Coincidence||Neteyam Sully (Avatar)

Capítulo 20

Alyara

-!Aly!-estaba en la orilla del mar viendo como mis mascotas jugaban entre ellos cuando escuché a Lo'ak decir mi nombre. Al girarme, vi como venía hacia mí corriendo-

-¡Lo'ak!¿Ocurre algo?-me levanté de mi lugar preocupada-

-Voy a ir a ver a Payakan, quiero saber su historia completa, ¿te vienes?

-miré a mi alrededor para asegurarme que no había nadie de nuestro círculo cerca para impedirnos ir-Te acompaño, pero debemos volver antes de la cena para que no sospechen de que nos hemos ido más allá del arrecife

-Trato hecho-sonrió contento, sacándome a mí otra sonrisa-

Lo'ak me cogió de la mano estirándome de esta para zambullirnos en el agua. Ambos subimos en nuestros respectivos Ilu y nadamos hasta las rocas Tres Hermanos. Intentamos despistar a Ronal y Tonowari por el camino, quienes estaban abrazados y nadando juntos soltando risas cuales niños pequeños, y por suerte, lo hicimos de forma exitosa. Por el camino estaba claro que hicimos carreras, bromeamos e hicimos piruetas. Incluso imitamos a nuestros amigos y familiares. La imitación de Lo'ak hacia su padre fue lo mejor, eran exactamente iguales. Mientras que Neteyam se parecía en general a Neytiri, Lo'ak se asemejaba a Jake. Kiri tenía su propia personalidad pero era igual que su madre Grace y la pequeña Tuk era una combinación de sus progenitores. El camino se hizo muy ameno al lado del chico y enseguida nos reunimos con Payakan.

-Hola Payakan, me alegro de verte-le dije feliz subiéndome a su aleta. Este me respondió que estaba igual de feliz de verme-

-Hermano, ¿que pasó aquel día que te desterraron?-Lo'ak le miró preocupado. Yo imité su mirada al oír que fue doloroso-

-Oh Payakan...-le dí un abrazo en el momento, me sabía mal que hubiera pasado por tanto-

-Confía en nosotros Payakan, confía en mí-Lo'ak le transmitió una mirada de confianza, logrando que nos sumergiera en el agua-

Ambos le miramos dudosos ante su acto, por lo que este abrió su boca. Entendí que uno de nosotros tenía que entrar ahí dentro. Lo'ak, al conocerse más con Payakan, me dijo que le esperara fuera, que él mismo entraría. Payakan cerró su boca cuando tuvo a Lo'ak dentro suya y ante ello, escuché un ruido detrás nuestra. Me giré para observar la fauna e inspeccionar si había alguna amenaza, pero no logré divisar nada sospechoso, por lo que me giré hacía el Tulkun, quien tenía los ojos cerrados, pero lagrimosos. Hasta debajo del agua se podían notar aquellas enormes lágrimas llenas de dolor y sufrimiento. A pesar de todo, sentía varios ojos observarnos, pero no de la fauna, sino de alguien, pero decidí creer que era mi mente, que me estaba jugando una mala pasada. Al pasar un tiempo, Lo'ak salió con la cara descompuesta. Aquello elevó las pulsaciones y los nervios de mi cuerpo, por lo que al llegar los tres a la superfície, le pregunté qué pasó ahí dentro.

-¿Lo'ak?-puse mi mano en su hombro para que me mirara-¿Qué ocurre?¿Qué viste?

-Aly...Me he vinculado con él. ¡Vi lo que pasó de verdad! La gente del cielo...-soltó un suspiro para tranquilizarse antes de seguir contando lo que había visto-Mataron a toda su manada, incluso a su madre, delante de sus ojos. Él juntó a jóvenes Tulkun y guerreros Metkayina para parar la caza de su especie, pero de nuevo, fue él el único superviviente de tal matanza

-No los mataste...Te culparon por un crimen que no cometiste sin escucharte-miré a Payakan, este solo asintió-

-Lo siento mucho hermano...-Lo'ak le abrazó tan fuerte como pudo-

Ante tal acto, Payakan cerró los ojos al sentir tal muestra de amor, una que no había sentido hace mucho tiempo. Yo me uní a ese abrazo secando las lágrimas que rodaban por las mejillas de Lo'ak. Payakan por fin se pudo liberar de un peso que llevaba por años y Lo'ak se alegró por una parte de que le hubiera elegido para mostrarle los sucesos reales, aunque por otro lado estaba destrozado pues sabía que el Tulkun tenía una alma pura y no merecía aquello. Tuve que llevarme a Lo'ak arrastras pues no quería separarse de su ahora, hermano espiritual, a pesar de que Payakan le decía que se encontraba mejor por haberle contado la verdad a alguien y por haber tenido la oportunidad de desahogarse sin ser juzgado y con personas que le iban a consolar.