Te odio como no tienes ideas, eres igual a ellos dos, maldita la hora en que te conoci y no sabia que especie eras.
Todos tenian razon al decirme la clase de ser que eras, cai como un tonto en tus juegos, me enamore de ti como nunca lo habia echo, t...
- Jajajaja y como, mmmm me piensas castigar, de la misma manera que sol lo hace con luna, oh como dime, oh también la misma manera que tiempo quiere castigar a - sus palabras fueron interrumpidas, ya que tiempo le puso un hechizo silenciador.
- Hermano porque no dejas que destino, terminé de hablar - sonrió traviesa mente sol.
- Por favor cuñado yo también quiero saber, porque destino quedo mudo, que es lo que no quieres que nosotros nos enteremos - levanto sus cejas con picardía luna.
Tiempo se sentía avergonzado porque todos estaban confabulando para que su mayor secreto saliera a la luz.
Sin que los demás se dieran cuenta, destino hizo un par de movimientos con sus manos y lanzo un poco de su energía en el humano.
Todos abrieron sus ojos en sorpresa al ver cómo aquel humano, se alzo al aire y empezó a cambiar su apariencia física.
Una a una de sus hermosas y blanquecinas colas empezaron a salir y bailar al compas de aquella energía que se movía a su alrededor.
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Todos se sorprendieron, mientras destino tenia una sutil sonrisita, por fin había llegado su momento de recuperar aquello que había Sido suyo y que se lo habían arrebatado de sus manos.
La transformación fue rápida y la ira de aquel hermoso zorro de nueve colas salió a luz y lanzo un golpe con energías al dios destino.
Todos estaban en estado de shock al ver la situación, tanto que fue demasiado tarde cuando reaccionaron al ataque contra destino.
Colocaron sus manos en sus rostro por la claridad que lastimaba sus ojos.
En medio de ese ataque, el zorro, tiempo, naturaleza y la humana salieron volando dándose un golpe en la pared de aquella cabaña.
Sol y luna al momento del impacto protegieron al omega y su cachorro.
Las deidades al levantarse quedaron aún mas sorprendidas, no podían creer lo que miraban, mientras la humana solo se quejaba del dolor, ella no podía ver nada de lo que las deidades veían.
Había como un escudo protegiendo a destino y así mismo a luna y sol, con el Omega y el cachorrito en sus brazos.
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Pero en si no fue eso lo que los dejo en shock, sino ver cómo una pequeña y blanquecina manita estaba empuñada tocando la manga de la vestimenta de destino.
Destino estaba con los ojos cerrados, querían gritar pero no pudieron en el momento que el bebé soltó la manga y destino iba cayendo hacia el suelo.
Sol lo tomo en sus brazos, colocándolo en el diván cerca de la ventana que daba hacia el bosque de aquella tranquila cabaña.
Todos se preguntaban que había pasado momentos antes, el zorro solo podía ver aquella escena con algo de preocupación.
Por más que estuviera enojado, siempre se preocupaba por destino, sus colas se movían de un lado a otro algo inquietas.
Sol y Luna se tomaron de las manos y se acercaron al Omega y al pequeño cachorrito.
Se pudo notar como este levanto sus puñitos y en un puñito Darren dejo que el cachorrito le tomara su dedo y en el otro puñito tanto luna como sol también pusieron sus dedos.
