8 ; Expresiones sinceras.

1K 135 9
                                    

Tras esa confesión, el corazón del héroe pareció dar un verdadero brinco. Parpadeó varias veces entonces, tratando de convencerse de que no estaba soñando.. y así pareció adivinarlo Jack, quien segundos después entre risas le propinó un suave pellizco sobre el brazo.

——¿Y..Yo? ——Repitió, todavía incrédulo.

——Usted, sí. ¿Le sorprende? con lo encantador que ha sido desde el inicio.. creo que era cuestión de tiempo para que cayera al igual que toda la humanidad por usted. ——Volvió a sonreír, esta vez un poco más nervioso.

En ese lapso de tiempo no había obtenido una sola respuesta del Dios. Empezó a preocuparse, inconscientemente se preguntaba, ¿Y si solo había malinterpretado las cosas? Agachó la mirada hacia sus propios pies, despegando la suela de sus zapatos del piso a modo de calmar sus ansias. 

Por suerte Hércules lo notó a tiempo.  Sí, seguía sin creer lo que estaba pasando, pero sabía que debía darle una respuesta lo antes posible para evitar que siguiera sobre pensando. En realidad, ¿Qué necesitaba tanto meditar? era obvio lo que iba a contestarle. 

 Con el rostro completamente rojo volvió a acercarse, esta vez para tomar las mejillas del peliblanco.

——¡Tú también me gustas! me gustas tanto que cada vez que estoy contigo me siento débil..como si fueses mi talón de Aquiles.——Conocía al guerrero, fue fácil hacer una comparación de ese tipo. ¿Fue rebuscado? a juzgar por la mirada de Jack, lo entendió.

Suspiró aliviado, encontrándose con esos maravillosos ojos. Con cuidado uno de sus dedos fue a despejar los mechones blancos que seguían colándose de vez en cuando sobre su ojo violeta. Se veía tan bien... se sentía tan bien, que no pudo evitar volver a besarlo, esta vez, sobre la frente.

——My sweet God..——suspiró el destripador. Ni siquiera había necesitado utilizar su habilidad para ver los colores del héroe,¡Parecían desbordar por su cuerpo! una energía inigualable, un color tan brillante y cálido.. que logró robarle una nueva sonrisa. Tan abrumado pero feliz se aferró a su cuerpo, dejando que esos enormes brazos lo estrecharan.

Ninguno de los dos contaba con grandes experiencias, por lo que se habían dejado llevar por ese ferviente deseo de sentirse cerca, quedándose juntos por un par de minutos en completo silencio. El héroe había apoyado su mentón sobre la cabeza del humano, sonriendo como nunca antes.

——Volvamos a casa. 

𝗨𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗟𝗼𝗻𝗱𝗼𝗻'𝘀 𝗯𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲 ; Jack & HérculesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora