A veces trabajar en una oficina puede ser complicado y estresante, demasiado movimiento, lugares nada acondicionados para que los empleados trabajen en un lugar agradable, y, sobre todo, jefes insoportables, algunos pueden tolerarlo, pero para Antonio, el último punto mencionado es su verdadero calvario. Antonio trabaja en una empresa de cosméticos en el área de marketing, y para desgracia de él, su jefa es lo que él llama, «una puta arpía», una mujer prepotente e intolerante, que nada le parece bien y que por sobre todas las cosas, trata a los hombres del lugar demasiado mal, casi como si fueran unos cero a la izquierda, esto ha causado cierta tensión entre los empleados varones y su intolerante jefa. Ahora, de entre todos los varones que juran ser víctimas de ella, Antonio parece ser el más perjudicado de todos, dado a que, según él, Débora, su jefa, lo tiene entre ceja y ceja, siempre dando órdenes sobre cosas que quizá no están dentro de sus funciones, como demeritando sus ideas cuando se trata de dar su opinión dentro de las reuniones del área de marketing que tenían cada semana.
La verdad es que Débora es una mujer exigente y desea la mejor calidad en cada trabajo que se realice en la empresa, siempre con voz firme y mirada sería, algo que la caracteriza es siempre la puntualidad a la hora de presentar algún proyecto y también ser una mujer fría. Ahora, si bien existe ese lado que a nadie le gusta en la empresa, existe algo más por lo que Débora siempre está en boca de todos: Ella es una mujer muy atractiva.
Débora es de piel canela y cabello rizado castaño, le encanta vestir de trajes, sin embargo, eso quita que su bella figura se destaque entre tanta tela, su figura siempre puede dejarse ver, tiene una cintura delgada, senos voluptuosos y caderas anchas, eso sin mencionar que sus nalgas son la comidilla de los hombres en la empresa a la hora del almuerzo, tienes ojos color coral y labios carnosos, toda una tentación hecha mujer.
Antonio la detestaba, creía que era una tirana, pero era su jefa, así que no podía reclamar, tenía temor a represalias y no quería perder el empleo. Las cosas parecían muy difíciles para Antonio, sin embargo, todo esto estaba por cambiar.
Los días viernes eran los días más esperados por todos por obvias razones, era el fin de semana y todos estaban con ganas de salir por ahí entre amigos a beber unos tragos o salir a pasear, o simplemente quieren relajarse en casa viendo películas o alguna maratón de su serie favorita durante todo el fin de semana. Aquel viernes parecía ser como cualquier otro, Antonio estaba agotado, había sido un día pesado para la empresa y lo único que quería con desesperación era un trago, fiesta, y dormir lo que restaba del fin de semana. Eran las seis de la tarde, todos empezaban a irse de la empresa cuando los amigos de Antonio le propusieron ir a un bar a beber unos tragos en lugar de ir directamente a sus respectivos hogares, a lo que él aceptó, apagó su computador, arregló su escritorio, se puso su chaqueta negra y se dispuso a ir al bar con sus amigos. Sin embargo, cuando llegaron a la entrada, Antonio se percató que había dejado su billetera en uno de los cajones que tiene su escritorio, así que les pidió a sus amigos que se adelanten, luego él los alcanzaría, total, el bar estaba a solo unas calles de su centro de labores.
Antonio subió las escaleras del edificio hasta llegar al quinto piso, lugar donde se encontraban las oficinas de la empresa donde trabajaban, caminó por el pasillo y se percató que, obviamente no había nadie, al parecer todos habían abandonado el edificio, y él era el único en dicho lugar. Al fin llegó a su escritorio, se sentó, abrió el primer cajón y tomó su billetera, la cual estaba ahí, porque a Antonio le incomodaba sentarse con dicho objeto en sus bolsillos, lo guardó en sus pantalones, y se disponía a irse cuando escuchó un ruido al final del pasillo, Antonio por un instante sintió algo de temor, dado a que pensaba que no había nadie ahí, luego escuchó otro ruido, a lo que empezó a dar pasos de manera sigilosa para indagar la dirección del ruido.
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Historias Lascivas Vol. 2
RomanceSé que te gustó el primer volumen, y sabía que volverías por más, no temas en admitirlo, lo sentiste en cada espacio de tu piel, si ese fue el motivo, espero te guste lo que traje para ti. Cinco nuevas historias, cinco nuevas experiencias llenas de...