Capitulo 1

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"¿Calíope ahora que estamos descansando podemos cantar la canción del monstruo hermoso?"

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"¿Calíope ahora que estamos descansando podemos cantar la canción del monstruo hermoso?"

"claro que sí."

Después de que el ejercito de dioses liderado por Zeus derrotara a los titanes, los tres hermanos varones decidieron repartirse el mundo para que cada uno pudiera gobernar. Poseidón y Hades notaron que Zeus era el gran héroe de guerra y que todos lo amaban por salvarlos, decidieron dejarle el reino de los cielos a él. Hades al ser el mayor se sacrifico por sus hermanos y decidió reinar el inframundo, mientras que Poseidón decidió crear su propio reino en las profundidades del mar.

Los monstruos que sobrevivieron en la batalla fueron divididos en dos grupos; el primero fue encerrado en las ocho prisiones del Tártaro, una cárcel situada en lo mas profundo del inframundo, que seria custodiada por Hades y el segundo fue encerrado en el mar de monstruos, una cárcel situada en los dominios del reino de Poseidón, quien era el encargado de custodiarlos. estos monstruos fueron hechizados por Hécate para que no pudieran desobedecer las ordenes de sus respectivos custodios.

Al pasar los años el mar de monstruos se convirtió en una pequeña civilización liderada por Forcis y Ceto pero siempre bajo las ordenes de Poseidón, y todo marchaba relativamente bien hasta que Ceto dio a luz a un bebe mortal.

Forcis y Ceto conocían muy bien la crueldad del mundo por eso nunca quisieron exponer a su pequeño milagro pero no se puede ocultar algo asi por mucho tiempo.

Como todas las mañanas desde que llegó al refugio, Andrómeda entró en el cuarto de Medusa con la esperanza de hacerla salir a pasear y la encontró metida de pies a cabeza dentro de una manta; la habitación siendo alumbrada solo con la tenue luz de...

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Como todas las mañanas desde que llegó al refugio, Andrómeda entró en el cuarto de Medusa con la esperanza de hacerla salir a pasear y la encontró metida de pies a cabeza dentro de una manta; la habitación siendo alumbrada solo con la tenue luz de una lampara de aceite. Andrómeda suspiro y se apresuro a correr las cortinas para que entrara luz natural ganándose un gruñido de la gorgona.

—¿no te parece un día muy bonito? — le pregunto con la esperanza de que descubriera su rostro

— todos los días son iguales — respondió aburrida

— te equivocas, hay días nublados, días soleados, días lluviosos ... —

— Andrómeda — le corto Medusa fastidiada — ¿Qué quieres? —

— tu sabes lo que quiero —

— pues no, no voy a salir y es mejor que te rindas de una vez llevas un año intentándolo y ya me estoy cansando de decirte lo mismo siempre; al final voy a sacarte de mi cuarto a patadas siempre que entres —

— No entiendo tu miedo a salir a dar un paseo —

Medusa le volvió a responder con un gruñido

— yo también estoy siendo buscada y aun asi voy a la ciudad a ver gente ¿no te cansas de estar encerrada en este santuario? —

— aquí os mantengo seguras, además, salgo todas las noches a rescatar mujeres —

— no es lo mismo, yo me refiero a salir y disfrutar del día —

— Andrómeda, tu conoces mi condición  — Medusa se destapo, se incorporo en la cama y dirigió su rostro hacia donde estaba Andrómeda manteniendo los ojos cerrados — aunque en el día me vea así como una mortal común y corriente, en la noche me transformo en un monstruo y además siendo monstruo o mortal mis ojos no dejan de petrificar a todo aquel que los mire. si por error la noche nos alcanza en la ciudad o miro a cualquier persona será un problema y pondré en peligro a todas esas mujeres refugiadas aquí —

— entiendo el peligro pero después de todo lo que has hecho por nosotras, todas las mujeres que estamos aquí coincidimos en que te mereces un día de descanso y que mejor que hoy tu cumpleaños —

— mi cumpleaños — se dijo a si misma para luego volver a dirigirse a su protegida — la primera vez que deje "dzôp a si" fue en mi cumpleaños y todo salió mal —

— no puedes comparar la poca madurez que tenias antes con la madurez que tienes ahora producto de todo lo que has aprendido y vivido, los dioses no pueden haber acabado contigo de esta forma —

— los dioses no acabaron conmigo — soltó de forma brusca

—prepara todo vamos a salir — determino tras el silencio de Andrómeda

Andrómeda soltó un grito de victoria mientras Medusa se bajaba de la cama y empezaba a prepararse; una vez lista se ato una venda en los ojos y se puso la capucha

al salir del cuarto Terpsícore que las había estado esperando fuera de la habitación se acerco a ellas —Medusa, estas hermosa, no me puedo creer que la hayas convencido —

— Terpsícore ¿Qué haces aquí? los dioses del olimpo no son bienvenidos aquí —

— yo no soy una diosa y soy tu amiga asi que no me moveré de tu lado por mas flechas que me lances —

— Terpsícore no me saques de quicio que ya he tenido suficiente con Andrómeda —

Medusa escuchó que Andrómeda se reía por lo que le preguntó — y tú ¿de que te ríes? —

— es que las dos tenéis como mil años y os estáis comportando como niñas de diez años —

— yo soy muchísimo mayor que ella — replico Terpsícore — y deberías obedecerme, se podría decir que casi te crie — continuo ella esta vez dirigiéndose a Medusa

Medusa suspiro cansada — esta bien, vámonos entonces, cuanto mas pronto partamos mas pronto regresaremos —

Tras un largo camino las tres chicas llegaron a la ciudad de Atenas y al dar el primer paso en la ciudad, Medusa sintió los ojos de Atenea sobre ella, los ojos de quien antaño la llamó amada mía pero cuando la necesitó le dio la espalda.

Un Monstruo HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora