12

145 13 0
                                    

Una prueba más debían pasar juntos antes de que la estancia culminara para definir y determinar la unión de este clan.
Las ansiadas elecciones en boca le darían el privilegio de por fin ser presidente por primera vez y ser acompañado por el histórico '9' como su compañero de fórmula.
El dúo Riquelme—Palermo daba hincapié al hincha de elegirlos a ellos como sus representantes, las encuestas en el entorno xeneize estallaban en números contra el protegido de Angelici.

En cuanto a esta sorpresiva unión entre los dos ídolos fue gracias a Renata quién ayudó a apaciguar las aguas, y terminar de reafirmar esta reconciliación.
Tal vez por la historia de 'egos', en cuanto a un pasado bastante cercano pudo haber complicado la relación entre ambos, y todo esto debido a la personalidad de los dos hizo que las cosas no terminaran de la mejor manera y que hayan varias versiones en los medios sobre esta posible pelea.
Y aunque a un principio costó convencerlos, la joven amenazó con encerrarlos a ambos con autorización de Ameal hecho que obviamente aterrorizó a ambos y terminaron aceptando por las buenas los hechos.

—¿Nervioso?—musitó acomodándole la campera mientras le daba pequeños besos en sus labios.

—No, porque estás vos—sonrió de manera pícara.

La joven agachó su cabeza avergonzada mientras sus mejillas se tornaban rojas.
Ambos tomaron el atrevimiento de irse a la bombonera para votar, ese día la cantidad de gente revolucionaba las calles, ese día iba ser historia.
En cuanto a las votaciones, el tema fue muy peleado entre los tres partidos pero al final había ganado la dupla multicampeona.
Ese día los medios mostraron aquel abrazo que los hinchas de la azul y oro soñaban, un abrazo sincero que se hizo durar un buen rato y que hizo soñar al hincha de nuevo bajo el lema 'el club está por encima de nuestras cabezas, somos bosteros de corazón'.

Ese día había comenzado la idilia y algunos palos en contra de lo que podía aportar este conjunto.

Algunos hablaban de que no estaban los suficientemente capacitados para el cargo, y apoyaban fervientemente la idea de que vuelvan los que algún día trajeron ‘la gloria’ sin nombrar la falta de paga a sus integrantes.
Obviamente ninguna de sus mujeres los dejaron solos en ningún momento, estuvieron al pie del cañón sosteniendo los toldos que habían construido la dupla con mucho esfuerzo.
Eran el sostén, los clavos que mantenían en pie a la madera de las mismas quién eran totalmente resistentes a lo que podían recorrer afuera y a sus alrededores.
A las intervenciones malintencionadas que querían ver caer a esa función onírica que iba fomentando las bases de a poco.

En cuanto a las presentaciones y formalidades, se dieron de manera eufórica ya que sus representantes eran prestantes de lo que relativamente hacían sentir a sus votantes, pasión, éxito, elevación honorífica, alegría entre descripciones breves.

Eran el ajedrez perfecto para que los peones avancen sobre los reyes y hagan caer una dinastía completa.
Hicieron un jaque mate en silencio mientras que del otro lado se hacían mapas de insignificancia absurda que no les llevarían a nada. Chamuyo de primera.

Encarar un nivel más de lo que solían ser, era tan difícil pero no imposible porque les aportaba un desafío a superar.
De aquellos que se enfrentaban en un pasado cercano cuando competían para las grandes ligas con el club y para el seleccionado nacional.
Las luces de las puertas hacia el Edén que le darían las pautas para el futuro, para el prestigio a alcanzar para lograr los títulos deseados pendientes.
A destacar que lo único que buscaban era darle el privilegio al club y no a sus bolsillos para que estos crezcan.
Es entonces, que esto era lo que les diferenciaba del resto, justos, sin querer figurar en un futuro en partidos con fines políticos, solo queriendo dar la ración determinar para plantar la culminación de una era de bastante notoriedad intensa.
Para esos días durante sus comienzos, costaba llevarlos de un solo tirón a todo ese triunfo que venían planeando durante meses.
Caídas si que las hubo.
Hubo barro, lluvia y una neblina que no les podía permitir avanzar con la pelota para alimentar el gol que jactaban cómo equipo las veces que se complementaban en la cancha para dar vida al pueblo que gritaba carnaval y sentimentalismo.
Sin embargo fueron las pequeños intentos que los llevaron a las primeras metas cumplidas.
Es entonces que luego de varios años y varios meses se llevó a cabo lo que creían haber dado por perdido la ansiada copa libertadores que los esperaba aún con los brazos abiertos, esperando a ser alzada unas cuantas veces más por el equipo que triunfó unas cuantas veces en Japón.
Ese día donde los medios supieron que se habían metido con los dueños equivocados, bajo las manos que hoy obtenían la gloria nuevamente y que simplemente se mantenían al margen de la simpleza que lo caracterizó siempre.
Aunque a Román nunca le faltó las ganas de chicanear a los que quisieron verlos caer fue su chica la que le dijo que las cosas se iban a acomodar en su lugar y la vida les iba a  devolver su merecido a quiénes un día estuvieron en su contra.
Esas semanas a parte de sus grandes triunfos olímpicos le dieron también el arraigo a algunos asuntos interpersonales, la llegada a un nuevo integrante a la familia que significaba una nueva vida, una nueva fortaleza dentro de ella y una vida llena de nuevos principios y responsabilidades.
Al principio ella se escondía, no quería opacar el festejo de la reciente libertadores y porque próximamente tendrían que embarcarse a Japón para disputar la final internacional entre los grandes ganadores de América y Europa.
Esos días fueron un martirio. La única que sabía de la noticia era Florencia que a pesar de que quería contarle absolutamente todo al padre no podía pues Renata quería preservar la noticia en caso de que Boca resultara campeón del gran título de mayor relevancia para su vitrina.

Esa noche cuando viajaban, obviamente en aviones separados las primeras náuseas se hicieron notar y Martín que no se perdía ni un detalle, le pidió a Jessica que vaya a ver qué sucedía.
Todo eso en voz baja porque su compañero de al lado dormía plácidamente y no quería alarmarlo.

—dale ahí voy.

Le había dicho su mujer quién no dudó ni un segundo en ir tras de ella.
Las cosas se debatieron en un milisegundo y desde momento, la más chica supo que no podía ocultar todo durante mucho tiempo, entonces haciendo una mea culpa decidió confesar la verdad, entre sigilios, susurros y el color rojizo tomarle las mejillas le comentó sobre el embarazo pero simplemente quería guardárselo al menos hasta que llegasen a el hotel donde harían la parada y descansarían hasta la mañana siguiente de la final.
Al minuto de la confesión Geneux no la soltó en todo el viaje y cuando bajaron le pidió encarecidamente a un Román totalmente cansado de que se quedase con ella y no la soltara en ningún momento.
Obviamente que nunca la dejaría sola.
Entonces los dos abrazados a rastras se fueron al hotel donde los esperaban y subieron a la habitación correspondiente le esperaba un día largo por emprender.

𝗣𝗘𝗥𝗗𝗢𝗡 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora