28.- Confesión

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—Peque, ya trajeron la comida—anunció Noah al entrar a la zona de juegos. El niño salió corriendo, estaba hambriento, tomó la mano de Noah y caminaron juntos hasta la mesa donde Aiko los esperaba.

—Se ve rico todoo—exclamó Daiki con suma emoción mientras comenzaba a comer lo de su plato.

—Daiki, ¿recuerdas que dijiste que querías una mami?—comenzó Noah, con calma.

—Ujum, ¡pero Aiko ha sido como un mami hasta ahora! La quiero mucho—dijo con entusiasmo, ganándose una mirada triste por parte de Aiko, todo en ese momento estaba mal, pero el niño era demasiado inocente y pequeño para percatarse de eso.

El ambiente estaba tenso, Aiko vio a Noah con súplica, deseaba que cerrara la boca y detuviera sus palabras, Daiki no merecía pasar por nada de eso.

—Me alegra que la quieras tanto, de ahora en delante ella será tu mami oficial, vivirás con nosotros, como debió ser desde un inicio, peque—dijo sonriendo triunfante aprovechando el momento, notó una mueca confundida en la cara de Daiki.

—No entiendo, ¿por qué voy a vivir con ustedes?—esa mirada, tan dulce, inocente, confundida, con ese brillo tan peculiar, eran los ojos de Liam, Daiki era una copia de Liam, Noah amaba tenerlo cerca, se sentía como si estuviera con su chico.

—Es complicado, peque, pero tú eres un niño inteligente, sé que entenderás—comenzó tanteando el terreno, tenía toda la atención de Daiki sobre él, el pequeño estaba intrigado, quería que respondieran su pregunta— yo soy tu padre real, no Mark, tu padre, Liam, estuvo con otra persona cuando éramos novios, cuando me di cuenta y quise hablarlo con Liam, para que me explicara y arreglar nuestra relación, él—fingió quebrar su voz—, él huyó—mentira, todo un acto, tuvo el descaro de ponerse a llorar frente al menor, victimizándose, haciendo que un sentimiento extraño creciera en el pecho del pequeño. Aiko quiso vomitar, su novio era un cínico, pero no tuvo el valor de enfrentarlo, no en ese momento— Dai, estuve buscándolos a ti y a Liam por años, esperaba conocerte, tenerte en mis brazos y decirte lo mucho te amo, eres mi hijo, Dai, me odie durante años por no evitar que te alejaran de mí. Pero ahora, ahora estaremos juntos, como padre e hijo, Aiko será tu mami, y yo, bueno, yo ya soy tu papi. ¿No es maravilloso? Es la familia que siempre...

—¡Basta, Noah!—Aiko calló a Noah, el pequeño estaba procesando aún, pero lágrimas salían de sus ojos, no sabia que estaba pasando, pero estaba consciente de que no era bueno— Lo estás asustando, no es la forma de hacerlo, así no se hablan estos temas.

Aiko sentó a Daiki en sus piernas, lo abrazó y lo consoló en silencio, mientras el niño sollozaba.

—No, no es verdad, Mark y Liam son mis papás, mis papás de verdad—se abrazó fuerte al cuerpo de Aiko, enterrando su cabeza en su cuello mientras seguía llorando.

—Ya, nene, sé que es difícil de asimilar, pero es la verdad, Liam solo quiso que nos separáramos, quería tenerte solo para él—agregó, empeorando el sentir del pequeño—. Tu padre es un puto egoísta, me odia, está despechado.

Daiki negó, su pecho dolió cuando escuchó a Noah insultar a su papá, no le gustaba que insultaran a su persona favorita.

El pequeño empezó a tener un colapso por toda la información que le habían dejado caer, Mark no era su papá, Liam había traicionado a su padre real, sentía que toda su vida había sido mentirá, Liam, su papá, la persona en quien más confiaba en el mundo, le había mentido, le había ocultado la verdad por años y, por si fuera poco, le había hecho pensar que Mark era realmente su padre. Estaba colapsando, todo su mundo se vino abajo. La maravillosa imagen que tenía de su padre comenzaba de despedazarse.

Lloró como nunca había llorado entre los brazo de Aiko, se aferró a ella, en ese momento ella se sentía como su único lugar seguro.

—Fue suficiente, Noah, me llevo a Daiki, búscanos cuando en realidad estés pensando, pedazo de imbécil—escupió Aiko, molesta, se levantó de la mesa llevándose al pequeño en sus brazos, el cual seguía llorando y temblando, aún confundido, aturdido, dejaron atrás a Noah quien gritaba maldiciones hacia ella y los padres del pequeño.

Fueron juntos a un parquecito, se sentaron en el pasto, bajo la sombra de un árbol, Daiki ahora estaba más calmado, pero aún estaba afligido, pese a no comprender del todo la situación porque aún era un niño, la noticia le había pegado fuerte.

—Mami Aiko, ¿es verdad todo lo que dijo Noah?—preguntó con lágrimas inundando sus ojos, al tiempo que sorbía su nariz.

—Cariño, es un tema difícil, pero te lo voy a explicar —Daiki se acomodó a su lado y la vio atento, tenía muchas dudas que esperaba la mujer pudiera contestar—, Noah es tu padre de sangre, pero Liam y él se distanciaron antes de que tú nacieras, empezaron una vida cada quien por su lado y todo eso.

—¿Papi Liam en verdad estuvo con alguien más cuando eran novios?—preguntó, esperando que todo fuera una mentira cruel.

—No conozco mucho a Liam, pero puedo asegúrate que él no sería capaz de eso, cielo—la mujer suspiró, estaba aliviada al ver un brillito de esperanza en los ojos de Daiki—, a lo que quiero llegar, Mark no es tu padre de sangre, pero te ama como si fueras su hijo, el te quiere como si su sangre corriera por tus venas.

—¿Por qué voy a vivir con ustedes? ¿Mis papis ya no me quieren? ¿Fui mal niño? —preguntó angustiado, recordó de pronto todas las veces que desobedeció a sus padres y como corrió ese día en el parque de diversiones—, ¡prometo que seré bueno!, pero en verdad quiero ver a mis papis.

Lloró de nuevo y Aiko lo abrazó, acarició su cabello, lo dejó desahogarse mientras respondía sus preguntas.

—Pasaron cosas, Dai, tus papis aún te aman, los verás todos los fines de semana, vivirás con nosotros porque Noah puede darte una vida más...cómoda, eres un niño maravilloso, nunca lo olvides, Dai.

Con esas palabras, Daiki se tranquilizó, cayó dormido en los brazos de Aiko, confiando en que todo estaría bien.

Embarazo no deseado (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora