- Sabes que si esos son los designios de la madre luna y el destino tuyo y el de mi cachorrito, así será, otra los vampiros no envejecen príncipe, así que prométeme que lo vas a proteger a toda costa.
- No creo que eso suceda Jhonny, no voy a volver a enamorarme, así que desde pequeño enséñale, hacer independiente que si es cierto que soy su destinado, que no se haga ilusiones conmigo, así no le sucede las mías.
Johnny frunció su ceño en confusión y a la ves frustración, esperaba que el príncipe no fuera malo con su cachorrito.
- Espero que en el futuro no se arrepienta de sus palabras príncipe, le deseo lo mejor también - hizo una reverencia ya que a pesar de ser su amigo también era su príncipe y el respetaba a la realeza y con la misma dio la vuelta y se fue dejando solo al azabache.
Llegó junto a su esposo que estaba con los reyes Xiao disfrutando del momento, antes de irse a su luna de miel, habían decidido irse para no lastimar al príncipe con su presencia.
- Johnny y Darren prométanme que van a estar bien y cualquier cosa nos la harán saber.
- Claro que sí reyes Xiao, también prométame, que pase lo que pase, recibirán y protegerán a mi esposo y mi cachorrito.
- Mi amor, de que hablas - se preocupo Darren al escuchar que su esposo hablaba de esa manera.
- De nada mi amor, solo quiero saber si nos volverían aceptar con nuestro cachorro.
- Eso ni dudarlo, saben que les tenemos mucho cariño, que ambos son como nuestros hijos.
- Gracias reina Xiao, por aceptarme en su reino, yo también la quiero mucho, me han cuidado desde que llegué aquí hace unos años atrás.
- No tienes nada que agradecer Darren, lo haríamos de todo corazón, tus padres eran nuestros grandes amigos, aún seguimos buscando rastro de ellos, al saber algo te avisaremos por medio de Johnny.
- Gracias rey Xiao, por todo y también por nuestro regalo de bodas.
Luego de su boda con su Omega en el reino Xiao, el rey Xiao Fengmian les dio cómo obsequio de bodas una cabaña donde podrían pasar su luna de miel en el oeste de China.
Donde disfrutarían su gran amor, su tiempo juntos, sería su nidito de amor.
A Johnny le gustaba cuando su Omega se sonrojaba al decirle que esa cabaña sería su nidito de amor.
La noche en que llegaron a la cabaña se sorprendieron, ya que los reyes Xiao, la había preparado para la ocasión, su habitación estaba decorada con pétalos de rosa y todo de rojo.
Ellos habían tenido su boda de la manera tradicional, aunque estaban en una era moderna, ellos aún en ocasiones usaban su ropa tradicional su hanfu.
Esa noche se entregaron por primera vez en cuerpo y alma, hicieron el amor casi toda la noche, el alfa marcó a su Omega y así mismo también lo anudó en varias ocasiones.
Esa cabaña fue testigo de un gran amor y el como sería concebido el hijo de la luna, sus aromas se habían mezclado haciendo de las mejores combinaciones.
Las fresas y frambuesas, se bañaron con el chocolate amargo y un toque de menta, se les hacía agua la boca, tanto a ellos como a sus interiores.
Tres días pasaron en cama haciendo el amor, se levantaban solo para asearse y comer algo, hacía mucho tiempo deseaban compartir esos momentos tan íntimos, pero respetaban a sus reyes y al príncipe.
El tiempo juntos se le iba demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos habían pasado dos meses desde el día de su boda.
Se habían tomado unas vacaciones de seis meses, tenían sus ahorros podrían vivir sin pena durante unos cinco años, pero ellos querían tener un buen futuro para su cachorrito.
Salían a disfrutar del paisaje, de compras, les gustaba cocinar juntos, pero nunca bajaron la guardia.
Tenían presente las palabras que Darren le conto, lo que la Nana de su padre le dijo que debían cuidarse de su abuelo y muchos que querían hacerle daño.
Exactamente dos meses después, una mañana Darren se levantó a toda prisa corriendo hacia el baño, amaneció con náuseas matutinas.
El tenía una leve sospecha desde hacía una semana, su omeguita que era mitad lobito y brujito, se sentía inquieto, el más mínimo ruido lo alertaba.
Se mantenía con sus orejitas paraditas atento a cualquier percance, cuando ambos se comunicaron, el le dijo que tenía miedo por su cachorrito.
Darren abrió sus ojitos emocionado, pero quería confirmar para darle la noticia a su alfa.
Aunque podía notar que el también sospechaba ya que siempre se la pasaba metido en su cuello, absorbiendo si dulce aroma.
Él también estaba al igual que su omeguita, muy atento a cualquier percance, al salir no lo soltaba de su cintura ni dejaba que nadie se le acercara.
Se volvió muy posesivo, pero había algo en su mirada que le preocupaba a Darren.
Pero esa mañana todo salió a la luz, los dos se emocionaron al saber que estaba embarazado.
Su debilidad era su Omega destinado Wang Darren y así mismo su futuro cachorrito, en el vientre de su destinado.
La cabaña que había sido un regalo de bodas se volvió más calidad, más hogareña, el vampiro mimaba y consentía a su lobito.
Se volvió un experto en la cocina con tal que su omeguita no sufriera de las nauseas al tener contacto con algunos ingredientes de la comida.
Lo que más les sorprendió a ambos, fue que en una de las ocasiones que Jhonny salía a casar para alimentarse, el lobito antojo también un poquito de sangre animal.
El vampiro sonrió al ver cómo su esposo al disfrutar la dulce y deliciosa sangre que el le había dado al cazar un venado.
Los reyes Xiao fueron a visitarlos y así mismo a celebrar con ellos la noticia del nuevo integrante de la familia y así mismo el destino de su príncipe.
El rey Xiao dio a Darren un amuleto de protección para que el se lo pusiera alrededor de su vientre y protegiera tanto al bebé como a su mami.Jhonny estaba más que agradecidos con los reyes por todo lo que estaba haciendo por el.
- Jhonny podemos hablar un momento a solas - susurro el rey para que sus esposas no lograrán escuchar.
- Claro que sí rey, vamos a mi oficina - respondió Jhonny.
- Has notado algo extraño Jhonny, yo mandé a unos guardias a cuidarlos, quiero que te dediques a tu esposo y cachorrito, déjame el resto a mi gente.
- Gracias rey, estuve hablando con uno de los nuestros, eh estado observando que hay algunos raros movimientos, algunos campesinos nuevos han empezado a circular por estos rumbos.
- Campesinos - susurro extrañado el rey - que raro, no has notado su aroma.
- Eso es lo más raro, no tienen aroma, son humanos, pero aún no me la trago de eso que estén perdidos por estos rumbos, sabiendo que estos son terrenos de vampiros.
- Tienes razón, hablaré con mi hijo para ver qué podemos investigar.
- No se preocupe rey, no moleste en esto al príncipe, usted mejor que nadie sabe que esto va a lastimar al príncipe Xiao - susurro con nostalgia.
- Aún no han hablado ustedes - suspiro profundo, el sabia lo terco que era su hijo.
- No, el fue claro conmigo y al igual al decirme que si es cierto lo de la profecía, que le enseñe desde pequeño a mi cachorrito a hacer independiente y que no se haga ilusiones con él - frunció su ceño, su aroma estaba amarga de la frustración que sentía.
No entendía porque el príncipe se comportaba de esa manera y desde ese momento el tuvo miedo, miedo a que su cachorro saliera lastimado.
Conocía a su príncipe pero con esa actitud y palabras en ese momento lo desconocía.
Si bestia interior en esos momentos le dio una idea y al parecer no estaba para nada loco, debería tomarlo en cuenta.
El rey abrió sus ojos en sorpresa al escuchar lo que decía Jhonny, esas palabras habían dolido a el y no quería imaginarse lo que sintió en esos momentos y ahorita el vampiro.
- Yo siento mucho lo que mi hijo a dicho Jhonny, prometo que yo cuidare de ti hijo y no permitiré que nadie lo lastime.
- Gracias mi rey - se reverencio a el, por nada del mundo le diría nada a ellos, estaban haciendo sus planes con su alfa interior, no permitiría que nadie lastimara a su familia.
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El Hijo de Wang Darren
FantastikTe odio como no tienes ideas, eres igual a ellos dos, maldita la hora en que te conoci y no sabia que especie eras. Todos tenian razon al decirme la clase de ser que eras, cai como un tonto en tus juegos, me enamore de ti como nunca lo habia echo, t...