¿COMO ME LLAMASTE?

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—Nour ponme atención—demando Carlitos.

—Te estoy poniendo atención—respondí intentando no enredar las palabras por lo dormida que estaba.

—Claro que no solo estas ahí—hizo una pausa y como mi capacidad para leer a la gente era tan buena escuchaba como organizaba sus ideas o buscaba una palabra para describir la situación—existiendo.

—Pues déjame hacerlo, apenas puedo mantenerme viva, no me molestes.

Pero esa exigencia no funciono, solo apretó mas el agarre que ya tenía, dejando mis piernas dentro de las suyas, esto paso de ser una cucharita a una posición de lucha.

Me estreso entonces reuní todas mis fuerzas para quitarlo y Sali de la cama rápidamente para irme a la cocina, hubo un silencio que podría denominar como "la calma antes de la tormenta"

      —la menos exagerada.

Ahora si escuche sus pisadas siguiendo el camino, me gire totalmente dispuesta a pelear, pero el tenia una sonrisa tierna y curiosa que me descoloco de inmediato.

No por alguna razón amorosa, es que ese señor monegasco tenia un yo no sé qué, que le daba ese aspecto de niño con un montón de preguntas por hacer y eso me encantaba, me hacia mucha gracia.

—Es que—inicie con un tono neutro, pero algo irritado para comenzar explicar todo.

—Tranquila, no pelees, ya sé lo que necesitas—dijo adelantándose a mi discurso.

—¿un café? —pregunte empezando a hacer un puchero.

—Noo, deberías dejar de tu adicción—sugirió con un tono hostil, pero lo cambio de inmediato cuando vio posible que lo acuchillara—ven aquí y te muestro—señaló justo enfrente de él.

—¿me vas a mostrar algo que está a un metro de mí? ¿no lo puedo ver desde aquí? —pregunte la verdad confundida.

      —idiota.

—ay eres una terca—soltó para cortar la distancia entre nosotros y abrazarme, le respondí muy bien, no sabia si ero era lo que necesitaba, pero se sentía muy bien, esta saliendo apenas el sol, hacia frio, en especial aquí y el estaba tibio y abrazable.

—¿mejor? —pregunto separándose un poco de mí.

—No—le dije con los brazos intentando alcanzarlo—un poquito más.

Charles Leclerc

No se en que punto conseguí que se soltara así conmigo, pero esto me encantaba, dormir en la misma cama que ella y no solo eso, también abrazarla durante toda la noche, ver sus cosas por mi casa, aguantar sus caprichos y resolver esos pequeños problemas que le arruinan la mañana.

Me encantaba, esa mujer producía algo en mi que yo no podría describir porque jamás había sentido eso.

—¿Qué quieres desayunar? —pregunto bajito y tierno, parece que el abrazo si funciono.

De pronto hizo ese gesto con las cejas y esa sonrisa macabra que hace cuando se le ocurre algo, se separo por completo.

—O mejor dicho ¿Qué le exige la estricta dieta a Lord Percival? —cuestiono en tono sarcástico.

La amo, me fascina.

—Tengo una mejor idea, vamos a comer afuera, ponte algo cómodo, sin tacones,es un poco retirado, no creo que nadie nos reconozca.

Bueno últimamente no había lugar en que no me reconocieran y a ella menos si yo era Hailey Bieber ella era Selena Gómez.

—¿Me vas a lleva otra vez a la montaña? —pregunto con un tono de disgusto.

F1 Blue? Red? or maybe purpleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora