Nahe es una adolescente que sufre por una dependencia emocional hacia a un amor por costumbre que entra en depresión, mantiene constantemente su mente en delirios de la vida que comienza a crear escenarios ficticios.
Sus ataques de pánico son cada v...
Un "hola" pasó a una gran historia, que tal vez ya acabó.
Recuerdo cada cosa, de ese maravilloso y tan idiota hombre que es el amor de mi vida, de mi loca eternidad. Recuerdo y lloro, días hermosos y espectaculares, días donde me demostraba tanto cariño, ese hombre que me volvía tan loca, los besos tan delicados que me daba tanto en mi frente, cabeza o sobre mi rostro. Aquellos que a veces me hacían mojar mi ropa interior, eran tan dulces que esa era mi debilidad, aquellos tratos dulces. Recuerdo cuando abrazaba a aquel hombre, durábamos horas ahí abrazados, eran tan cálidos los abrazos que los extraño.
Aquel hombre era un pequeño imbécil, aún me encanta lo admito. Pero, recuerdo las noches de umbría donde mi llanto era cesante, el sobrepensar si realmente era suficiente para aquel sujeto. Su actitud no siempre fue buena, lo reconozco, pero lo amo aún.
Recuerdo cuando mis ojos chocaban con la luz del sol y los miraba como si no hubiera un mañana, siempre me hacía acholar. Ese individuo es mi lugar seguro.
De aquel fascinante ser llegué a tener una dependencia emocional, me sentía muy bien, demostré todo y aún lo hago.
Me humillé tantas veces, pero ¿por qué?
Su importancia era para su amigo, nunca se lo dije, siempre hice como si no importara mis emociones, en ese entonces yo me consideraba era un "ser sin dolencias".
Lloré enfrente de él tantas veces, perdón siempre le pedía. Aún lo hago, siempre cargaba la culpa ajena.
Me destruí lo admito, fui tonta lo sé. Él mi amante irónico, él me hace feliz aún.
Ya "cambié" mi dependencia emocional, pero mis emociones han quebrado, soy más sensible que antes.
Recordé las veces en las que sus manos tocaban mi cuerpo, cuando le permitía el acceso a aquello, cuando él jugaba con mi pancita y con mis bubis, únicas partes donde le permitía el acceso.
Recuerdo cuando sus dedos entrelazaban mi cabello, y yo enojada dramáticamente le decía que parara, cuando por dentro estaba disfrutando de aquello.
Hoy lo veo y me siento tan feliz por él, es un muchacho que lucha contra él mismo, me siento muy orgullosa por él, pero desde que terminamos se me hace un nudo en la garganta, al no poder decirle lo disgustada que me dejó, lo mal que estoy desde que ya no lo puedo abrazar o besar, de lo culpable que me siento por la ruptura, es muy difícil para mí hacer como si no me importara todo lo que hace "mi chico".
Amo cada una de sus facciones, me tiene boba, pero yo sé que a veces él destruye un poquito mi corazón. Él es el desastre que más he podido amar e imposible de olvidar.
Si supieras que desde que me dejaste no he dejado entrar a otro chico a mi corazón, mejor dicho no les contesto, es decir me dicen "hola", yo les respondo el "hola", pero de ahí nada más, quiero que seas tú.
Simplemente tú mi amor.
Te amo.
Quiero cumplir varias cosas contigo, quiero que seas tú, ¡maldita sea!
Ven y hazme tuya de nuevo, aquí estoy esperándote todavía, ¿hasta cuándo mi amor...?
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