Ⅱ. Una resaca innolvidable

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Antes de iniciar la historia, creo que a muchos les hubiera servido un botiquín anti-resaca alguna vez en su vida. Pero igual... si van a beber, con responsabilidad. Fin del comunicado.


❤❤❤🦋❤❤❤


Mis ojos estaban sumamente pesados, no lograba abrirlos, siento débiles rayos de luz entrar por las cortinas amarillas y mis articulaciones me estaban matando.

Con toda la somnolencia del mundo abro completamente mis ojos para poder enfocar mi visión en algún punto exacto de la habitación mientras me ardía la cabeza y todo daba vueltas. Puedo distinguir mi librero y las sábanas blancas rozar mi piel. Comienzo a levantarme al filo de la cama y sostengo mi cabeza que estaba con ganas de caer a la cama nuevamente. En el velador, a lado de mi cama, se encontraba una bebida verde y una pastilla, la cual pude saber que sería una aspirina, junto con una nota escrita a mano con la letra de mi padre. 

Pequeña mocosa, toma la medicina y ve a comer algo para que se te pase tremenda tomadera que te mandaste a noche. Hablaremos más tarde. 

Con amor, tu padre.

Owww... me mataría más tarde, eso era seguro. Sobretodo, tomando en consideración que jamás había bebido de tal manera que las lagunas mentales en mi cabeza fuera lo único certero que sabía, jamás perdía el conocimiento y siempre llegaba a casa a una hora propicia para no preocupar a nadie de la familia. Estaba cerca de cumplir veinte años, estaba por culminar la carrera de Periodismo en menos de un año y al obtener un empleo vería la manera de independizarme junto con mis ahorros. Así que sí, no era de las desaparecían por mucho tiempo.

Pero... ¿qué fue exactamente lo que pasó a noche?

Mi mente comienza a jalar una cuerda que daba paso a una serie de imágenes de la reunión con mis amigos. Bebíamos, jugábamos, recordé tiempos horribles del pasado... nada nuevo. Ah no, esperen, el juego. Muy bien, comenzamos a realizar las llamadas y yo había recibido una de vuelta, pero no con el nombre de mi ex... de ahí... ya no hay casi nada, por no decir que todo había desaparecido.

Ah, carajo. 

Busco mi celular de la manera más rápida y veo que estaba con poca batería y el cargador no aparecía dentro de mi campo de visión, por lo que decidí quedarme sentada en cama mientras se me pasaba la idea de que todo estaba dentro de un remolino. Mi reloj marcaba cerca de las ocho de la mañana, ¿cómo es que no dormí un poco más? Marco al contacto de mi mejor amiga, pero esta no me contesta, en medio de una furia por no tener respuesta noto una serie de mensajes y llamadas perdidas que se desplegaban por toda mi pantalla. Leí los primeros, hasta de las llamadas me percaté.

"¿Dónde diablos estás, Cali? No ves que estamos preocupados por acá."

12 Llamadas perdidas de Milena Galen. 2 Buzón de voz.

"¿Cómo se te ocurre salir sola? Estás loca, pásame tu ubicación, voy por ti."

"Dios Santo, mujer. Estás demente."

6 Llamadas perdidas de Teo Verna.

3 Llamadas perdidas de Rai Maren.

"Si te hace algo asegúrate de que lo mato."

5 Llamadas perdidas de Milo Rivera.

2 Llamadas perdidas de Owen Zara.

"Tu mamá ya nos avisó que estás en casa, loca. Hablaremos de tu comportamiento tan pendejo mañana, así que prepárate para el escarmiento." Recibido a las 4:00 a.m.

Elígeme, cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora