Me quedé entre un abrazo de cintura, miradas azoradas y un corazón que dejó de latir por la sorpresa. Sentí el calor de la palma de Alek traspasando a la parte descubierta de mi piel, por lo que el cosquilleo y nerviosismo se hicieron más que presentes. Aunque debía admitir que mi conmoción venció ante eso, mis ojos estaban desorbitados y mi boca semiabierta mientras observaba al hombre que estaba a mi lado.
—¿Algún problema, cariño? —susurró eso con la intención de que fuera la única que pudiera escucharlo con claridad, y dejando a los demás con una muralla imaginaria frente a la nueva pareja anunciada.
—¿Eh? —no sabía qué hacer, y mi rostro lo demostraba.
Sentí un ligero apretón en su agarre mientras sacaba a relucir una sonrisa cómplice.
—Discúlpenos. Cali y yo queríamos mantener el secreto por más tiempo.
La verdad... ¿lo creerían? Mi rostro estaba algo pasmado, pero no en un buen sentido, la sorpresa se notaba pero algo más se podía ver, era como si mis expresiones gritaran "¿Y a este qué le pasa?". Lógicamente no pude evitar demostrar eso, por aquella razón Gareth me envió una mirada sospechosa, la cual anunciaba muchos problemas.
¿Qué pasaría si descubría la mentira?
Sólo pude pensar en una respuesta lógica: Desastre.
—¿Ustedes dos juntos? —Gareth muestra una sonrisa de lado—. No me hagan reír. Ni siquiera hablaban y ahora están saliendo. ¿Acaso es una broma?
Su audacia aumentaba en el tiempo que yo no demostraba nada para contradecirlo, no sabía bien qué le diría, menos si tenía a adultos frente a mí. Pasaron un sinfín de pensamientos por mi cabeza que me hacían querer salir gritando de frustración y clavarle otro puñete en plena nariz. Estuve a punto de perder mis estribos cuando siento que Alek me jala más junto a él. Esa acción me llamó la atención y sin darme cuenta la ira que sentía estaba desvaneciéndose.
—Querido hermano, debo decirte que ni Cali, ni yo te debemos explicaciones de nuestra relación. No queríamos decir nada todavía, por respeto a nuestras familias y la relación que mantenemos contigo y los demás, pero al ver que has traído aquí a tu nueva pareja, puedo asumir que todo está en el pasado y podremos estar bien todos juntos.
Gareth se quedó frío ante el repentino comentario que hizo su hermano, porque nadie lo esperaba y la verdad cada palabra que decía no podía ser debatida. Porque... ¿qué razón tenía Gareth para interferir en una relación que ya no le competía y más si presentaba a su nueva pareja? Nada. Nuestros padres tampoco quisieron decir mucho, porque notaban cierta tensión en el aire, pero mi padre sólo me echaba miradas de espanto porque no sabía qué decir.
Además no le convenía seguir armando alboroto, ya que poco a poco se sacarían los trapos sucios y no creo que quiera que su imagen se desmorone frente a sus padres.
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Elígeme, cariño
Teen FictionUna noche de juegos, un corazón roto, una llamada de broma y una persona inesperada contesta: la receta perfecta para el desastre. Calixte Velia, que tras una noche loca entre amigos, termina enlazada por conveniencia a un hombre para intentar escap...