A la mañana siguiente me dispuse a empezar a trabajar apenas el sol saliera tome lo necesario y salí con los que habíamos quedado en el avión en dirección a la cabaña, una vez reunidos salimos afuera y me detuve para hablar con el grupo, junto a nosotros estaba Joshua, el cual quiso ayudar.—Bien, ya revise cuántas provisiones tenemos y son suficientes ya que llevamos días trayendo cosas para sobrevivir, así que ahora toca buscar una ruta de escape— ellos estaban atentos a lo que decía —Así que nos vamos a dividir en grupos de dos personas para cubrir más terreno—.
—Hacia el sur irán Leo y Eva, hacia el este irán Sausha y Emma, hacia el oeste Kurt y Joshua mientras que Alba y yo iremos al norte ¿Entendido?— asintieron y antes de salir Leo se acercó a mi.
—Ten cuidado— extendió su puño hacia mi —y cuida bien de Alba—.
Sonreí.
—Esta bien, tu igual idiota, no te vayas a perder— chocaría su puño y empezaría a caminar —y no me des ordenes—.
Empecé a caminar con Alba hacia en norte, iba pensando que pasaría con la criatura, había algo que no me cuadraba, no estaba en ese bosque por pura casualidad, había algo aún más grande pero que era un total misterio. Íbamos en total silencio hasta que Alba decidió charlar.
—¿Y bien? ¿Qué tienes pensado hacer?— preguntaba la pelirroja sacándome de mis pensamientos.
—Pues en si quiero ver una ruta viable de escape, cosa que se vayan los más capaces, ósea nosotros y poder llegar a la ciudad para traer un equipo de rescate el cual pueda encargarse de sacar a todos los heridos de aquí, ya después de eso regresar a Estados Unidos con todos a salvó y acabar de una vez con esta mierda— decía decidió.
—¿Sabes? Te expresas muy bien, es como si siempre estuvieras un paso al frente de todos y que siempre sabes cómo controlar la situación— me elogiaba y solo mire a otro lado, se sentía bien que me elogiaran, casi nunca lo hacían.
—Es un don— diría sonriente de forma egocéntrica riendo poco después.
—Si, como digas— ríe igual y seguíamos pasando por los árboles los cuales a veces era algo complicado ya que el piso era muy irregular o inestable.
—¿Y que tipo de música escuchas Zack?— haría otra pregunta viéndome directo a los ojos.
—Carajo, debí separarnos en grupos de tres personas así podía evitar hablar mucho— di un suspiro ligero y regrese la mirada a ella —Phonk, electrónica, rock y algo de Pop— explicaba sereno mientras daba un salto amplio hacia abajo para evitar caminar por tierra resbalosa.
—Vaya… ¿No es un poco variado?—preguntaba al caer detrás de mi —A mi me gustan casi lo mismo, solo que escucho música clásica también—.
—Solo escucho música que me gusta o llama la atención, no por que sea de un género distinto no me va a gustar— miraba al alrededor y hacia atrás intentando recopilar nueva información y recordar por dónde venia.
—¿Y que pensabas estudiar?— ella quería seguir conversando pero sentía que compaginaba bien con ella, así que me sentía más cómodo.
—En realidad vivía solo, así que tenía que trabajar para poder comer, aparte tenía que pagar los impuestos y servicios de mi casa, por lo que no tenía dinero para estudiar y mucho menos tiempo— lo decía con mucha normalidad, me consideraba alguien con mucha adaptabilidad así que asumí que no podría estudiar una carrera universitaria, termine renunciando a esa idea y me puse a estudiar por las noches después del trabajo todo lo que podía.
—Oh… lo siento por preguntar— parecía incomoda con mi respuesta.
—No pasa nada, ¿Tu que querías estudiar?— pregunté antes de subir una enorme piedra y de un salto caer al suelo de pie flexionando un poco mis piernas.
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El experimento fallido
Ciencia FicciónEl ser humano nunca será perfecto, sin importar cuánto evite serlo, nunca lo conseguirá