capitulo 3

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Prov Hazel.

Estaba tan aturdido que apenas logré entender a la joven amiga de Maya. ¿Entonces no había tenido relación alguna después de mi?, La pequeña...¿Ella era mi hija?. La miré detenidamente, sus ojos eran idénticos a los míos: grandes y con largas pestañas, su cabello era lacio y negro.

Sonreí

¿Que se supone que debía hacer ahora?

La presión en mi pecho por poco me hace fallar.

—Si... La señorita Maya es realmente hermosa—aseguré temblando de pies a cabeza, bajé a la pequeña Lili con delicadeza y comencé a agonizar por el remordimiento, por el miedo, por la tristeza—Nos volveremos a ver—dije y me levanté de golpe para salir de ahí. Ya no quería huir pero no sabía si hacer algo era lo correcto. Era mi hija ¿No?.

OMNISCIENTE

Maya y Diana se quedaron atontadas por esa repentina reacción, pero decidieron ignorarlo muy incómodamente.

—Puedes irte ya—Maya aseguró y la menor solo asintió saliendo de prisa.

......

Hazel se encontraba por la ciudad sentado en una banca sola. ¿Cómo puedo no saber que Maya ya tenía una hija? Y mucho peor...no saber si era de él o alguien más. Por un momento pensó que era culpa de Antoni, gracias a qué su único hombre que le informaba día a día sobre Maya, renunció, todo se fue al carajo. Pensó que todo se resolvería si la dejase atrás, pero por obra del destino está de nuevo aquí.

TIEMPO ATRÁS

Hazel se encontraba firmando unos papeles. Hacía días que se mantenía encerrado en su oficina, apenas dormía, apenas comía, pero todo el tiempo la tenía en mente.

Miró su reloj desesperado, faltaba solo un minuto y estaba seguro que Antoni lo llamaría puntual.

Entonces sonó el teléfono.

—Antoni, ¿cómo está ella?—
Preguntó con necesidad y esperó impaciente.

—La señorita Maya está bien—Contestó en un tono neutro. Estaba arto.

—Ella...

—Señor Hazel—le interrumpió antes de que lanzará más preguntas sin control.

—¿Qué pasa?—contesto rápidamente.

—Renuncio—aseguró con enfado. Hazel se quedó estupefacto unos segundos, Antoni recibía una muy gran paga—A partir de hoy solamente trabajo para la señorita Maya. Ya no soy más su empleado.

—¿Es una broma, cierto?.

Ni siquiera le escucho pues este ya había colgado el teléfono.

Antoni estaba arto de cubrir su cobardía. Había estado con Maya desde su inconsciencia y un par de meses cuando despertó y no soportaba ver cómo Hazel era tan cobarde para no regresar por ella. No podía traicionarla, no podía estarle diciendo todo lo que pasaba a Hazel a sus espaldas y más aún cuando él no tenía el valor de ir por ella. Sabía que aunque diariamente le informase sobre Maya, lo único que Hazel haría al final, sería dejarle de nuevo y eso era algo que no podía soportar.

Así que no complicaría las cosas mucho más, no haría más. No le diría a Hazel que Maya estaba embarazada de él y no le diría a ella que él no tenía  la valentía de regresar por ella. Ahora estaba dispuesto a velar por el bien de la señora, estaba dispuesto a cuidarla, a prevenirle de cobardes que huyen sin tratar de encontrar soluciones, de hombres débiles... 

TIEMPO ACTUAL

Se arrepintió aún más al pensarlo. Quería regresar y decirle toda la verdad, quería mirarla y que ella volviera a él. Pero eso ya no sería posible. La miró tan llena de vida, resplandecía cómo nunca y sin él, él ya no era parte de su vida, ella estaba bien sin él.

Vendida #2: Recuerdame ➜+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora