Tentación {+21]

🥀13

Isabella

Una oleada de frío se cala por mi espalda, mi abdomen se tensa, mis mejillas se tornan roja, mi piel se eriza y un rayo de miedo ligado con curiosidad se desborda en mi.

Noto la enorme estructura y si no fuese por qué el hombre a mi lado sostiene mi mano diría que es un sueño.

La escasa luz de los últimos rayos del sol hacen que el entorno sea más oscuro, no sé si aquí haya electricidad o como sea la vida en este lugar pero solo noto lámparas colgadas de las paredes desbordando cera por las velas incrustadas en ellas.

Las paredes tienen un tapiz rojo y el suelo es de mármol, los mayordomos se abren paso y nos guían hasta las enormes escaleras que conducen a la parte de arriba.

Es un palacio, mi padre tiene mansiones pero esto, es un castillo, al llegar note las torres y la pintura rojo ladrillo detonaban en una exquisita mezcla que hacía lucir el lugar más extravagante de lo que es.

Es enorme, mi vista se pierde dado la hermosura gótica del lugar diría que estoy en el inframundo o peor, la casa del mismísimo lucifer.

Caminamos por las escaleras hasta llegar a la habitación en la que tanto Miguel y yo entramos.

—Espera aquí, dúchate y descansa, vendré por ti para la cena es en unas horas...

—-Perdí todas mis cosas estaban  en e hotel...

—-No te preocupes Bella, yo me encargo.

Se va, y es cuando más sola me siento, okey han pasado demasiadas cosas en solo unos días, por suerte todos creen que estoy en Toscana, perdí toda comunicación ya que mi iPad quedó en el hotel ahora hecho cenizas.

Confío en Miguel, solo espero que mi confianza no sea un arma de doble filo y termine manteándome con ella misma.

No puedo negar que siento miedo por lo que Miguel me dijo antes de entrar a este lugar pero siento la terrible sensación de atracción por este lugar.

Algo me atrae, no sé qué en verdad, pero los aires góticos, yo no soy nada gótica pero hay cierto tipo de... perversidad y malicia en este lugar que despierta un interés en mi.

Me doy una ducha y la mitad del tiempo me la paso explorando la enorme habitación de Miguel, colecciona hermosas pinturas, por lo que veo le gusta leer libros de medicina veterinaria y libros de economía.

Su closed es Perfecto, está organizado por orden de color... solo tiene trajes azules y negros.

Perfectas corbatas y barios reconocimientos en su pared.

Es increíble, me gusta este lugar, me siento asustada, atraída, curiosa... si creo que me gusta. Pero eso no significa que deba quedarme. Alguien toca la puerta y me espanto quedando sentada en la cama, envuelta en un albornoz gigante color negro.

Al pasar dos mucamas traen barios vestidos en manos, dejándolos encima de la cama sin alzar el rostro, como si fuesen esclavas, noto la peculiar cadena en su cuello.

Pero recuerdo las palabras de Miguel, no puedo hablar o decir cosas que no me corresponden pero es que la curiosidad por saber qué pasa aquí me mata,

Al salir las mujeres, tomo un vestido blanco  de ceda, con escote V en los pechos y la espalda descubierta, este llega más abajo de mis rodillas es súper largo y elegante.

Me coloco los sutiles tacones finos no muy altos que combinan con el vestido.

Dejo mis mechones ondulados caer por mi cintura casi llegando a mis caderas, no tengo maquillaje por lo que dejo mi rostro al natural al igual de no usar joyas.

Miguel me pidió que esperara pero... no puedo esperar, necesito saber que se esconde  detrás de estos muros el nunca mencionó que no conociera el lugar.

Solo espero no meterme en problemas...

———————🥀———————
Miguel

Me encamino por el lugar que conozco a la perfección, aquí me crié toda mi vida, es mi hogar y mi infierno al mismo tiempo.

Llegó hasta el despacho y noto a los hombres de mis hermanos posando fuera del lugar.

Paso al despacho y los ojos de mis hermanos y mi padre se posan en mi. Me poso firme ante mi padre.

—-Padre! No sabía que estabas en palacio.

—-Miguel, no piensas darle un abraso a tu padre.

Justo eso hago, al extender mi brazos pero al abrasarlo mi hombro mal herido duele aún.
Hago una mueca que lo pone alerta.

—-Los árabes están ganándose a pulso que les queme el culo por meterse son los nuestros.—Expone mi hermano mayor posando sus manos en el escritorio.

—-Lo harán, ahora lo importante es que mis tres andariegos hijos están aquí, partiré mañana a Rusia el palacio y la mafia haya me necesitan...

—-Has venido con tu esposa.— pregunto a mi padre

—-Debe estar preparando todo para la gran cena esta noche, debo ir a inspeccionar unas cosas, hijos míos, mis ángeles terrenales, confío en los tres, este... insignificante problema con los árabes es cosa de sentarse a ver el show para luego darle el fin que merecen.

—A si es padre cuenta con ello.—Musita Rafael sentado en él sillón.

—-Trajiste una invitada hijo mío.—pregunta mi padre.

—-Si, padre...

—-Bien, los veo en la cena.

—-Hasta luego padre.—Musita Rafael, cuando mi padre sale del despacho.

El rostro de Rafael se desfigura y del otro ni se diga.

—-Trajiste a esa desconocida aquí.—Musita mi hermano mayor.—Y tú lo permitiste Rafael.

—-No soy niñera de nadie...

—La tranquilidad y soberanía de esta familia es trabajo y responsabilidad de todos, no me vengan con gilipolleces.

—-Ella viene conmigo, asumo la responsabilidad.— me hago responsable a ella, no permitiré que nadie la toque.

—-Bien tú sabrás lo qué haces.—Cambia de tema.—Los árabes buscan a una mujer, al parecer es muy importante para ellos, pero ese no es nuestro asunto...

—-Quien es esa mujer.—Interrumpo a mi hermano cuando me invade el desespero por saber quien es la mujer que le abrí las puertas de mi casa.

—-Es una agente del FBI, los árabes la llaman Afrodita, pero en el mundo judicial es la capitana Hera Sherwood Mendoza.

Todo va tomando sentido, mierda, entonces bella es una sherwood, no entiendo ni puta mierda.

—-Por que no podemos interceder.-Pregunta Rafael a mi lado mientras yo intento atar cabos.

—-Hera es hija del ministro Hero Sherwood, y su madre es Aurora Mendoza ya sabemos lo qué hay con esa mujer, por lo tanto ese asunto judicial no nos compete, lo que nos compete es acabar con esa rata árabe... que se apellidan Faez.

Mi mente queda en blanco al percatarme de que quizás he cometido un grave error. Muy grave error de mi parte.

—-Disculpen debo hacer algo...

Me doy media vuelta y salgo del lugar...

Esto se torna cada ves peor y me temo que traje a Bella a su propio infierno, uno del que dudo que pueda salir.