Entre tanto, YoonGi no sentía arrepentimientos por lo que había hecho, le molestaba la gente que se metía en sus asuntos personales. No le pregunten a él, pregúntenle a su yo de quince años que era acosado por razones que solo debían concernirle a él.
Había pasado con la señora Rioto de la dirección por una escoba y un trapo para limpiar uno de los salones de mecanografía, donde no se hacía mucho, solo escribir en computadoras y aprender a usar de forma más especializada el ordenador, por lo que no estaría tan sucio como un laboratorio de la escuela o un salón de artes.
Subió las escaleras hasta llegar al quinto piso, donde los talleres se encontraban, pensó en que debería unirse a uno por lo menos; tal vez mientras barría y sacudía podía pensar sobre las mejores opciones para él.
Al llegar al salón que el profesor le había asignado, le parecieron inútiles las llaves ya que estaba abierto, según él siempre lo cerraban después de usarlo, pero suponía que esta vez se les había olvidado, o el presidente estudiantil -ahora mejor conocido como JiMin- seguía haciendo favores a algunos alumnos.
Entró y el olor a pinos y cloro entró con ligereza por sus alas nasales, miró la cubeta junto a la puerta, el trapeador y luego al chico que sacudía las computadoras con un plumero. El otro también lo observó por unos segundos, ambos, como un juego de mímica entrecerraron los ojos.
—¿Min YoonGi?
—¿Jung HoSeok?
Una sonrisa no se pudo retener en ambos rostros por la sincronía para nada planeada.
—Entonces tú eres el chico nuevo, ¡Tanto tiempo sin verte! —soltó tan alegre como YoonGi lo recordaba, el chico fit y alegre que estaba en la misma clase que él hace tres años. No habían sido los mejores amigos, o cercanos, pero si habían sido conocidos que se agradaban, así podías describirlo.
—Digo lo mismo, has crecido mucho. —pronunció sonriente el pálido, haciendo énfasis con sus manos.
—Nah, no es para tanto. —esfumó la idea con su mano— Entonces... ¿Olvidaste algo en este salón?
—Olvidé cerrar mi boca hace rato, por eso me mandaron a limpiar este sitio. —dijo YoonGi, levantando las llaves que estaban como un anillo en su dedo meñique— Pero se ve que ya lo tienes todo controlado ¿No es cierto?
El otro negó suavemente con la cabeza.
—No, ahí está el agua y el trapeador, falta solo eso, Yoon. —señaló los objetos y YoonGi casi echa su cabeza hacia atrás cansinamente, pero recompuso su rostro y se dijo que debía dejar esa actitud de mierda, no seguirían tomándolo en cuenta si continuaba alzando la voz e intimidando a todos.
—Okey. —hizo una pequeña mueca y fue hacia donde el más alto le había señalado.
Comenzó el aseo y estuvieron unos minutos en silencio hasta que a YoonGi se le ocurrió preguntar algo, después de todo, cuando le habían acosado en la escuela años atrás, HoSeok había sido uno de los únicos que había sido amable con él, por lo que no le molestaba su presencia, eran diferentes, pero el chico le parecía inocente y bueno.
—¿Por qué te mandaron aquí, por cierto? —comenzó mientras exprimía el mechudo por tercera vez, gracias a los anteriores castigados, suponía, el agua no salía muy sucia.
—Un profesor me atrapó a mí y a mí novio... Muy juntos. —rio nasalmente.
Inocente y bueno... claro.
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Rechazado •°• KookGi •°•
FanfictionA JungKook le parece muy fácil rechazar confesiones hacia su persona, es sencillo ya que él nunca a sido rechazado, puesto que él nunca se ha confesado de forma romántica hacia alguien. No ha habido nadie en su corazón desde que conoció a YoonGi, p...