosidad.