Román y Martín no habían terminado tan bien las cosas, primero por un hecho de egos y abrazos negados o porque simplemente a el último también le hartó la situación del morocho, mucho más cuando tuvo que ver con sus propios ojos en como casi Renata se pasa al otro lado, por culpa de esas pastillas silenciosamente asesinas que le había recomendado el médico en caso de que tuviera un largo rato de somnoliencia que le complicaba el hecho de poder realizar algunas actividades debido a su estado de ánimo (en otras palabras una negligencia médica de parte de un profesional sabiendo que estaba pasando por un episodio maníaco—depresivo por culpa de cierto individuo)
Esas cosas llevaron ciertos inconvenientes en la prensa, rumores malintencionados por algunos de su ex—compañeros que no tenían ni idea el trasfondo sensible de dicha situación, ya que algunos “conocidos” no sabían la existencia de aquella joven muchacha de dignidad sensible y sonrisa de muñeca.
Excepto lo más cercanos, en síntesis lo de la vieja camada ganadora.
Ella era lo contrario o mejor dicho lo opuesto, era agradable a la vista de todos y cuando tenía sus arranques siempre trataba de autocorregirse a tiempo, antes de que las cosas se le fueran de las manos.
Martín supo con decencia que debía proteger contra marea a aquella muchacha pero nuevamente la distancia por su nuevo trabajo conllevaron a dejarla "sola" a pesar de que se comunicaban a la distancia.
Obviamente como había pasado con Pablo la vida los volvió a unir por distintas circunstancias si con Pablo había surgido por el tema de separarse, volver a river y posteriormente trabajar para la sub—17, él había vuelto por el tema de que debía dirigir primero antes que nada Aldosivi luego platense para poder salvar al equipo del descenso.Cuando el titán volvió, vió a una mujer renovada todo gracias a que Pablo le había ayudado durante sus años luego de su sorpresiva vuelta al país para buscar un lugar en el river de Gallardo, que directamente no había funcionado por el tema de sus lesiones y porque el mismo técnico y ex—compañero consideraba que no estaba a la altura de una libertadores.
Una locura, teniendo en cuenta de que había vuelto de la liga europea un poquito mal pero sin perder su esencia.
En otras palabras en medio de ese duelo personal, ese crecimiento o evolución durante el tiempo de su ausencia decidió quedarse de igual manera por sí se prendían las alarmas porque la conocía como la palma de su mano porque básicamente se pasaba en las concentraciones, asados, y en todo lo que se la involucrase porque gente como él se habían tomado el atrevimiento de tomarle cierto cariño en base a lo que representaba en cuanto a su personalidad y su manera de encarar ciertas situaciones.
Sabía que Román, ni lerdo ni perezoso iba a tomar una contrapartida contra Angelici para volver al club y de esa manera ser dirigente, ya que todos conocían como el nombrado se manejaba.
Y lo que más temía era de que volviera para lastimarla, para abrir cierta herida que todos sus cercanos incluyéndolo a él lo habían sanado.
Porque si bien había tomado hace algún tiempo las ganas de renunciar el Tano en su momento la habría frenado e incluso motivado en seguir defendiendo la azul y oro con capa y espada.
Entonces siguió, le hizo ganar muchos títulos al club y tuvo la sencillez de ayudar a la nueva camada de jugadoras jóvenes que aspiraban a ser parte del seleccionado nacional.
Obviamente el miedo irracional de el titán se hizo realidad por el simple hecho de saber con plena anterioridad de que las cosas se darían de esa manera, ya que por ese entonces la salida inminente de Riquelme del club multicampeón garantizaba de que no iba a quedarse con los brazos cruzados y fue así porque conociendo su temperamento era capaz de pegarle hasta a su propia sombra en busca de hacer justicia por mano propia.Esos días de incertidumbre varios de sus amigos incluyéndolo al ratón trataron de hacer como una especie de protección para que toda cercanía se evitase pero simplemente fue imposible todo se vió obcecado por la ganada de antemano de Román en las elecciones y su inesperada (no tanto para Martín) vuelta a la asociación deportiva que lo vió convertirse en grande.
Por ese entonces le dijeron que renunciase no por maldad pura si no para que eludiera ciertos dolores más adelante, pero siempre siendo terca y haciendo oídos sordos a los demás decidió quedarse para demostrarles y demostrarse que era capaz de sobrellevar cada situación que se le pusiera en el camino mientras que el estara en el cargo.
Al principio todo era perfecto sin objeciones de por medio pero después todo fue empeorando a medida de que comenzaron a tener roces porque ambos tenían una personalidad bastante fuerte.
Eso mismo hizo reabrir heridas viejas de como cuando uno era chico y se caía sobre el cemento por jugar a lo bruto en la calle terminando con las rodillas paspadas y sangrantes debido a lo áspero del suelo.
Esos roces se convirtieron en cercanías bastantes peligrosas que podían terminar mal para sus más cercanos pero para Aimar no los era ya que era un método bueno para dicha reconciliación y para que las cosas se debieran cerrar como no se pudo hacer en su debido tiempo.
Si bien a Martín al principio no le gustó la idea también comprendió al igual que su colega que era el motivo perfecto para que todo lo que algún día les hizo doler se viera remendado por los hilos de unión que un día dejaron de funcionar porque uno de los dos había desatado de manera brusca esa contigüidad entre ambos.
Entonces de cierta manera también comenzó a llevarse mejor con el morocho y a comprender que era necesario que sucediera dicho evento.
En vez de poner trabas al asunto, porque creía que debía protegerla de todo, decidió ceder y a ayudar a su compatriota en el visible intento de que buscaran las palabras necesarias para restaurar la concordia.
Aunque sin condiciones las cosas las complicaban ellos con sus temperamentos porque no podían durar un segundo sin estar a los gritos a pesar de que querían buscar la solución al problema que venían remolcando hace meses con sus idas y vueltas fastidiosas donde la barca no sabía si avanzar o quedarse en el mismo lugar.
Todo aquello llenó de frustraciones a los intencionados de poder tenerlos juntos de nuevo ya que no podían saber de qué manera apuntar para que las cosas se diesen.
Hasta que un día por comentario de Ibarra luego de un partido de platense contra boca le dijo en joda a su camarada que a ellos dos debían encerrarlos juntos en la bombonera para ver qué pasaba, o las cosas terminaban en reconciliación segura o a los santos gritos que hasta Ameal correría espantado porque cuando peleaban no había con que darle a los dos. Cuando llegó a casa ese sabor a poco le quedó resonando tanto en su cabeza que decidió comentárselo al ex—delantero de River quien le contestó que no era una mala idea.
Aunque al principio Martín se le negó aterrado al final se relajó y dijo que era una buena idea, ya que la bombonera para ambos significaba remover cosas adentro, como lugares, sentimientos y demases.
Así los dos en palabras suyas "se dejaban de romper las guindas" y terminaban con este martirio de una buena vez por todas.
Esperaban que los planes funcionen.
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𝗣𝗘𝗥𝗗𝗢𝗡
Fanfiction❝ 𝘗𝘦𝘳𝘥ó𝘯, 𝘭𝘰 𝘴é 𝘔𝘦 𝘦𝘲𝘶𝘪𝘷𝘰𝘲𝘶é ¿𝘘𝘶𝘪é𝘯 𝘱𝘶𝘥𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘢𝘵𝘳á𝘴? 𝘛𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻, 𝘲𝘶𝘪𝘻á 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 ¿𝘘𝘶𝘪é𝘯 𝘱𝘶𝘥𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘢𝘵𝘳á𝘴? ❞