Tentación {+21]

🥀41

Isabella

Empaco mis cosas rápidamente no sé qué está pasando pero uno de los hombres de Gabriel me pidió que empacara para partir a no sé donde.

Últimamente mi vida se basa en salir desprevenida y solo confiar..

Joder!!! no sé ni qué hacer, preparo mis cosas y salgo hasta el living de hotel en donde un montón de camionetas aguardan por mi.

Abordo una de ellas e inmediatamente los hombres de Gabriel la ponen en marcha y es Anubis quien conduce.

No me molesto en preguntar lo que sé que Anubis no responderá.

Media hora después llegamos a un muelle y me guían hasta el yate lujoso que abordo encontrándome con el hombre que aguarda en este.

—-Que sucede, por que estamos aquí?

—-Todo está bajo control.

Uno de los hombres informa Gabriel que no hace más que hablar por su móvil.

Tomo asiento algo inquieta sus hombres se van y solo quedamos el y yo, enciende las máquinas y el yate se pone en marcha mientras él es quien toma los controles.

La brisa revolotea mis cabellos y miro hacia la nada pensando que demonios me está pasando.

—-A donde vamos, que está pasando?

No obtengo respuesta, enciende el motor automático con dirección fija.

Siento sus pasos detrás de mi, se posa a mi lado y contemplo su voz gruesa y varonil.

—-Hasan Faez está en busca del imperio Hochadel, pero también quiere la cabeza de tu hermana y la tuya.

—-A mi por que?

—-Eres mi esposa eso te convierte  en una Hochadel y está demás recordarte que eres de la capitana Sherwood.

—-Quiero que pare yo no buscaba esto, es mi culpa.

—-No es tu culpa, acabaré con el y nada malo te pasará...

—-Lo mismo decía Miguel y mira como termino...

——No soy Miguel, tal vez si dejarás de buscar en mi lo que veías en Miguel aprendieras a no ser tan cobarde...

Un enorme nudo se forma en mi garganta, increíblemente no puedo creer lo que de su boca pronuncia, más que palabras son balas de acero en mi pecho...

—-Entonces ese es el problema, el único que se compara eres tú!

—-Entonces me negarás que te enamoraste de mi hermano...

Pierde los estribos, su mirada se oscurece no solo por tener un Perfecto iris negro, si no por el inframundo detrás de ellos.

No respondo a sus interrogantes, no le daré una respuesta tan obvia como el hecho de saber me metí con ambos hermanos y esto debí suponerlo desde que me casé con Gabriel.

No quiero verlo o escucharlo por lo que salgo de cubierta y me aproximo a la parte de atrás del yate, encorvo mis piernas sujetándome de ellas, observo el mar y siento los pocos rayos de sol tocar mi rostro.

Unas horas después.

Al salir del yate caminamos por el muelle sin decir media palabra al igual que en las largas horas en el yate.

Abordamos un auto que él conduce y unos minutos después aparcamos en una cabaña en el bosque.

—-Lo que dije en el yate hace unas horas.—-Toma mi muslo cuando intento abrir la puerta para salir del auto.—-Solo olvídalo.