Conserje Pt. 2

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Pasaron unos cuantos días luego de ese primer encuentro entre ambos, y aunque Elizabeth y Alejandro no se habían encontrado solos nuevamente, si empezaron a suceder cosas en la vida de ella que la hacían ver algo diferente, y es que Julieta comenz...

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Pasaron unos cuantos días luego de ese primer encuentro entre ambos, y aunque Elizabeth y Alejandro no se habían encontrado solos nuevamente, si empezaron a suceder cosas en la vida de ella que la hacían ver algo diferente, y es que Julieta comenzó a ver a su mejor amiga con una actitud diferente, estaba más animada de lo habitual, comenzó a vestir de manera diferente a como solía hacerlo, los escotes y la lencería de encaje comenzaron a ser más de su agrado, y sobre todo, comenzó a estar más apegada al teléfono, al punto de usarlo incluso mientras estaban en la mesa, algo que ella siempre le criticaba debido a su formación en casa, lo que ella no sabía era que Elizabeth y Alejandro se mandaban mensajes por teléfono con la intención de no causar sospechas con los demás vecinos, aquello había desatado en ella un fuerte morbo con el tema de sexting, al punto de atreverse a enviar fotos en ropa interior o totalmente desnuda en la ducha, era evidente que Elizabeth estaba atrapada con el magnetismo y seducción del conserje, y que esto estaba provocando en ella que despierte ciertas actitudes que jamás había creído que tenía, sin darse cuenta ella estaba siendo más atrevida y disfrutaba más de su lado más lujurioso, al comienzo se sorprendía de lo que pasaba ya que estas cosas jamás habían sucedido con su ex marido, y sobre todo que iba en contra de todo lo que ella creía y que había dictado su vida, sin embargo todo esto le estaba comenzando a gustar y había decidido que se dejaría llevar por lo que estaba pasándole con Alejandro y ver hasta donde era capaz de llegar.

Lo que ella no esperaba es que esa curiosidad por ver hasta donde iría esta aventura iba a ser saciada más pronto de lo que creía.

Una mañana, mientras que Elizabeth se preparaba para ir al trabajo, Julieta le comentó que tendría que estar ausente durante el fin de semana porque tenía que atender un asunto familiar, y tenía que ir a casa de sus padres por lo que ella se encontraría sola, aquello resonó en Elizabeth y pensó que sería la oportunidad perfecta para estar nuevamente con él, y poder al fin calmar este deseo tan impulsivo que estaba empezando a sentir últimamente.

–Te noto algo entusiasmada con que me vaya a casa de mis padres. ¿Está sucediendo algo y yo no me estoy enterando?

–No para nada, estas imaginando cosas. –contestó Elizabeth.

Esa misma mañana Elizabeth fue al apartamento del conserje a contarle lo que tenía planeado, Alejandro abre la puerta y Julieta se abalanza contra él, ambos se enfrascan en un apasionado beso y rápidamente cierran la puerta, ella intentaba contarle el motivo de su visita pero era imposible hacerlo con las manos de él tocando su cuerpo, ella estaba vestida para el trabajo, pero no pudo evitar que dejarse llevar por su deseos y permitir que Alejandro le quite la blusa blanca que llevaba puesta.

–Alejandro espera... espera que tengo que contarte algo.

–Dímelo después, ahora solo déjate llevar. –contesto él.

–Pero también debo ir al trabajo, no tengo mucho tiempo, yo...

–No digas nada–interrumpió Alejandro–, yo sé que tienes trabajo, solo déjame tenerte un poco.

Historias Lascivas Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora