Los últimos meses pasaron incluso más rápido de lo que esperaban todos, entre preparativos y cirugías, pero a pesar de las adversidades el día había llegado. Oficialmente formarían una familia juntas, eso que tanto habían fantaseado en aquellos meses de idas y vueltas donde su amor no era correspondido y la carne se volvía cada vez más débil ante esos pares de ojos azules que lograban paralizar el mundo.
Ambas temblaban de los nervios, ya que no sabían cómo reaccionaría la otra al verlas y los miedos se apoderaban de Amelia "¿Y si se arrepiente? ¿Y si siente que se equivocó?" Eran algunas de las dudas que recorrían la cabeza de la castaña, mientras que Anastasya lagrimeaba solo con imaginarla llegando al altar.
La marcha nupcial había comenzado a sonar, Anastasya sentía un nudo en el estómago pero lo ignoró, ya que solo eran sus nervios tratando de pasarle una mala jugada. Amelia ingreso a la capilla, y se veía realmente hermosa, las lágrimas no tardaron en llegar a los ojos de varios.
— Estas hermosa -susurra Anastasya cuando Alex le entregó a Amelia-
— Igual que tú -corresponde con una sonrisa-
Mientras escuchaban al Papa hablar, no podían evitar mirarse a los ojos, mientras relucían de felicidad y la sonrisa no se les borraba de la cara a ninguna de las dos mujeres. Llego el momento de loa votos.
— Amelia... Hay mucho que podría decirte pero si me prestas atención deberías de saberlo todo, no escribí nada ya que quería que mis palabras sean totalmente sinceras contigo. Gracias por este tiempo a mi lado, gracias por aceptarme y amarme tal y como soy, gracias por aceptar comenzar esta nueva etapa junto a mi. Gracias por ser quien eres, y por todo lo que alguna vez atravesamos juntas. Cada mañana cuando me levanto y te veo durmiendo tranquila, con los miedos destapados a mi lado me siento la mujer más afortunada del universo, jamás fui tan rica como cuando te tengo entre mis brazos. Te amo, Amelia. No puedo decirte más que esto -solloza Anastasya-
— Tassya... Junto a ti aprendí a brillar, crecí como persona y encontré mi verdadero yo. Me haces ser inmensamente feliz junto a ti, cada día me demuestras aún más que eres la persona que quiero tener todos los días a mi lado, quisiera pasar toda mi vida junto a ti. Esta vida no me es suficiente para amarte lo mucho que te mereces, así que prometo buscarte en las siguientes. Te amo, amor de mi vida -llora Amelia, ambas se tomaron las manos en un intento de consuelo-
— Anastasya Koracick Morozova ¿Aceptas amar y respetar a Amelia Frances Shepherd en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte las separe? -cuestiona Francisco-
— Si, acepto
— Amelia Frances Shepherd ¿Aceptas amar y respetar a Anastasya Koracick Morozova en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte las separe?
— Si, acepto...
— Si alguien se opone a esta boda, hable ahora o calle para siempre
Addison en su interior se moría de celos y dolor al ver a su amada casarse con alguien más, pero no era capaz de arruinarle tal felicidad, pues su felicidad era la suya. Aunque se moría las ganas de levantar la mano y gritar "Yo, yo me opongo" no podría hacerlo, perdería una amiga y a su amada. Así que le tocaba conformarse con observar desde lejos.
— ¿Nadie? Bien... Las declaró Mujer y Mujer... Puede besar a la novia -informa-
Ambas se besaron, tierna pero apasionadamente. En un beso que demostraba todo eso que sentían entre ellas, un beso que las llevo más allá de las barreras humanas, rompiendo los límites interestelares del amor.
Salieron de la capilla directo a su salón de fiestas, todo estaba ambientado al estilo victoriano y se veía perfecto. Anastasya tenia buen ojo para la decoración y era cada vez más notorio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bailaron, bebieron, rieron y comieron hasta estallar, una vez todos se fueron decidieron tener un último baile privado, solo ellas. Mientras el vals sonaba ellas bailaban abrazadas, dentro de su burbuja de amor.
— Así que... ¿Este es nuestro final feliz? -cuestiona Amelia sin separarse del pecho de su esposa-
— No -niega Anastasya- Es el comienzo de nuestra historia feliz... -besa la frente de Amelia-
Donde todos veían un final feliz, Anastasya veía el comienzo de una nueva historia, una historia de amor y fantasía junto a su persona amada, una historia donde ambas serían totalmente felices. Ningún final es feliz, por eso, Anastasya escribió una historia repleta de cosas felices y se nego a escribir el final, dado a que sería inhumano ponerle un fin a su historia así sea o no feliz.
— Te amo para siempre -susurra Amelia-
— Prometo buscarte en cada capítulo de esta bonita historia... -responde Anastasya dejando llevar su cuerpo por la lenta melodía de la música-
Que suerte tienes tú, Querido lector. Tú si puedes regresar capítulos detrás y revivir esta historia, yo solo debo conformarme con el recuerdo de mi propia historia de amor con Amelia y avanzar hacía la siguiente etapa. Desearía vivir aquí por siempre, así que, entre tú y yo... Si la vez a Amelia por algún capítulo recuérdale lo mucho que la amo.
