Capítulo 5

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Conforme iba pasando el tiempo Wang Darren se iba acoplando al clan Xiao.

Conoció a su destinado, un alfa vampírico, tal como lo recitaba la profecía, sus mejillas se sonrojaba cada vez que cruzaban sus miradas, luego de saber que fue el quien lo encontró y auxilio junto con el príncipe Xiao.

Cada vez que estaba cerca del príncipe Xiao Zhan, se sentía cohibido y demasiado tímido, al ver esa mirada tan intensa, esa mirada ardiente y seductora que le daba el príncipe vampírico.

Sentía que le desnudaba el alma, pero el desde que lo vio sintió aprecio y cariño al saber que el en unos años más seria su yerno, el sentía alegría al saber que su cachorro tendría un futuro esposo muy guapo.

Porque no lo negaría el príncipe tenía una belleza etérea, que toda Omega desearía tener como alfa, aunque su alfa no se quedaba atrás, para el era el más guapo, pero tampoco le quitaría créditos a su futuro yerno.

Podía observar como el príncipe se volvía inquieto al sentir su aroma, tenía miedo, miedo a lastimar a su alfa, creando malos entendidos entre amigos.

Él hacía todo lo posible por esconderla, no quería lastimar al futuro esposo de su hijo.

Pero tampoco podía dejar a su alfa que aunque no había dado cortejo ni nada por el momento, pero sabía que el necesitaba de su aroma para tranquilizarse en momentos de irritación al ver lo coqueto que se volvía el príncipe con él.

Los reyes Xiao lo trataban como su propio hijo, el seguia buscando por su lazo a sus padres, se sentía triste y desconsolado, no quería pensar lo peor, aún no perdía la esperanza de la promesa que le hicieron sus padres.

Igualmente los reyes no descansaban enviando un rastreador en su búsqueda, Johnny no se quedó atrás, pero no había rastro alguno de sus futuros suegros.

Xiao Zhan, busco por su lado, quería ser el quien diera una buena noticia, para ganarse la confianza y quizás el corazón del lobito al darle el la sorpresa, pensamientos ingenuos del príncipe.

Meses después de su llegada al reino Xiao, al estar echo a sus reglas, llevándose bien con la gente del clan, ayudando a los reyes en la búsqueda de sus padres por medio de sus poderes de brujo.

Wang Darren en una tarde de verano, pudo notar el dolor en la mirada del príncipe cuando el rechazó su solicitud de cortejo hacia él.

Él tenía a su destinado, así mismo también sabía que posiblemente el alfa del príncipe se sentía atraído hacia él, no por su omeguita.

Sino más bien, porque el destino sabía que el llevaría en su vientre, ah quien sería su reina, su destinado, el amor de su vida.

No encontraba la manera de hacer entender, que ellos no podrían estar juntos, quería de una manera sutil rechazarlo, pero el alfa se sintió herido.

Se cuestionaba, si el alfa del príncipe, no podía distinguir que el no era el destinado oh quizás el príncipe no quería escucharlo, oh ambos se sentían confundidos.

- Darren por favor, acepta mi solicitud de cortejo, se que tenemos poco tiempo de conocernos, pero desde el primer momento que te vi, sentí como mi corazón latía rápido y como mi alfa se inquietaba con tu dulce aroma y tu presencia.



- Príncipe Zhan - suspiro profundo el Omega - sabes que te tengo mucho cariño y no quiero lastimarte, tu mejor que nadie lo sabe, te veo como un gran amigo y parte de mi familia, realmente no puedo aceptar tu cortejo príncipe, también sabes que tengo a mi destinado y él, es tu mejor amigo.

Hubo un silencio entre ellos, volviéndose algo incómodo, en esa mirada tan intensa del alfa príncipe, se podía notar el dolor tan inmenso que sentía su alma al ser rechazado de esa manera.

El había albergado, cierta esperanza de ser aceptado, estuvo observando cómo su amigo y el Omega se comportaban y cada vez no entendía el porque se sentía más interesado en el, había algo en el Omega que le llamaba mucho la atención.

Por eso había tomado la decisión de ser él, en tomar la iniciativa antes que lo hiciera su amigo, pero escuchar cada palabra del omega, era como una daga en su sensible corazón.

- Príncipe Zhan.



- No Darren, no digas más.



- Príncipe, escúchame por favor, debo decirte algo muy importante, que me han dicho en mi clan, momentos antes de salir huyendo.



- Darren, no me interesa saber nada de ti clan.

El omeguita de Darren, se sintió herido, sentía dolor, el nunca había querido lastimar al príncipe con sus palabras.

Sentía amor por el, si, lo sentía, pero un amor de hermanos, un lazo fuerte de hermandad, desde que supo de él, antes de conocerlo lo quería como parte de su familia.

- Escúchame por favor príncipe, lo que tú crees sentir por mí, no es real, no sientes nada por mi, es por.

El Omega no pudo terminar de hablar cuando fue fuertemente interrumpido por el alfa que empezaba a molestarse, por no ser consiente de sus sentimientos.

- Cállate, quien te crees que eres, para decirme en mi propia cara, que no tengo ningún sentimiento por ti Darren, acaso eres consiente de lo que yo siento por ti, acaso sientes lo que yo siento por ti, no Darren no sabes nada de mí.



- Desde antes de conocerte príncipe Zhan, sabía de ti, quizás no todo de ti, pero sabía que existías y también estoy casi seguro, que ese es el motivo por el cual tu dices sentirte atraído por mi.



- De que mierda, estás hablando Darren.



- Es por una profecía, de la cual dicen que yo soy parte, habla de tu alma gemela, tu reina y la madre de tu hijos.



- Basta Darren, ya tuve suficiente con tu rechazo, para que vengas ahora a burlarte de mi, de esa manera.



- Ya cálmate Xiao Zhan - grito furioso, Huang Jhonny, que estaba un poco alejado de ellos, sin que el príncipe lo supiera, había ido acompañar a su Omega, por petición de este - no te permito que le vuelvas hablar de esa manera a mi Omega, Xiao, porque se me puede olvidar que eres mi amigo y así mismo mi príncipe.



- Es en serio Darren - se sintió más herido el príncipe - tanto miedo me tienes que le pediste a Johnny que nos vigilará en secreto, que clase de alfa crees que soy, jamás en mi vida te lastimaría - grito frustrado, no esperaba que su amigo escuchará su confesión y la manera en que había Sido rechazado.



- Que te quede claro Xiao, el es mi destinado y no permitiré que alguien de hablé de la manera que lo estás haciendo, no permitiré que nadie lo lastime, ni siquiera tú - su alfa estaba arañando su pecho, que quería salir y este se retenía, el tampoco quería lastimar al príncipe.



- Yo, yo no te tengo miedo príncipe, se que no me harías nada, pero no quería que mi alfa destinado, pensará mal de mi, si alguien le dijera me vio a solas contigo, tampoco me estoy burlando de ti príncipe, yo soy el que llevaré en mi vientre a tu destinado, mi bebé, mi cachorrito será tu alma gemela príncipe, sino me crees ve y pregúntale a los reyes Xiao, que ellos están al tanto de esto también.

Xiao Zhan, no respondió más y se dio la vuelta con rapidez, buscando un lugar donde pudiera estar en soledad.

El rechazo de Darren le había dolido más de lo que imagino y cada maldita palabra que salía de la boca del Omega, estaban haciendo estragos en su persona.

Se cuestionaba, porque nadie de su familia le había comentado algo, si era cierto lo que el lobo decía, se sentía traicionado por todos, su alfa sentía un poco de rabia y frustración.

No podía presentarse ante sus padres en estos momentos, sabía que se sentía molesto y podría hasta ofender los sin querer y el no era esa clase de persona.

Corrió lo más rápido que pudo a la cima de un árbol, quería respirar aire fresco y tener una muy buena charla con su alfa.

Darren quedó con lágrimas en sus ojos de tristeza, al ver de esa manera a su amigo, el en verdad no quería lastimarlo, el quería llevarse bien con él, pero nada había salido como el esperaba al contarle de sus destinos.

Su alfa destinado llegó hacia el y lo atrajo en un fuerte abrazo, envolviéndolo con su aroma y haciendo que este se tranquilizara.

Luego de esa charla nadie volvió a tocar el tema, nada entre el príncipe y el lobo volvió hacer igual.


El Hijo de Wang DarrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora