13.En esta vida y mil más

50 5 12
                                    

•Abby•

1 año después

Caminé de un lado a otro, mordiendo mis uñas pero sin arrancarlas.
Mi corazón late con frenesí, siento que se me sale del pecho.

Tranquila, Abby.

Respiré ondo por milésima vez. Estoy nerviosa. Muy nerviosa.

—¿Estas lista?

Mire a Robin que se asomaba desde el marco de la puerta. Yo negué con la cabeza varias veces.

—¿Y si dice que no?—le pregunté, alterada.

Robin se cruzó de brazos y me miró sería.

—No seas tonta, el fue el que te pidió matrimonio, no tu—me aclaró—. Ya, puedes estar tranquila.

Asentí mientras trataba de relajarme. Ella tiene razón.
Sabía que algo estaba pasando cuando me llevo al bosque de Greenwood para un picnic.

*Flashback*

¿Otra vez un picnic?. No te lo tomes a mal, es lindo recordar nuestra primera cita.

Eddie me dedico una sonrisa mientras comía una rebanada de pizza.

Aproveche que hoy habría muchas luciérnagas como esa vez, lo investigué.

No me importo en lo absoluto. Me sentía como la primera vez que vine aqui con el.

Me encanta—le susurré.

Pronto ya era de noche. Todo estaba en completa oscuridad. Me recosté sobre la manta y mire el cielo que está vez habían más estrellas de las que suelen haber. Eddie hizo lo mismo a mi lado

Pronto, el bosque se iluminó por miles de bichos brillantes. Y una música lenta sonaba de fondo.

Se que sonare ridículo pero...

Nadie nos está viendo—complete por el—. Vamos.

Me levanté para ayudarle a hacerlo igual y después bailar. No era la misma canción que la primera cita, pero era igual de bonita y perfecta para bailar.

Se que es algo antiguo y un poco ridículo, pero a mí madre le hubiese encantado verlo—dijo Eddie, muy serio.

Despegue mi cabeza de su pecho para mirarlo con mi ceño fruncido.

¿Que pasa?—pregunte confundida.

Estaba nervioso. Podia notarlo por sus manos que temblaban un poco. Eso me hizo sonreír, hace mucho que no lo veo así.
Eddie dejo de posar sus manos de mi cintura y metió una en su bolsillo. Sin previo aviso, solo se inclino apoyando todo su peso en una rodilla. En su mano reposaba una pequeña cajita azul.

By,... no sabes desde cuándo soñé con este momento, de hecho, siempre quise hacerlo desde que te vi salir detrás de ese montón de sillas y luego golpear a ese chico.

¡Oh por dios!
¿Es lo que creo que es?

No podía moverme, solo pude sentir lento.

El abrió la cajita y pude ver una anillo plateado con un diamante muy hermoso.

¿Quieres ser mi...?

-¡SIIII!—Chille lanzándome a sus brazos y lo besé. Los dos caímos gracias a mi. Pero a ninguno de los dos nos importó.

Recuperamos la postura y Eddie me puso el anillo en mi dedo. Nunca se me pasó por mi cabeza que esto iba a pasar.

Love and only love #3 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora