-Por favor Alyara, no me dejes-verlo llorar me partía el alma, pero no podía darle más de mí, ya no-
-Mi guerrero...siempre estaremos juntos, pase lo que pase, en esta vida u otra-susurré bajo, ya no tenía tiempo-
-Te veo mi desconocida
-Neteyam te...
Ante las circunstancias en las que nos encontrábamos en este momento, decidí llamar a mis respectivos animales para hablar con ellos antes de ir con mi respectivo grupo. Tenía una gran conexión con ellos y al saber comunicarme bien con ellos, me era urgente realizar esta mini reunión mientras todos los Metkayinas iban con sus hermanos espirituales para avisarles del comunicado anteriormente hablado.
-Rimu, Ne'ui, Ka'lu, se que es demasiado precipitado, pero creo que hoy va a tener lugar el principio de una guerra que no se cuanto durará...
Suspiré ante mis palabras mientras estos me miraban atentos y me daban mimos con sus extremidades o cabezas.
-No estoy asegurando nada, pero en el caso de que no vuelva, quiero que sepáis que no os he abandonado, solo he luchado por vuestra libertad y tranquilidad en estas aguas y estos cielos-les miré con una pequeña sonrisa mientras comenzaba a acariciar a cada uno de ellos, poniendo diferentes armas en sus monturas para tenerlas repartidas para el viaje-Y además, siguiendo con el mismo caso, me gustaría que cuidarais a una persona que se ha vuelto especial para mí. ¿Me haríais ese favor chicos?
Estos se miraron entre sí y asintieron ante mi demanda. Después de ello, nos dimos un abrazo los cuatro y partimos hacia mar adentro, donde iba a comenzar todo y donde iba a finalizar.
Narrador omnisciente
Lo'ak se dirigió hacia el muelle haciendo ruidos bajos para llamar a su Ilu, el cual vino enseguida. Mientras le seguía haciendo esos llamamientos para que se estuviera quieto, le ponía la montura y le acariciaba para que no se fuera por cualquier circunstancia. Neteyam, quien conocía de pies a cabeza a su hermano menor, le siguió hasta dicho lugar, interrumpiendo las acciones que realizaba el primer mencionado, llamando su atención.
-Tú de aquí no te mueves hermanito-Neteyam apareció por detrás de este. Lo'ak ante ello, se giró para verlo-
-Debo avisar a Payakan de los rastreadores-Lo'ak le miró esperanzado, esperando que comprendiera su posición-
-No, tú y tu culo de skxawng os quedáis aquí-dijo gesticulando con sus manos el hermano mayor, esperando que su hermano pequeño pudiera hacer caso, al menos en este momento, pero la suerte no estaba de su lado-
-Esta sólo e indefenso, no tiene a nadie más que a mí para avisarle-dijo este señalando hacia el horizonte-
-Hermanito, ¿por qué tienes que hacerlo todo tan difícil?-Neteyam puso una mano en la frente de Lo'ak, pero este se la quitó de un manotazo-
-No, quieres decir que por qué no puedo ser el perfecto hijo como tú
Lo'ak señaló a su hermano mayor con una voz quebrada. Neteyam, ante tales palabras asintió y se giró indignado. Lo'ak no era el único que estaba dolido pues Neteyam sintió la sensación de llorar por las palabras que acababan de salir por la boca de su hermano, las cuales había tenido que escuchar. Esto solo empeoraba su relación de hermandad, pues por un lado se encontraba el hermano despreciado e infravalorado por su familia por su actitud alocada y por otro lado se encontraba el primogénito, el chico que había tenido una presión encima desde el momento que nació por su familia. Situaciones distintas, pero con el mismo dolor y agotamiento en ambos corazones y mentes.
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